Me levanté algo desorientada, quité con delicadeza las sábanas que cubrían mi cuerpo y me vestí. Al no escuchar ni un solo ruido en casa, me encaminé a la cocina buscando a mi lindo joven rubio, pero lo único que pude encontrar fué un tazón de ramen ya preparando y una nota sujetada por los palillos.
•| ¡Buenos días! Tuve que salir a una reunión de emergencia con la abuela Tsunade, no es nada grave, creo. No quise despertarte, supuse que estabas cansada, pero te dejé preparado el desayuno, espero y no lo encuentres frío.
Te veo hoy por la tarde. |••| Te quiero mucho. |•
«No recordaba que tuviera una letra tan fea.» Reí levemente mientras palpaba el tazón por fuera, estaba caliente aún, eso significaba que no había salido hace mucho. Me senté sonriente en la mesa del comedor y comencé a comer el ramen que mi amado me había preparado con mucho cariño.
Mi actitud optimista de disolvió en instantes cuando de golpe sentí el chakra del demonio albino que me había visitado horas atrás, detrás de mí, rondandome.
- ¿Ahora qué? — dije en un notable tono fastidiado y sin tomarme si quiera la molestia de voltear a verlo.
- Solo pasaba por aquí... — dijo poniendo su fría mano sobre mi cuello, con delicadeza — En realidad quería informarte sobre un cambio de planes.
Me dieron escalofríos al sentir su piel escamosa sobre mí, tanto que se me había ido el apetito y decidí dejar el ramen de Naruto a un lado.
- Bueno, ya que no preguntas te lo diré. Te irás hoy mismo.
En cuanto dijo esas escasas cuatro palabras mi cabello se erizó de furia y pude sentir esa tensión en la garganta que se siente cuando quieres decir mil y un maldiciones. En cuanto me iba a girar con brusquedad para alegar al respecto su mano puso presión sobre mi cuello y pude sentir verdadero temor.
- No quiero que alardees... es tedioso. Mejor ahórrate las palabras, igualmente, ya sabes lo que pasará si no acatas mi orden. No hay opción.
- ¿P-Puedo esperar a que llegue? — dije entre tartamudeos mientras me aferraba a la mesa.
- Por supuesto que no. Si me descuido puedes dejar pistas de dónde podrías estar, eso no te convendría... no dejaré que si quiera intercambien palabras, eso te debilita.
Suspiró y, burlón, me tomó de las manos con la intención de "tranquilizarme" ya que había notado que por la presión que estaba haciendo sobre la mesa estaba a punto de romperla.
- Sobra decir que entrenarás día y noche en el lugar en que te quedarás, te estaré vigilando, cualquier movimiento que hagas lo veré. No te recomiendo querer engañarme. Serás mucho más fuerte de lo que eras antes de venir a este lugar tan soso y conformista... serás lo que Orochimaru siempre quiso.
Me levanté de la mesa con lentitud y después de dar un corto suspiro de resignación, comencé a caminar hacia la salida de la cocina. Kabuto, al ver mi actitud tan calmada se quedó en donde estaba, supongo que sabía que no intentaría nada... él solo caminó hacia la salida de aquella casa, poniendo su pálida mano sobre la perilla mientras esperaba a que fuera junto a él para irme.
No iba a dejar esto así, decidí invocar una serpiente de la manera más silenciosa posible, escribí una corta nota en un pergamino, lo enredé en la serpiente y se fué por la ventana tan rápido como pudo. Me inqué frente a la cama y, ya harta de la situación, grité con todas mis fuerzas ahogando el sonido entre sus suaves cobijas, para segundos después, retirarme con calma del lugar, caminando fuera de la casa que tanto amor mío guardaba mientras los pasos de Kabuto me seguían.
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La Flor Púrpura del Campo | Naruto Uzumaki
FanfictionFanfic estilo personaje × OC. De entre todas las flores tú fuiste la más bella, pero como todo en esta vida, pediste tu color y tu brillo y quedaste como la segunda más bella flor. ⚠️ Está historia tiene capítulos con partes subidillas de tono, bajo...