la visita

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Los nervios me consumían, cual seria su reacción al verme después  de tanto tiempo, volví a tocar el timbre, vi como se abrió la puerta, voltee hacia abajo para ver quien me abrió la puerta; pude visualizar una cabellera con unas cuantas canas y al ver su rostro, era la señora Gabriela, era la mamá de Nora, eso hizo que me pusiera mas nervioso

-H-hola, buenas tardes señora- dije con mucha tranquilidad, como si todo estuviera bien
-Buenas tardes muchacho, ¿te puedo ayudar?- dijo ella muy educada, con algo de duda
-Esta si es la casa de la señorita Nora
-Si, ¿se puede saber el motivo?

Vi la desconfianza que tenia cuando pregunte por su hija, no podía decir algo incoherente como, hola soy su viejo amigo de ella, ocupaba pensar algo rápido y que mejor que aprovechar la ventaja de ser un científico

-Mucho gusto señora, soy Tomás Wilson, vengo trabajando en un trabajo de investigación, ocupo un ayudante, en la Universidad veo que su hija lleva excelentes calificaciones, así que le pido permiso a usted para que deje trabajar a su hija conmigo
-¿Usted es Tomás Wilson?, el científico estadounidense
-Asi es- respondi, saque mi identificación; cuando la vio pude ver el asombro en su cara, se hizo a un lado y me invitó a pasar. Ya estando adentro de la casa me dirigió a la sala, antes de llegar a la sala pasamos por la cocina, al pasar por el lugar logre ver a una adolescente, ella me observo raro, era como si ya nos conociéramos.  Llegamos a la sala donde estaba el señor Manuel, debo admitir que cuando lo vi se me revolvió  el estomago, pero aparente como si nada pasará

-Hola, gusto conocerlo señor, soy Tomás Wilson- salude y me senté en el sofá
-¿A que se debe tal visita tan repentina por parte de alguien como usted?- dijo el señor confundido por mi presencia
-Vengo a ver a su hija Nora, necesito su colaboración para un proyecto que tengo en mente- dije con mucha seguridad, aunque por dentro estaba que moría de nervios
-Y ¿porqué alguien como usted quiere la ayuda de mi hija? Digo ella no le seria muy útil por sus conocimientos a diferencia de usted- dijo él mirándome, temía que empezara a cuestionarme, y eso mismo pasaba ahora
-Es una de las mejores en su universidad, será de mucha ayuda, incluso le puedo brindar grandes oportunidades de trabajo...- no termine de hablar cuando se escucho como algo se rompió en la cocina rápidamente me pare y fui a ver, encontré a aquella adolescente, al parecer había quebrado un plato por accidente, antes de que dijera algo ella corrió en dirección a la segunda planta de su casa.
-Disculpa la, a veces suele comportarse raro- pronuncio la señora Gabriela- ve y toma asiento por favor- yo me fui a sentar a la sala, no paso ni un minuto llego la señora a sentarse tambien
-Me interesa realmente que alguien como Nora pueda tener las oportunidades que le puedas ofrecer, pero ella no se encuentra aqui- dijo la señora Gabriela, mis esperanzas se hicieron añicos
-Ella se fue el día de ayer- completo el señor Manuel
-Supongo que tendré que esperar a que inicien las clases en la universidad para ir a buscarla- dije haciendo una pequeña sonrisa.
-¡Tomás! ¿en serio eres tú? Te extrañe mucho- dijo aquella adolescente que ahora me abraza con los ojos cristalinos a punto de salir sus lágrimas
-¡Jessica! Que te he dicho sobre hacer estos berrinches- dijo su madre furiosa, aunque algo confundida, su padre tambien se veía enojado; yo correspondi al abrazo
-No se preocupe señora, esta bien- respondí yo muy tranquilo
-Jessica, acaso eres admiradora de él o algo asi- la miro su padre cuestionando la
-No Padre, Tomás si es un científico y todo eso, pero también...era amigo de Nora y mio hace mas de 5 años- dijo ella casi temblando, en serio les tenía tanto miedo a sus padres
-Disculpe señor, señora, pero Jessica tiene razón, yo fui amigo de su hija desde mas de 12 años, solo que tuve que irme de México a Estado Unidos, no quiero que confundan mis intensiones, ya que me fui durante 5 años, pero regrese por que el gobierno de México solicitud mi  presencia, como no conozco a nadie más vine a buscar a Nora como mi ayudante, es mi única vieja amiga en la cual confio para llevar a cabo un proyecto, además sus notas hablan muy bien de ella, pensé que podría ser de ayuda- termine de decir, incluso yo también sentí miedo en ese momento, Jessica se sentó a un lado mio
-No se como Nora puede ser amiga de alguien tan importante- dijo la señora Gabriela
-Encontraras a alguien mejor que no sea tan inservible como ella- dijo el señor Manuel, yo no entendía porque hablaban así de ella
-No, no claro que es buena ayudante
-Tomás, ¿me acompañas arriba, quiero darte algo?- dijo Jessica rompiendo la tensión
-Señor, señora ¿me lo permiten?
-Claro, ve- dijeron ambos

