Capítulo 5: La llamada.

197 81 109
                                    

No puedo dejar de mirar la nota. Me muevo de un lado a otro sin saber que hacer, creando un debate interno sobre si debería hacer caso a lo que dice o no. Luego de unos minutos de completa tensión y de preguntas sin aparentes respuestas, agarro mi móvil y escribo el número. Detengo mi dedo a medio camino de llamar, tratando de terminar de convencerme de que si lo hago no pasará nada malo.

Hay tantas cosas que no entiendo... ¿Él cree que soy suya? Menudo imbecil, no soy un objeto para ser de nadie.

¿En serio te pones a pensar en tu lado nada sumiso en una situación como esta?

Unos toques en la puerta me traen a la realidad, ganándose un buen susto por mi parte. Guardo la nota instintivamente y camino hacia la puerta.

Al abrir me recibe la tierna sonrisa del señor Hope.

-Hola Sydney. Tengo una fantástica noticia -Dice con tono entusiasta. Abro la boca para contestar pero él sigue -¿Está Nolan? -pregunta curioso.

No le iba a decir lo que le pasó a Nolan, por supuesto. No quería que él se preocupara por eso, no cuando él se ha portado tan bien con nosotros desde que llegamos a Fuller Park.

-Hola señor Hope. -le digo con una sonrisa -No, Nolan no está. Fue a... visitar a sus padres.

-Oh -dice y noto como su sonrisa se borra lentamente.

-¿Desea pasar? -Pregunto cordialmente.

-Oh no. Solo venía a traerles esto. -De su abrigo saca un pequeño sobre. Lo miro con el ceño fruncido -Es para la boda de mi hija -Dice y no puedo evitar sonreír al ver la emoción en sus ojos ante la mención de Yulia, su hija.

No se que decir. Yulia es una mujer tan buena. Siempre que viene a visitarlo llega a saludarnos.

-Muchas Gracias -Susurro.

Sinceramente no se si pueda ir dada la situación en la que me encuentro y que la boda es en unos pocos días, pero tampoco le diría que no directamente sin tener una respuesta completamente positiva o negativa.

-No es nada. Espero verte allí -dice dando un paso adelante para darme un abrazo, el cual le devuelvo -Bueno, me tengo que marchar. Luego nos vemos, Syd.

-Claro. -digo sonriendole.

Cuando se marcha, cierro la puerta a mi espalda.

Salgo del debate en el que me encontraba sobre si podría ir o no a la boda y comienzo a buscar la nota. Al no encontrarla donde recordaba haberla puesto antes, mi corazón se acelera y siento como un escalofrío recorre mi columna vertebral. La busco desesperadamente por todas partes, dajando alguna que otra cosa fuera de lugar. Desesperada por no encontrarla, paso mis manos por mi cabello y meto ambas manos en los bolsillos de la sudadera buscándolacon la mirada por todo el salón. Siento como un gran alivio recorre mi cuerpo al sentir un papelito doblado dentro de uno de ellos. Suspiro aliviada al sacarlo y verlo justo delante mío.

Desorganicé el salón en busca de la dichosa notita para que al final esta estuviera en el bolsillo de una sudadera... Creo que estoy siendo demasiado paranoica.

Vuelvo a escribir el número y luego de dos timbres, alguien contesta.

-Buenas tardes.

-Buenas... buenas tardes -Maldigo internamente al haberlo dicho con tanta inseguridad.

Luego de unos segundos de silencio incómodo, vuelvo a escuchar la misma voz.

-¿Qué desea?

Camino de un lado a otro pensando una respuesta coherente y pues... de mi boca sale todo lo contrario.

Cuando la sombra te persigue✅️ (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora