✨✨EL DESEO✨✨

✨5✨

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Gustabo llevo una pequeña bola de estambre para que el gatito jugara con ella.

Tambien llevo un puntero laser para que el pequeño gatito lo siguiera.

Y haci pasaron jugando todo el día.
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Luego Gustabo le sirvió un poco de comida y agua al gatito, quien rápidamente comenzo a comer y beber.

Mientras el pequeño Horacio comía felizmente, Gustabo estaba acostado en el suelo boca abajo y le acariciaba dulcemente su pelaje mientras le sonreía tiernamente y le hacia mimitos.

Luego de un rato quedaron ambos dormidos agotados por todos los juegos que habían echo.

Quedando gustabo en el suelo boca arriba con un brazo por detrás de su cabeza en modo de almohada.

Y el pequeño Horacio acurrucadito en el pecho de Gustabo debes en cuando haciéndole unos tiernos mimitos mientras gustabo también le hacia mimitos con su mano libre.
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Llego la tarde hora en que gustabo debía volver a su hogar.
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Este se levanto y tomo tiernamente al gatito entre sus manos.

-Es hora pequeño, vamos a tu nuevo hogar, donde podremos pasar mas tiempo juntos, dijo Gustabo dulcemente mientras le hacia mimitos tiernos al gatito, quien ronroneaba de felicidad.

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Luego de varios minutos
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Gustabo llego a su hogar con el pequeño gatito entre sus brazos.

El pequeño Horacio al ver el hogar de Gustabo se sorprendió, esa no era una casa, era casi una mansion.

Era blanca de dos pisos, hermosa, una gran entrada con un portón enorme de regias negras, una fuente en medio a modo de rotonda, jardin delantero con varios árboles y flores al rededor de toda la casa.

Los pequeños ojitos de Horacio brillaban de emoción al pensar que tendría todo aquel lugar para jugar junto a su querido Gustabo.

Al entrar Gustabo a su hermosa y lujosa mansión, Carraspeo un poco su garganta y formo una mirada fria, haciendo que Horacio se confundiera un poco girando su cabecita mientras le veía.

-Conway!!!, ya llegue!!!, grito gustabo fríamente mientras se dirigía a la sala de su hogar.

Ahí estaba en un sillón un hombre muy fuerte, se miraba que hacia mucho ejercicio y que tenia un carácter de mala ostia.

Estaba con una camisa manga larga de gala, con corbata,unos pantalones de gala color gris, estava vestido muy elegante, leyendo un periódico.

-Ya te dije que me digas papa!!, anormal!!, porque nunca me llamas Haci?, dijo conway enfadado.

-Por ciertas razones que no quiero discutir ahora, dijo Gustabo fríamente.

-Mira, dijo Gustabo seco, tratando de disimular que no le viera una sonrisa mientras le mostraba el gatito a su papa.

-Pero que haces con un puto gato en nuestra casa?!!, dijo enfadado conway.

-E!!!, Respeta!!!, no le llames Haci, se puede sentir mal, dijo Gustabo furioso.

-Gilipollas, es un puto gato, un puto animal, no piensan, ni saben lo que hablamos, ahora que coño te pasa a ti, si a ti ni te importa lo que piensen ni como se sientan las personas, dijo conway furioso.

El pequeño Horacio estaba muy molesto, quería ir y arañar a ese viejo decrépito, Como que solo era un animal y no sentia?!!, si el sabia perfectamente lo que estaba sucediendo.