𝚀𝚞𝚊𝚝𝚝𝚞𝚘𝚛𝚍𝚎𝚌𝚒𝚖

166 36 19
                                    

Su respiración estaba agitada, el sudor frío recorría todo su cuerpo mientras se tensaba, aquello había sido algo devastador, una pesadilla, pero a la vez una realidad.

-¿Te encuentras bien? Parecías estar pasándola mal...

HongJoong logró controlarse y asintió, solamente fue una mala experiencia, no pasaría de nuevo... O eso pensaba.

La siguiente semana seguía siendo lo mismo, aquellas campanas sonaban tan fuerte que llegó un momento en donde MinGi lo despertó ya que su oído izquierdo sangraba.

-Debes contarme lo que pasa contigo, no puedo ayudarte si sigues así, angelito.

Desde la esquina de aquel cuarto oscuro HongJoong lloraba del miedo mientras Song intentaba calmarlo, ya se había vuelto una pesadilla desde el momento en que dormía hasta cuando quedaba despierto.

-Es que yo... Te sigo viendo a ti siendo desterrado, y no solo eso... Incluso puedo ver como cortaron tus alas, puedo escuchar tus gritos, la agonía...

El demonio se quedó congelado en su lugar, ¿Por qué un Querubín podría ver esas cosas?

-Y las campanas, las campanas suenan tan fuerte que mi cabeza en cualquier momento explotará.

Con sus manos jalaba su rubio cabello y sudaba cada vez más, aquella sensación no abandonaba su cuerpo.

-Debes calmarte, intentaré ayudarte.

Tomando al joven ángel de los hombros lo atrajo hacia él para plantar un suave beso en su frente, uno que duró al menos unos cuantos segundos. Pudo sentir como aquellos hombros tensos se relajaban.

Al separarse pudo observar su cuello con la marca del infierno aún más oscura, cada vez se volvía más y más extraño.

-Si yo tuviera que volver... ¿Tú irías por mi?

Aquellas palabras resonaban en su cabeza y entonces lo supo.

"No mataría a nadie por amor a no ser que sea necesario"

-Sería capaz de asesinar hasta el mismo rey de los cielos por ti.

-Eso no es romántico.

-Soy el demonio, no se nada de romance.

Ambos se dieron una cálida sonrisa y decidieron salir de allí, HongJoong quería despejarse, quería olvidar las campanas.

Pero al salir lograron a ver a un serafín esperando la llegada de alguien más, Kim quedó petrificado en su lugar, sintió miedo.

Mientras que MinGi lo observó como si no fuera nada, como si su presencia no le afectara.

Luego de unos segundos el serafín destapó sus piernas y cara derrumbándose en el suelo, sus seis alas quedaron atrás y vio a un joven castaño llorando en el suelo.

-Creí que no era verdad, ¡Creí que solo era una mentira!

-SoonYoung...

Su llanto aumentaba con el paso del tiempo, HongJoong fue hacia él y trató de hacer que parara de llorar.

-Puedo explicarlo, yo puedo hacerlo. Solo déjame-

-¡Cállate y escúchame!

El rubio quedó en silencio,
Kwon SoonYoung era como un hermano mayor para él, alguien que lo cuidó desde hacía mucho tiempo, lo más cercano a una familia.

-WooYoung... WooYoung se enteró de lo que estuviste haciendo todo este tiempo... Creí que era una mentira, no le creí a SiYeon, incluso pedí que la exiliaran por mentirosa... ¡PEDÍ QUE EXILIARAN A ALGUIEN INOCENTE!

-SoonYoung, yo...

-Vine aquí y verte salir con el mismo Lucifer fue lo último que pensé en ver... Te busqué en tus sueños, te tendía la mano pero tu nunca llegabas, creí que sí te llevaba lo más rápido que pudiera podría liberarte de tu castigo.

MinGi miraba la escena sin expresión alguna, no sabía que sentir en ese preciso momento.

-¿Castigo?

-Kim HongJoong, como Serafín mi obligación era cuidarte. Pero ahora no hay nada que yo pueda hacer... Dios quiere verte.

Mirando el suelo apretó sus puños y al final dijo:

-Autem. [Ahora]

Ambos quedaron sorprendidos, una flecha rozó el rostro de HongJoong cortándolo un poco y al girar vio a MinGi en el piso con la flecha en su pecho.

-¡Maldita sea!

-Kim HongJoong, praecepta Dei solveret eris in perpetuum damnentur. [Kim HongJoong, quedaras condenado por haber roto las reglas de Dios]

HongJoong intentó correr hacia el demonio pero fue agarrado por ángeles y arrastrado hacia el cielo una vez más, antes de que todo se volviera oscuro pudo escuchar al demonio gritar su nombre.

𝗙𝗼𝗿𝗯𝗶𝗱𝗱𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘃𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora