Experimento XJZ01

Oscuridad

Desperté en un lugar desconocido, todo estaba completamente oscuro, mi vista era borrosa, al mirar hacia el frente logré ver unos barrotes, los sostuve con fuerza ¿acaso estaba encerrada? Sentí como mi si cuerpo pesara toneladas, miré mis manos y pies ¿tenía cadenas? No entendía que pasaba, que era ese lugar, hasta que una voz logro sacarme de mis pensamientos…

- Al fin despiertas, pensé que nuca lo harías, estaba tan aburrida aquí sola, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hablamos la última vez? - dijo esa voz con un tono sarcástico y juguetón, la reconocí al instante

- Tú, ¡maldita! - respondí mientras sentía como la ira recorría mi cuerpo

- Tranquila, así es como me recibes después de tanto tiempo - dijo mientras me miraba a los ojos con una sonrisa burlona - y yo que pensé que me extrañabas~ - esto último lo dijo con un tono dulce y lleno de malicia, ¡mierda! Me dije a misma, recordando que estaba en ese extraño lugar con esa basura

- ¡Sácame de aquí maldita sea! No quiero estar contigo en tus malditos juegos, ¡libérame! - grité con rabia, mirando mis manos y pies, - ¡¿eh?! - me sorprendí pues no tenía esas cadenas atadas a mí que vi al despertar

- Tranquilízate ¿quieres?, mírame bien, ¿acaso te confundiste al despertar? Jajaja, no me digas que pensaste que estas cadenas estaban atadas a ti - dijo eso burlándose al ver mi cara de asombro, pero en ese instante volví a verle con rabia
- ¿en serio no recuerdas nada? Vaya tendré que explicarte, aunque fue divertido ver tu cara asustada al principio, mientras pensabas que eras tú la que estabas con estas cadenas y dentro de esta jaula - al decir esto sacudió sus brazos provocando que las cadenas hicieran ruido al agitarlas, parecía estar divirtiéndose al decir todo esto, disfrutaba ver mi frustración al no saber de cómo llegue a ese maldito lugar otra vez, hubo un largo silencio, solo nuestras miradas se encontraban en la densa oscuridad de ese lugar ella me miraba como si yo fuese su presa a la que va devorar, pero antes de hacerlo juega al ver lo vulnerable que me encontraba, y yo era esa presa que le miraba con frustración al sentirme acorralada en ese lugar, no dejaba de verle porque sé que en cualquier momento puede atacar.

- Bien te diré lo que sucedió, aunque me gustaría un poco más de hospitalidad de tu parte~ - al decir esto sacudió sus brazos, dando a entender que le quitara esas cadenas

- Ni lo sueñes maldita - respondí llena de rabia, ni loca la soltaría a ese monstruo que tanto me había costado encerrar

- Bueno…sí que eres cruel, Nora~ - al decir esto, mi nombre lo dijo con tanta dulzura y malicia, que incluso me provoco nauseas

- Esta bien, te diré como llegaste aquí- la mire atenta, no creía que estuviera dispuesta a contestar tan fácilmente, ella solo me miro confundida, parecía que trataba de encontrar las palabras indicadas
- Tú simplemente apareciste- al decir esto sonrió simplemente, yo le mire molesta, no estaba de humor para sus estúpidos juegos y ella lo noto
- ¿Qué? Yo solo digo la verdad, estaba acostada en este lugar oscuro y en soledad- dijo esto sobre actuando , en serio que amaba molestarme, me miro burlona y prosiguió
- Hasta que escuche un fuerte ruido a mis espaldas, así que volteé y ahí estabas tú tirada sobre el suelo, me acerque para hablarte, pero no respondías, así que supongo que llegaste inconsciente -
Que mierda en serio piensa que creeré eso, solo quiere fastidiarme.
- Aunque supongo que le debo las gracias a tu amiguito - seguía hablando, ¿amigo? En serio que trataba de hacer solo estaba jugando conmigo – ¡sí! Ya recuerdo - exclamo emocionada
– Thomas, ese es su nombre, gracias al él, es que terminaste llegando aquí, lo cual debo agradecerle - termino de decir con una gran sonrisa que parecía sincera, pero no lo era yo la conocía muy bien, tenía segundas intenciones algo me estaba ocultando; hubo un gran silencio y el ambiente se podía sentir en el aire, tan denso, hostil e incómodo.

- Espero no te molesté la manera en que te recibí por la pequeña broma que te jugué - sacudió sus brazos provocando el ruido de las pesadas cadenas que colgaban de sus brazos, mientras reía un poco, sentía su penetrante mirada apunto de atacar, sin embargo, intentaba disfrazarla con una llena de empatía y gracia, lo cual solo hacía que mi sangre hirviera aún más de la furia que sentía como se apoderaba de mi cuerpo.

