•𝙽𝚘 𝙴𝚡𝚙𝚎𝚌𝚝𝚊𝚝𝚒𝚘𝚗𝚜• [𝐁𝐫𝐢𝐚𝐧 𝐉𝐨𝐧𝐞𝐬]

No les escuches

"¿𝐵𝑟𝑖𝑎𝑛...? ¡𝐷𝑒𝑠𝑝𝑖𝑒𝑟𝑡𝑎, 𝑝𝑜𝑟𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟!"

Una voz sonaba una y otra vez, y esto despertó al rubio.

Abrió los ojos rápidamente, pero no vió a nadie cerca. Se levantó un poco cansado y abrió la puerta del baño, donde se había quedado dormido.

Miro hacia los lados, pero al parecer no había nadie despierto y eso desconcertó un poco a Brian.

Apenas era de día, el reloj marcaba las 9:00 de la mañana. Bajó las escaleras y vió a Keith durmiendo en el sillón, pero le ignoró y se sentó en uno de los sillones.

Se quedó con la mirada totalmente perdida, pensando simplemente en qué iba a hacer aquél día, aunque no tenía muchas ideas.

Sus pensamientos se esfumaron cuando notó que el azabache abría los ojos lentamente y bostezaba. Cuando abrió completamente los ojos observó a Brian, quien apartó la miraba rápidamente y siguió con lo suyo.

-Quedate un poco más si lo deseas- dijo finalmente el rubio. -pero sólo hasta que te despejes del todo- trató de ser serio.

-Gracias..- respondió Keith, para después apartar la sabana que le cubría y levantarse.

De pronto, Abbey bajó las escaleras, y Jones fijó su atención en ella. Esta le miró también y se sonríeron el uno al otro.

Pero la angustiada voz de antes volvió a su mente.

"¡𝐵𝑟𝑖𝑎𝑛, 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑒, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟!"

Sacudió levemente su cabeza y se quedó pensando. ¿Que se supone que eran esas voces?

Decidió volver a restarle importancia y seguir con sus cosas. Se levantó y fué hacia la cocina, donde se encontraba Abbey.

Richards le siguió con la mirada y soltó un pequeño suspiro. Se arrepentía de haberle dejado sólo y quería arreglar las cosas con él. Pero no era momento para pensar en eso, dentro de poco se tendría que ir.

Comenzó a recoger sus pertenencias y se dirigió hacia la puerta. Abbey le vió y fué hacia él, lo que molestó un poco a Brian.

-Abbey..- el menor quiso decir algo, pero el rubio se acercó a ellos y le interrumpió.

-Adiós, Keith- dijo, dándole a entender que se fuera lo antes posible.

Richards se acercó a la rubia y le susurró en el oído para que Brian no escuchara.

-Cuida de él- y dicho eso, se fué del hogar.

Abbey trató de entender lo que le había dicho mientras cerraba la puerta, y después asintió sonriendo un poco.

Brian vió esto y se cruzó de brazos, esperando una respuesta por parte de su amiga.

-Sé lo que te hizo, pero creo que deberías plantearte las cosas con él- recomendó, y volvió a la cocina.

-¿Pero que te ha dicho?- la expresión del mayor pasó de molestia a intriga
Abbey volteó y rió por la insistencia de Jones.

-Que cuide de tí-

Brian se sorprendió un poco, pero trató de ser serio y pensar que Richards lo dijo para dar pena.

-Y...¿Lo harás?-

La rubia sonrió y se dirigió hacia él, a lo que ambos quedaron más cerca y pudieron observar mejor los ojos el uno del otro.

-Por supuesto- afirmó esta y Brian sonrió ampliamente, haciendo ver sus dientes, para después abrazarse entre ellos.

Jones asimiló que ella era la indicada, aunque tenía miedo de arruinar su amistad por eso.

Pero recordó lo que su amigo le dijo.

"𝑉𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑎𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑜 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑣𝑎𝑦𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑒𝑟𝑑𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑠𝑜"

Se quedó pensando mientras se separaban y sus mirabas se conectaban nuevamente, con un brillo en ellas.

Brian fué acercando cada vez más su rostro, lo cuál tomó por sorpresa a Abbey. Sus corazones latían cada vez más con cada segundo que pasaba, hasta que parecía que iban a estallar cuando finalmente sus labios se unieron.

Los ojos de la rubia se abrieron, no esperaba eso por parte de Brian.
Finalmente cerró los ojos y correspondió el beso, lo cuál alegró a su compañero, y continuaron así hasta que se separaron por falta de aire.

-Yo también cuidaré de tí- respondió el mayor a la frase anterior, y ambos rieron.

Brian se quedó observando las finas facciones de Abbey y llevó una de sus manos a su mejilla para acariciarla con su pulgar, a lo que esta no dejó de sonreír.

Se abrazaron y se quedaron así durante unos minutos, hasta que se separaron y volvieron a mirarse nuevamente.

-¿Que vamos a hacer hoy?- preguntó Abbey cambiando de tema.

-Fué justo lo que estuve pensando, pero no lo sé- aclaró Jones. -Podemos pasar el tiempo juntos- dijo rodeándo la cintura de la rubia con sus brazos.

-Eso es lo que hacemos todos los días- rió la chica.

-Por eso. Me gusta pasar el tiempo contigo- afirmó Brian.

-¿Ahora te has vuelto más cursi?- preguntó Abbey irónicamente mientras se separaba y subía las escaleras.

El mayor rió y se asomó por la ventana del lugar. El día estaba soleado, lo cuál le alegró.

El resto del día transcurrió con normalidad. Pasaron el tiempo juntos, como siempre, salieron a comprar cosas y estuvieron en el jardín de la casa. Y obviamente las muestras de afecto por parte de ambos no faltaron en ningún momento.

Pero había algo extraño ese día.
Jones tenía el presentimiento de que algo malo estaba sucediendo, aparte de las extrañas voces que siguieron atormentadole durante todo el día, aunque claro que este no lo dijo en ningún momento.

Trató de ignorarlo todo el rato, aunque claramente también le asustaba un poco.

Por la noche, él y Abbey cenaron y se sentaron en el sofá, siendo tapados ambos por la misma sabana al rededor de todo su cuerpo, dejando ver sólo sus caras.

Estuvieron riendo y contando cosas, como hacían siempre. El tiempo afuera había empeorado y estaba lloviendo, por lo que hacía un poco de frío, pero decidieron exagerar con las mantas.

En uno de esos momentos, Brian volvió a besar a Abbey. Fué un beso más intenso, pero no dejaba de demostrar el amor que ambos compartían.

Jones se colocó encima de la rubia, y esta trató de incorporarse para no estar incomoda. El mayor bajó sus labios hasta su cuello, pero esta le apartó.

-Ahora no- negó con un leve sonrojo. Brian alzó una ceja y rápidamente llevó sus manos hacia su cuerpo para hacerle cosquillas.

-¡Brian!- dijo Abbey entre risas. Estuvieron un tiempo así, hasta que ambos se cansaron y finalmente el ojizarco se tumbó al lado de ella.

Ambos bostezaron, y antes de que pensaran en ir a la habitación para dormir, el sueño les ganó y quedaron dormidos ahí mismo.