Un Nuevo Comienzo

Capítulo 23: Berrinches

Severus abrió los ojos de golpe, apenas se despertó escucho un ruido en su habitación, años de espía le ayudo a adquirir habilidades muy buenas, como por ejemplo la de levantarse de golpe y en completo silencio agarrar su varita de la mesa de noche, apunto con ella en plena oscuridad hacia donde había escuchado el ruido. Sintió como algo se subía por la cama, apunto su varita , si lo que sea que estaba en su habitación quería atacarlo el estaba preparado, la varita brillo y un hechizo color rojo salió disparado golpeando contra algo y ese algo cayendo al suelo. Escucho un llanto de bebé... Harry!!! Con un movimiento de su mano prendió las luces y vio a su hijo de un año tirando en el suelo llorando, el bebé lo miro muy dolido, Snape lo agarró en brazos

— lo siento Harry — se disculpó Severus con su bebé — debes llamar antes pequeño

Harry siguió llorando, era aún muy tarde en la noche y el niño había tenido una pesadilla así que se dirigió al cuarto de su padre en busca de consuelo, solo para terminar siendo atacado por este. Snape se paseo por la habitación tratando de calmar a su hijo, se sentía terrible, como iba a haber alguien en sus habitaciones? Estaban en el castillo Hogwarts y ahí nadie entraba sin que el director se enterara primero. Fue muy estupido de su parte.  Luego de una hora de que su hijo paso llorando ( más por drama que otra cosa ) logro hacerlo dormir nuevamente. Pero en vez de llevarlo a su cuna se acostó en su cama y coloco a su hijo al lado, Harry inconscientemente se aferró a su padre y así Severus termino quedándose dormido también.

Cuatro horas después Severus sintió como algo o más bien alguien se trepaba a su cuerpo, sintió las pequeñas manitos en su hombro tratando de despertarlo pero se hizo el dormido para ver que hacia su hijo. Harry por otro lado miro a su padre, tenía hambre!! Porque no se despertaba ? Tal vez estaba cansado, lo había despertado anoche por una estúpida pesadilla y ahora tenía sueño. Harry se bajó de la cama de espalda y abrió la puerta de la habitación, salió al pasillo y llego hasta la cocina, observó el lugar, todo era muy alto desde su altura. Se acercó a una silla y la arrastró hacia la cocina, se subió a ella y pudo ver mejor las cosas, ahora debía encontrar un encendedor tal vez? O como prender la cocina de otro modo, tal vez con su varita? No , no la tenía y la de su padre tampoco ya que se aseguraba de no dejarla al alcance de su hijo. El bebé levantó la vista y noto un pequeño compartimiento donde habían encendedores, pero claramente no lo alcanzaría, se sintió frustrado y más cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, como pensaba que iba a cocinar un bebé de un año? Se bajó de la cocina enfurruñado y dejo la silla donde estaba. Se dio la vuelta para encontrar a su padre parado  mirándolo furioso

— me alegra saber que todavía tu mente adulta funciona — gruñó Snape llegando hasta el en tres grandes zancadas y agarrándolo en brazos

Lo coloco en su sillita alta, esta vez no lo castigaría, por lo menos había usado su sentido común y eso era algo. Saco de los muebles un paquete de cereal y un plato, volcó el primer contenido en el platito de su hijo y se lo dio con una cuchara, Harry miro la cuchara con interés y luego su comida, prefería comer con sus manos, Snape le dio la cuchara en la mano y le señalo su plato. Harry obedeció esta vez, Snape se sentó a su lado a desayunar tranquilamente, ambos en silencio absoluto, una vez que terminaron sus respectivos desayunos Severus se dirigió hacia su hijo

— tengo clases que dar, Molly Weasley no puede cuidarte y Albus está ocupado. Así que pasaras las clases conmigo — informo Severus seriamente — no quiero ningún berrinche mientras esté dando clases. Porque créeme que no te gustará las consecuencias

