CAPITULO VIII
Alexa luces
-Alexa luces- dije medio dormida
Ahí estaba Alex con unas rosas rojas y blancas una botella de tinto y chocolates, amo el chocolate y él lo sabe.
-Dormidita-dijo con una voz tierna que desapareció rapidísimo cuando vio el pijama que traía puesto y me besó.
Me desperté muy rápido con ese beso y entramos a mi sala otra vez.
Puso el vino en la isla de mi cocina y lo servimos en las copas, para mí ya era muy tarde para el vino entonces tome una sangría que mi madre preparaba así que tome algunas manzanas del refri e hice la sangría, tomamos un poco mientras charlábamos de nuestro día, la semana empezó muy pesada y ambos estábamos cansados.
Reímos mucho y aunque el aire acondicionada de mi casa estaba alto siempre sentí ese calorcito de su cuerpo cerca de mí, puso su brazo alrededor y me acomode en su pecho mientras lo miraba, acaricié un poco su barba –Te extrañe, quiero tenerte diario conmigo- y así le di un beso en mejilla, era más alto que yo hasta sentado así que luego del besito en la mejilla regrese a mi lugar al lado de su pecho mientras hacia rulitos con mi cabello, lo abracé y así seguí tomando lo que había en mi copa y él solo me daba besos en mi cabeza y en la frente .
De repente sentí como su pulgar paseaba por mi mentón y levantaba poco a poco mi cabeza y ahí puso sus labios cerca de los mío –Te amo- dijo con una seguridad y de una manera tan sexy –Te amo- respondí, luego me beso, puso una mano en mi mejilla y con la otra tenía mi cuello muy sensualmente, ¿acaso hace más calor? Unos mares de sensaciones llegaron a mí, sus besos excitándome cada vez más y ahí perdí el control, ese beso apasionado y con tanto deseo me hizo quererlo dentro de mí, la lujuria que se sentía en ese momento era incomparable, me subí encima de él y agarré su cara para seguirlo besando mientras sobre sus pantalones holgados sentía como cada vez se ponía más duro.
Mis pijamas de short y una ligera camisa, -Te ves tan sexy- dijo con sus manos en mi cuello y entrando en el con suaves besos que me llevaban a la locura pequeños gemidos salían de mi boca, detuvimos un poco para irnos a mi habitación, recuerdan la habitación que les había contado, por primera vez iba a ser utilizada, tenia de todo para ser su sumisa.
Me tiro en la cama que tenía ese cuarto, con sabanas rojas y –Alexa luz roja- mi asistente tecnológico puso todo el ambiente y nosotros la pasión y el deseo.
Me besa con tanta pasión que hace que olvide hasta mi nombre, el sexo con él era algo inexplicable, tenerlo encima de mi mientras dejaba besos por todos lados era de las mejores sensaciones que en la vida sentí, baja mis pequeños shorts con tanta delicadeza y la tela de seda de mis pijamas ayuda a que mis piernas queden expuestas a él, lamio su labio inferior y así empezó a besar mis piernas blancas subió a mi cara nuevamente y bajo las tiras de mi camisa dejando mis pechos expuestos, sentí como su boca estaba en ellos, besándolos y chupando con tanto deseo, -Alex- digo con una voz de pasión y deseo –Yo sé que me deseas- dijo, a él le encanta que le diga –Señor- y eso hace que el enloquezca y me tire nuevamente a la cama bajando mis bragas con tanta delicadeza, lentamente mete sus dedos y –me encanta lo mojada que te pones para tu señor- dijo así dejando entrar sus dedos con tanta delicadeza, mientras miraba mi cara de placer, dije-Follame, follame como siempre has querido, lo notó en tus ojos que tienes tantas ganas como yo- y así sacó sus dedos y me besó nuevamente –Eres mía- con una voz de mando y posesiva dijo, -soy tuya- dije con tanta seguridad, se quitó su pantalón de pijama y para mi sorpresa o placer no traía boxers solo su pantalón así que todo fue más fácil, tomó un látigo que hay en el cuarto –Eres mala, muy mala, tendré que castigarte- dijo con una voz tan sexy que hacía que mis piernas temblaran, me pone de espaldas y siento como el látigo pasa por mi espalda llegando a mi trasero, y ahí regreso a mi postura frente a él, lo admito ante el sexo y más con él soy una sumisa que digo con él si solo con él he estado, a pesar que tenía ese chiste con Steven nunca hubo intimidad, siempre fue Alexander, -Quiero que veas quien te manda- dijo- Tú me mandas- dije y así dándome un beso corto, estaba dentro de mí, con embestidas suaves que llenaban mi cuerpo de placer, gemidos salían como locos, venia una ola de orgasmos cerca, siento como es caliente y grueso dentro de mí, me pone de espaldas y sutilmente me toma del cabello, estoy llegando a un orgasmo, él siente mi orgasmo y con embestidas fuertes, sentí como se vino dentro de mí.
Me dio vuelta para quedar frente a frente salió de mí y lentamente se acomoda a mi lado y -Sumisa y puesta para mí, me guste que seas así, eres como una bruja que me hechiza y me hace sentir tan bien- dijo, me dio un beso largo, me ayudo a vestirme, y se vistió.
Salimos del cuarto secreto yo a tomar un poco de leche y tomar una ducha y el por una botella de agua para luego de mi tomar una ducha, tiene ropa en mi casa así que puede dormir aquí sin problema.
Nos acurrucamos en mi cama como si no hubiera pasado nada aunque pasó de todo, le di un beso y me quedé dormida a su lado.
Al siguiente día desperté a las 7am cómo de costumbre y no estaba así, lo busqué en la habitación y no estaba.
Me puse mi bata y salí y lo vi con una bandeja de hotcakes con miel y chocolates de los que anoche había traído con dos tazas de café con leche y en un vasito había una rosa blanca.
-Buenos días cariño- dijo, que perfecto se veía con esa bandeja en manos, aunque un poco chistoso y me acerque a darle un beso -Buenos días guapo- le dije.
Desayunamos, nos duchamos y salimos al trabajo cada uno en su coche.
Seguimos nuestra rutina del día pero el venía en cada momento a mi cabeza.
Nota de la Autota: Lechitosconcocoa, les gusta la historia?
Alexa sumisa, que fuerteeeeeeeeeeeeeeeee
Como en una hora subo el otro capitulo estoy escribiendo lo más seguido que pueda <3
los amito mucho
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Mi distancia con el amor.
Roman d'amourLa historia de como Alexa una joven de 16 años se enamoró de alguien prohibido que luego de años y un reencuentro, reconocen que aún se aman.