Jessica me tomo de la mano y me llevo casi corriendo al segundo piso, entramos a su cuarto al parecer
-Te extrañe mucho- me abrazo y no pudo contenerse, sus lágrimas empaparon sus ojos, yo correspondi el abrazo
-Yo también te extrañe... y Nora ¿porqué se fue?- se separo del abrazo, cuando lo hizo pude observar una pulsera en su brazo, esa pulsera era de Nora
-Ella se fue porque tuvo una discusión muy fuerte con mis padres... Tomm, es verdad que ella...¿s-se cortaba?- su mirada estaba triste, como es que ella lo supo
-Si ella se autolastimaba de muchas maneras, jamás te quise decir...porque en ese entonces eras muy pequeña para entenderlo, siempre intente ayudarla con eso aunque no quería que lo hiciera
-Ya lo se y entiendo porque lo hacia- dijo aun mas triste con lagrimas en sus ojos, sin dudarlo la abrace, cuando la abrace a sus espaldas vi ¿vendas?... oh no, no ella, porque ella tambien, repeti en mi cabeza
-Jessi, me responderías algo con toda sinceridad
-claro
-Tu ¿te cortas? También- ella de inmediato se puso nerviosa, tome su brazo, levante la manga de su blusa, pude ver, todas esas cortadas, me recordaba tanto a Nora y me dolía ver a su hermana de esa manera
-Lo siento...
-No tienes porque disculparte, esto no es tu culpa, es de ellos, te han hecho el mismo daño
-Si, pero ya no lo haré, se lo prometí a mi hermana, antes de que se fuera, además me dio su pulsera, no es tan valiosa, pero se lo importante que era para ella
-Linda todo estará bien, prometo que te ayudare- le dije, en serio me dolía verla tan mal
-Gracias- se dirigió hacia un mueble que tenia en su cuarto, tomo unos objetos y se acerco a mi
-Te quiero dar esto de mi parte, siempre seras importante para mi- puse mi mano, coloco una pulsera de color negro en mi brazo, la abrace
-Gracias
-Y este es de parte de Nora, me la dio y dijo que si algún día volvías te lo entregara- me entrego un sobre. Lo iba abrir para ver que contenía dentro pero Jessica me detuvo

-No lo abras, no ahora, Nora dijo que lo hicieras cuando te fueras de la casa
-¿Sabes porqué?
-No, solo me dijo eso
-Está bien- dije con pocos ánimos, revise la hora, ya me tenia que ir.
-Jessi, ya me tengo que ir, a causa de mi trabajo, prometo volver a visitarte
-Entiendo, gracias- me dio un abrazo al cual correspondi, me acompaño a la planta baja, en sala me despedí de los señores, quienes me dieron la dirección del departamento de Nora, salí de su casa, rumbo de nuevo a Morelia, ya que tenia una reunión con el gobierno ahí.
-Me hubiera gustado encontrarte Nora... -dije mientras conducía.





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