•𝙽𝚘 𝙴𝚡𝚙𝚎𝚌𝚝𝚊𝚝𝚒𝚘𝚗𝚜• [𝐁𝐫𝐢𝐚𝐧 𝐉𝐨𝐧𝐞𝐬]

Ya es tarde

Dos días habían pasado desde todo aquello, y todo seguía igual.

Menos una cosa.

Todo era cada vez más extraño para Brian. Las voces que había estado escuchando seguían gritando en su cabeza, y su aspecto físico cada vez iba a peor.

Comenzó a tener ojeras marcadas, y estaba cada vez mas palido. Pero al parecer, él era el único que veía eso, porque la gente de su alrededor decía que seguía igual.

Todo había sido confuso para Jones hasta que las cosas se arreglaron principalmente gracias a Abbey, pero ahora todo se estaba volviendo oscuro de nuevo.

Brian pensó que quizás estaba delirando, pero tampoco encontraba alguna razón para eso.

---------------

Eran la una de la tarde, y el timbre de la puerta sonó.

Brian y Abbey, quienes estaba en la cocina sentados, intercambiaron miradas y decidieron que fuera Jones quien abriera la puerta.

Se levantó mientras hacía todo lo posible en su mente para que no fuera Keith de nuevo.

Y para su suerte no fué así, pero se llevó una sorpresa cuando vió quién estaba tras la puerta.

-Hola, Brian-

-Oh...Hola, Charlie- saludó con una pequeña sonrisa. -Y... Shirley-

La chica saludó de igual manera, y Jones dejó que ambos pasaran.

-¿Que hacéis vosotros aquí?-

-Se que es un poco repentino presentarnos sin avisar, pero hacía tiempo que no te veíamos desde lo de la banda, y estabamos un poco preocupados por tí al no saber nada nuevo- explicó Watts mientras todos tomaban asiento en la sala.

Abbey fué a ver y también se extrañó cuando vió a los Watts, pero les saludo amablemente y se sentó con ellos.

Tomó asiento junto a Brian, y entrelazaron sus manos. La otra pareja se dió cuenta de esto, pero fué Shirley quien decidió preguntar.

-Siento si incomodo con la pregunta, pero... ¿Abbey y tú sois pareja?-

Ambos abrieron los ojos ante la pregunta.

-De echo, sí- respondió Brian tímidamente, y miró a Abbey- y estoy feliz de tenerla- se sonrieron entre ellos.

-Bien, me alegro de que al fin hayas encontrado a alguien después de lo ocurrido con... Keith, ya sabes- felicitó Charlie.

-Gracias, pero no saques ahora ese tema, por favor-

-Lo siento-

Continuaron haciendo preguntas entre ellos, hasta que Brian se sintió un poco raro, de nuevo.

-Disculpad, voy al baño un momento- avisó el rubio, y subió las escaleras rápidamente.

Cerró la puerta del baño y observó su aspecto. Estaba horrible, sus ojeras habían oscurecido un poco más y su rostro estaba más delgado.

De pronto, sintió ganas de vomitar, y sin previo aviso soltó lo que parecía ser una mezcla de sangre y saliva hacia el lavabo.

Estaba un poco mareado, y las voces de su mente volvieron. Trató de ignorarlas, pero esta vez eran más insistentes que la otra vez y terminaron agobiando al rubio.

Se arrodilló en una esquina del suelo, envolviendo sus piernas con sus brazos, y comenzó a gritar.

-¡Basta ya!, ¡Basta ya, porfavor!- se quejó con un hilo de voz. Ahora tenía miedo. No entendía que le estaba ocurriendo.

Las personas de abajo le escucharon, y subieron rápidamente a ayudarle.

Charlie abrió la puerta y observó la sangre que el menor había vomitado anteriormente. Abbey entró y se arrodilló junto a Brian mientras le abrazaba.

Las voces cesaron.

-¿P-porqué me está pasando esto...?- dijo alzando la vista y mirando a la chica.

-Brian, ¿Has.. vomitado sangre?- preguntó Watts preocupado, refiriéndose al liquido que había en el lavabo. Abbey se levantó y miró el lugar en el que se encontraba aquella sustancia, aterrorizada.

-Ven, Brian- dijo levantándole. Le llevaron a la habitación y trataron de cuidarle, mientras Jones seguía procesando todo lo que estaba sucediendo.

Pasaron unas horas, y Charlie y Shirley seguían cuidando de Brian junto a Abbey.

Esta última estaba sentada en una silla junto a la cama en la que se encontraba el chico, acariciándole la mejilla y sonriéndole, tratando de calmarle.

-¿Quieres un poco de agua?- preguntó, y Jones asintió. Inmediatamente la joven se fué de la habitación en busca de un vaso de agua, y Charlie decidió preguntar.

-¿Que te había pasado antes?-

-No lo sé...- pausó y suspiró, para después contar lo ocurrido -me pasa desde hace tiempo. Y... a veces escucho voces, pero no sé porqué- Brian miró a su compañero, esperando que no creyera que estaba loco o algo parecido, y para su suerte no fue así.

-¿Que tipo de voces?- continuó Watts concentrado en cada palabra que el rubio dijera.

-Me gritan cosas, como tratando de "despertarme" o cosas así, pero no sé a qué se refieren- la voz de Brian seguía débil.

-¿Y lo de la sangre, desde cuando te ocurre?-

-Eso sí es la primera vez que me ocurre-

Charlie trató de entender lo que el chico le decía, aunque no lo comprendía del todo. Suspiró y siguió hablando.

-¿Y no has pedido ayuda?- estaba cada vez más preocupado, claro que lo estaba, y quería ayudarle.

-No, nisiquiera se lo dije a Abbey...- dijo cabizbajo, y en ese mismo momento la chica entró a la habitación con el vaso de agua.

-¿Que pasa conmigo?- preguntó mientras le entregaba el agua a Brian y se sentaba nuevamente en la silla.

Brian suspiró mientras miraba a Charlie, y estuvo unos minutos explicándoles lo ocurrido. Contó todo, menos lo de su aspecto físico.

El rostro de Abbey mostraba mucha preocupación, y cuando el rubio terminó de hablar, fué a abrazarle.

-Debiste de habérmelo dicho antes- dijo apenada.

---------------

Horas mas tarde, la pareja se tuvo que ir a su hogar, dejando nuevamente a Brian y a Abbey sólos.

Ya era de noche, el rubio ya se había recuperado un poco y ahora estaba sentado en el jardín de su casa, mientras escribía en su libreta como de costumbre.

Minutos después, comenzó a llover, lo cuál obligó al chico a entrar a casa nuevamente.

Subió a la habitación junto a Abbey, dejó su libreta en la mesilla y se metió en la cama.

Ambos se acostaron y quedaron cara a cara. Brian aprovechó eso y besó tiernamente a la chica, pero sentía algo raro.

Como si algo le adivirtiera de que sería su último beso.

Se quedó mirando al techo, y antes de que pudiera dormirse, todo se volvió oscuro y lo único que pudo escuchar fué un pitido.