_La persistencia del deseo_
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_Narrador Omnipresente_
Estrella de lava en lo alto de un firmamento que con esponjosos algodones era decorado en mayor parte siendo que Inglaterra era conocida por tener mucho nubosidad en su area, ¿Algún ajeno podría detenerse a admirar este? Probablemente no, cual hormigas solo se ocuparían de hacer su trabajo y seguir vivas en el proceso; pues un cuadro de pinceladas en el cielo sonaba poético pero de menor importancia ante labores que se debían realizar con perfección.
El noruego se hallaba bastante cansado del puesto que tenía asignado, había empezado a hacer entrenamiento en su recámara, acto que no era muy bien visto ante sus compañeros pero poca era su importancia hacía el gusto o disgusto que tendrían los demás, no le importaba.
Las horas para descansar eran menos y tenues bolsas oscuras que cubrían la zona debajo de sus orbes ya lo denotaba bastante bien. Aunque trataba de darle poca importancia a estas, podría descansar mucho mejor en otras ocasiones, ahora debía permanecer en su objetivo; aunque lamentablemente para el de hebras canelas había una pequeña espina que ya lo empezaba a incomodar.
bautizada por el noruego como "Ese par de idiotas" los mismos individuos que se había encontrado en su deber de arreglar tal vehículo (el cual aún seguía en estado de reparación ya que le faltaba una pieza)
El de orbes de un profundo plata se le hacía molesto observar a tales sujetos de forma constante, no sabía la razón del por que ahora resultaba verlos tan a menudo, las primeras siendo encuentros completamente aleatorios que solo se basaban en casualidades, aunque después de unos cinco este empezó a notar como esos encuentros casuales parecían ser más planeados.
No tenía ningún argumento o prueba que respaldará dicha teoría, todos los encuentros con los soldados eran debidos a algún requisito de estos para que el reparará y en ningún momento trataron de tener una conversación íntima con él, pero la perspicacia del noruego activaba millones de sensores en su cabeza que solo trataban de asegurarle cada vez más que sus suposiciones eran mucho más probables de lo que esté podría creer.
Sus pupilas se concentraba en un revolver que se apoyaba firmemente en una pequeña mesita mientras el noruego con sus falanges masculinas extraía distintas partes de dicho aparato, verificando las fallas que esté podría contener. Un pequeño golpeteo y un par de voces muy familiares se escucharon a la distancia, voces que esté ya tenía muy bien grabadas en su mente.
Sus facciones se fruncieron levemente a la vez que sus manos se alejaban del revolver solo para frotar su rostro con fastidio, sus finos labios algo quebrados dejaron escapar un pequeño suspiro mientras trataba de transmitir un porte más severo y serio. No quería las interrupciones de ese par, pero no sé sentía en posición de hacer algo al respecto.
—Veldig bra Tweedledum og Tweedledee, nå som de brøt?— al finalizar su frase dada hacía sus adentros de forma casi instantánea la puerta se abrió dejando pasar a esos dos soldados de facciones desaliñadas y aparentemente algo sudados lo que los hacía ver mucho más desordenados de lo habitual.
—Larsson, que casualidad, ahí estás— Expresó el de menor estatura sacando el cigarrillo que tenía hace unos instantes entre sus labios dejando escapar algo del humo venenoso a la vez de sus palabras mientras estos se acercaban a la mesita.
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| 𝖙𝖍𝖊 𝕋𝕠𝕣𝕕-𝖆𝖗𝖒𝖞 | ᴇᴅᴅsᴡᴏʀʟᴅ |
Fiksi Penggemar_¿𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐓𝐨𝐫𝐝? _Eʟ ɴᴏʀᴜᴇɢᴏ ᴛʀᴀɪᴄɪᴏɴᴏ ᴀ sᴜs ᴀᴍɪɢᴏs ʟᴜᴇɢᴏ ᴅᴇ ᴠᴏʟᴠᴇʀ ᴀ ᴄᴀsᴀ ᴅᴇsᴘᴜᴇs ᴅᴇ ᴍᴜᴄʜᴏ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ, ᴘᴇʀᴏ... Lᴀs ᴘᴇʀsᴏɴᴀs ɴᴏ ᴄᴀʙɪᴀɴ ᴀsɪ ᴘᴏʀ ᴀsɪ. _¿𝐐𝐮𝐞 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐜𝐚 𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚...