Capítulo 14: Visita A Hogsmeade

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El sol luchaba contra las nubes que intentaban ocultarlo haciendo que de vez en cuando brillará y en otras veces terminara oculto detrás de las nubes. En el castillo Hogwarts Severus  estaba en sus habitaciones, era sábado por la mañana y ese día irían de visita a Hogsmeade junto con los de tercero, el no iba a ir pero su querido padre Albus Dumbledore lo persuadio para que fuera junto con la nueva profesora Granger así que no tuvo más opción que aceptar. Dejó el plato de su hijo en la sillita alta y fue hacia la habitación de este, el niño se encontraba durmiendo tranquilamente, Snape le dio unos toquecitos en la espalda para despertarlo y el bebé se removió molesto

— Harry tenemos que irnos —dijo Snape  agarrando en brazos a su hijo, Harry lo miró mal

— iremos a Hogsmeade junto con los de tercero - anunció con disgusto — también irá tu amiga Granger

Harry no se animo con esto, no quería ir, quería dormir! Era sábado! Snape cambio al bebé de ropa, pañal y lo llevó hacia la cocina para darle su desayuno pero este no quiso comer, Snape cambio de estrategia y le dio un yogur bien frío que el niño aceptó de mala gana ya que le ayudaba con el dolor de encías que estaba teniendo tan seguido últimamente.
Cerca de las ocho de la mañana severus se puso su túnica verde esmeralda, agarro a su hijo en brazos y salió hacia el vestíbulo, en el camino encontró a varios slytherins que lo saludaron respetuosamente y siguieron su camino, terminó de subir las escaleras y encontró una gran multitud de alumnos reunidos mientras eran llamados por Flitwick que revisaba los permisos y dejaba pasar a los que lo tenían firmado y eran auténticos. Luego de que todos estaban listos, Granger se acercó a él y saludo a su amigo Harry que le dedico una media sonrisa

—está listo profesor? —preguntó Hermione feliz

Snape la miró mal

— oh... Si no quiere ir le puedo decir a la profesora Mcgonagall que le sustituya — sugirió Granger duditativa

—no es necesario Granger— respondió con pesar Snape — creo que a Harry le haría bien salir

Harry lo miró mal, Hermione le sonrió  al bebé y Snape rodó los ojos exasperado. Una vez que todos estuvieron listos partieron en grupo hacia Hogsmeade, los profesores iban detrás para controlar y observar mejor a los alumnos que iban con ellos. Harry por otro lado no estaba feliz, el dolor de encías era cada vez peor y estaba seguro que su padre había olvidado su anillo de dentición una vez más, se acomodó en su pecho y disfruto un poco del viaje, noto que su amiga le lanzaba alguna que otra mirada inquisitiva pero no decía nada.
Llegaron al pequeño pueblo y los alumnos se dispersaron yendo cada uno al lugar que querían ir. Snape antes de que Hermione le pudiera decir algo se escabulló a una pequeña tienda de pociones, bueno de calderos, la tienda se llamaba: Tienda de Calderos Potage, entro en ella y recorrió las estanterías, debía cambiar algunos calderos que se le habían quedado cortos o que sencillamente no daban el cien por ciento de su capacidad. Luego de veinte minutos algunos calderos flotaban detrás de él mientras se dirigía a la dependienta para pagarle. La chica envío los paquetes a Hogwarts y Snape salió tranquilamente del lugar, Harry por otro lado y desde que había llegado al pueblo sentía que alguien los seguía muy de cerca, coloco su cabeza sobre el hombro de su padre y observó el lugar, algunos alumnos paseaban por las calles principales y magos y brujas aunque pocos también habían por allí paseaban también. No encontró nada que pudiera decir que lo estaban siguiendo pero la sensación no se iba de ninguna forma y eso lo ponía nervioso.

—que pasa Harry? —pregunto Snape por lo bajo al ver la mirada preocupada de su hijo

Harry lo miro por unos momentos  y negó con la cabeza, no quería preocupar a su padre con cosas tontas.  Snape le lanzó una mirada desconfianza pero siguió su camino, paso por la tienda de Sortilegios Weasley y vio que dentro de la tienda los gemelos mostraban sus productos a sus clientes, Fred se percató de su profesor de pociones y le saludo, Severus le dedicó una media sonrisa casi imperceptible y continuo su camino pero no llego muy lejos ya que los gemelos lo alcanzaron

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