La Flor Púrpura del Campo | Naruto Uzumaki

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- ¿En dónde está el Kazekage? - puse aún más presión en su cabeza.

- No voy a decirte nada... ¡bruja!

- Bola de imbéciles, realmente se quieren hacer los héroes conmigo... ni si quiera eso saben hacer, provocarás que mate a más gente y eso, amigo mío, no te conviene.

- Tch~. - forcejeó sin poder liberarse de mi agarre.

- No entienden nada... - pise su cabeza con más fuerza hasta que explotara - Cada día más gente estúpida en este planeta.

Miré al pobre shinobi tembloroso que me miraba desde la esquina de la puerta con una larga fila de cadáveres detrás mío. «Que divertido, un llorón.»

- ¿Tu me vas a dar la información que necesito o quieres terminar como ese tonto de ahí? - señalé al tipo que estaba a mis pies sin cabeza.

- Yo... - me miró aterrado.

Al idiota se le ocurrió correr. «Me hacen trabajar más de la cuenta.» Refunfuñé y lo seguí caminando, cuando al parecer se quedó sin camino, lancé un aura de chakra a el y lo atraje hacia mí.

- Comienzas a cansarme, dime dónde está y posiblemente salgas con vida de este callejón. - sonreí.

- ¡Se lo llevaron! - lo miré confundida - Unos miembros de una sociedad llamada "Akatsuki" vinieron, hicieron estragos en la aldea y se lo llevaron.

- Ugh... Akatsuki, esos imbéciles siempre se meten en mis planes. ¿Fueron tras ellos? me imagino que sí. ¿A quienes mandaron?

- Escuché que el consejero del Kazekage quedó muy mal herido al intentar ir tras ellos y fallar en el intento, por eso llamaron a shinobis de Konoha para ayudar a encontrar al Kazekage. Ya deben estar cerca.

- Konoha... que emocionante.

El aura de chakra que rodeaba al shinobi lo termino aplastando hasta dejarlo hecho trizas, caminé de nuevo a la entrada de la aldea para esconderme y esperar a que lleguen los ninjas de la hoja a traerme al Kazekage sano y salvo.

A los quince minutos de estar sentada en la entrada pude distinguir a lo lejos personas acercándose «Por fin llegan, comenzaba a aburrirme.» Me levanté y me escondí en la parte de arriba de la entrada para que no pudieran localizarme, el problema es que en cuanto más se acercaban más podía distinguir quienes eran... quién era.
Cuando entraron a la aldea fuí detrás de ellos en todo momento lo suficientemente lejos como para que no me detectaran y así fué hasta que entraron al hospital que, hasta donde yo sé, estaba internado el hermano del Kazekage... Salían y entraban shinobis, entre ellos Sakura pero nunca Naruto a quien tanto ansiaba ver hasta que después de unas horas todos salieron, entre tanta bulla no pude escuchar mucho pero lo único que pude distinguir de toda la conversación fue un comentario de Naruto;

- Tenemos que rescatar a Gaara...

«Gaara, así que consiguió hacerce Kazekage. Vaya sorpresa.» Cuando me fuí de esta apestosa aldea todos lo detestaban y ahora resulta que se convirtió en el líder de esta gente, «Que mundo tan extraño el que habito.»

- El es mi amigo, no podemos dejarlo a su suerte~...

Dijo Naruto de nuevo «¿Su amigo? No.. ¡¿El Kazekage es amigo de Naruto?! Eso complica las cosas, si Naruto quiere proteger a ese tipo no me va a quedar de otra que-.. Que dilema, ¿por cual voy?¿el amor de mi vida o mi orgullo y el legado de mi padre?... En cierta forma hacerle daño al amor de mi vida es dañar mi orgullo también» Suspiré fastidiada «Aunque... puedo hacer daño al Kazekage sin atacarlo directamente.»

- ¿Problemas? - cuestionó la voz de un hombre detrás mío.

- Ya sabía que contra un jounnin de tu calibre no podría. - reí y lo miré sarcástica - Aunque debo decir que tu nombre me intimida no es como para ponerse a temblar, ¿no lo crees, Kakashi?