- De nuevo estaba cayendo en su juego, tendré que mantener la cabeza fría, no debo dejarme llevar por mis emociones, para evitar caer en sus juegos - me dije a mi misma, repitiendo esa frase en mi cabeza para lograr calmarme.

- Lo sabía, fue uno de tus estúpidos juegos, pero no caeré de nuevo y más vale que te comportes, si no quieres que tu cuerpo se llene de cadenas hasta que no puedas moverte - dije con firmeza, mirándola de forma amenazante; ahora los papeles se invertían, ella era mi presa y yo su depredador.

- Realmente no se puede bromear contigo - dijo esto con notable molestia, mientras mantenía su mirada firme tratando de intimidarme, pero no lo lograría

- Sabes muy bien que no lograras mantenerme encerrada aquí por mucho tiempo…en cualquier momento romperé estas cadenas me liberare, no puedes desacerté de mi soy parte de ti y eso jamás lo podrás borrar, formo parte de tu ser… -

- ¡Cállate de una maldita vez! Tú no eres parte de mí, eres un maldito monstruo… y-yo nunca quise que tu existieras… - estaba temblando, todo mi cuerpo se sentía pesado, mi vista se nublo y no podía parar de temblar, las lágrimas amenazaban por salir de mis ojos, podía sentir su miraba sobre mí, sus ojos carmesíes eran penetrantes, aterradores, llenos de un apetito insaciable por venganza…

- Tú lo sabes…quieres los mismo que yo, quieres la libertad que te fue arrebatada, anhelas la venganza de aquellos que te convirtieron en el monstruo que eres ahora, porque la justicia…nunca llego…todos te dieron la espalda cuando más los necesitabas, solo yo te ayude y ¿así es como me pagas? Encerrándome entre la densa oscuridad en un rincón, en el cual, nunca llega la luz… -

- Por favor calla… - repetía en mi cabeza, sentía que en cualquier momento mi cuerpo iba caer por lo pesado que se sentía, no paraba de temblar, quería que se callase de una vez, solo quería despertar de esta terrible pesadilla; y de nuevo los papeles se invirtieron, de nuevo yo era la presa que solo quería escapar de ese lugar, sentía sus ojos sobre mi eran tan penetrantes, no paraba de mirarme tratando de buscar una respuesta en mí, pero las palabras no lograban salir de mi boca, mi voz pareciese que hubiese desaparecido

- Ahora yo te pregunto a ti, entre tú y yo… ¿Quién es el verdadero monstruo? -

- ¡YA CALLATE MADITA SEA! SOLO CALLATE - dije llena de desesperación, frustración y confusión, mi cuerpo no paraba de temblar en cualquier momento iba caer. Por un momento vino un recuerdo a mi cabeza solo veía sangre por todos lados, hasta que sentí como alguien tiro de mi ropa y logro sacarme de ese escenario, que al parecer había formado mi cabeza, aún seguía estática, hasta que escuche unas palabras, que parecían más un susurro

- ¿Qué fue lo que hice para merecer esto?... - gire mi cabeza hacia el lugar de dónde provenían esas palabras, mire hacia abajo, a pesar de que mi vista era borrosa por las lágrimas que salían de mis ojos, pero pude visualizar perfectamente quien era esa persona, era mi yo de tan solo 8 años, en mi cuerpo se veía las marcas de varios golpes e incluso sangre, no lo podía soportar más, por favor que esta pesadilla termine…

- ¡AAAAHHHHHHH! - grite llena de desesperación y esa niña se desvaneció, frente mío seguía ella, esa persona a quien llamaba monstruo, las cadenas, la jaula ya no estaban, solo estaba ella frente a mí, mirándome repitió esa frase

- ¿Quién es el verdadero monstruo? - en ese momento su rostro y todo su cuerpo se empezó a deformar se formaban grietas en el, del cual, salía una densa masa oscura, hasta que se deformo por completo en una especie de masa densa de, la cual, salió una cabeza parecida a la de un lobo que parecía hambriento, solo sus ojos carmesíes, me miraban con odio, abrió su grande hocico dispuesta a devorarme, mientras que de su boca caía esa densa masa y dijo por última vez con una voz ronca y aterradora

- No puedes deshacerté de mi soy parte de ti y eso jamás lo podrás borrar, formo parte de tu ser… -

- ¡AAAAHHHHHHH! - grite aterrada al ver como con esa gran mandíbula me devoraba…