Harry parpadeo como lechuza, que lástima, el que tenía planes de hacerle un poco difícil la vida a su padre. Vio que Snape esperaba una respuesta así que asintió con la cabeza. Severus le llevo hasta su cambiador y le cambio la ropa de color negro. Severus salió de sus habitaciones y se dirigió hacia su salón de clases, allí en un rincón había un corralito negro, coloco a su hijo allí con varios juguetes para que pudiera entretenerse. El se dirigió hacia su escritorio y saco del cajón una pluma, pergamino y tinta, comenzó a escribir en el pergamino mientras esperaba a sus alumnos. Al cabo de quince minutos estos comenzaron a entrar en el aula, se fueron sentando en silencio en sus asientos. La clase comenzó como cualquier otra, estaba la casa Ravenclaw y Hufflepuf junta, comenzaron picando ingredientes según las instrucciones de la pizarra que Snape había dejado para que siguieran. Al cabo de un tiempo el salón se lleno de humo de color verde pero lo único que se escuchaba era el sonido que hacían los estudiantes al cortar, picar y triturar ingredientes.

Harry por otro lado estaba aburrido, tenía peluches para jugar pero no le interesaban en lo absoluto. Se paró en su corralito y observó a los estudiantes, noto una cabellera negra conocida, era Lindy la chica de Hufflepuf. Ella levanto la vista y encontró  a harry mirándola, le dedico una pequeña sonrisa y continuo con su pocion ya que su profesor de pociones le dedico una mirada furiosa. Harry volvió a sentarse en su lugar, estaba increíblemente aburrido, y si intentaba salir? no, Snape lo mataría pero acaso le importaba? no , claro que no. Se volvió a levantar e intento salir pero su padre lo atrapo en pleno acto. Se acerco a su hijo y volvió a ponerlo dentro del corralito dedicándole también una mirada furiosa, Harry se la devolvió. Snape se dio la vuelta y continuo con su clase no alejándose demasiado de su hijo. El bebe se quedo alli analizando sus sentimientos, o el lio que tenia de ellos. 

— papa!!— llamo el bebe 

Severus se giro y le dedico una mirada gélida, a Harry se le llenaron los ojos de lagrimas, solo quería estar con su padre y el no queria, se largo a llorar llamando la atención de los estudiantes, Snape se giro bruscamente, se inclino sobre el corralito y susurro 

— estoy dando clases. Te dije que no quería ningún berrinche —Susurro Severus

Harry lo miro por unos segundos y estiro sus manitos hacia su padre, al menos si no queria jugar con el podía tenerlo en brazos, no molestaría.

— no—  dijo firmemente su padre 

Harry lloro aun mas fuerte. Los estudiantes continuaban mirándolo, hasta que uno de ellos logro como era tradición en cada clase de Snape, explotar su caldero. La poción a medio terminar termino en la mitad de los estudiantes, algunos sisearon de dolor y otros tenían en sus rostros muestras de dolor. Snape se movió entre los estudiantes y vacío el caldero de el estudiante causante de la explosión, se giro y fue hasta su escritorio donde saco una pequeña pocion color azul, se la dio a cada estudiante herido. Luego de cinco minutos y que todos los alumnos hubieran recibido su antídoto, Snape despedido  a la clase, una vez que el último estudiante cerro la puerta tras el, Severus se giro hacia su hijo, sus ojos brillaban peligrosamente, Harry se encogió en su lugar aun con lagrimas en sus ojitos

— ves porque te digo que no quiero berrinches?— pregunto furioso acercándose a el 

Harry lo miro mal, no estaba haciendo un berrinche!! solo quería jugar!! Harry balbuceo algo molesto, Snape solo lo miro pero no lo recogió en brazos como le pidió el bebe. Las emociones de harry eran un lio, su parte adulta entendía que su padre tenia que dar clases y no podía estar atento a el, pero su mente infantil reclamaba la atención de su padre haciendo caso omiso a su lado "racional". Severus por otro lado se aparto de el y se volvió a sentar en su escritorio reorganizando el lío de papeles que ahora  tenia. Harry se acostó en su corralito sintiéndose solo, bostezo y cerro sus ojitos, antes de dormirse escucho como su padre le cantaba una canción 

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