Dos.

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Ethan's POV

La habitación se encontraba vacía y yo estaba en ropa interior apunto de ducharme, recorrí todo el cuarto buscando algo de ropa. Oí la puerta abrirse y me senté rápidamente en la cama ocultándome. Fue cuando vi a Abdel con la boca entreabierta.

-Lo siento, debí tocar. –Dijo Abdel volteándose.

-No te preocupes, yo debía estar vestido. No sé, pensé que no vendrías. –Me levanté de la cama cubierto por una sábana y entré al baño.-

Abdel's POV

Suspiré, nunca he visto a Ethan en ropa interior y llevamos 2 años siendo compañeros. Claramente me ha dejado en shock. Apenas y eran las 6:30, entonces me preparé para tomar una siesta.

Abrí los ojos de golpe al recordar que a las 8 saldré con Ethan, estiré mi brazo buscando mi celular, y observé la hora 7:45. Entre al baño, dispuesto a ducharme. Busqué con la mirada a Ethan por la habitación pero no había nadie.

Me lavé el cabello, esparcí el jabón por mi cuerpo, y dejé que todo se fuera por si solo con el agua fría. Salí de la ducha, me peiné el cabello, coloqué un poco de desodorante, no traje ropa así que solo salí del baño enrollado en una toalla.

Elegí algo simple, solo iríamos por comida china, deliciosa comida china. Opté por una camisa de cuadros, unos pantalones negros, volví a peinar mi cabello y observé la hora faltan tan solo 5 minutos, pero no hay rastro de Ethan en la habitación, falta cada vez menos debe haberse dado cuenta que no es nada más que un juego y se arrepintió, pero cuando escuché su voz la preocupación se esfumó.

Al llegar al restaurant, me bajé del auto y le abrí la puerta Ethan.

-¿Qué tal?

-¿Comida china? –Preguntó con una mueca en su rostro, muy poco agradable.-

-Exacto, ¿No te gusta? –Su expresión me causaba gracia, era una fantástica mezcla de asco y desagrado.-

-La comida china da gases. Simple, prefiero el sushi.

-¿Y dónde puedo comprar sushi? -Dije simulando mi cólera.

-Abdel, en toda la ciudad puedes encontrar. Cariño ¡el sushi es la nueva tendencia! –Su manera de hablar me parecía tan extraña y a la vez graciosa, cada palabra tenía alegría y dulzura, y eso me gustaba.-

-Entonces vamos a por sushi. –Volví a abrir la puerta del auto y él subió, colocó su chaqueta sobre su regazo y comenzó a buscar con la mirada un local de sushi.-

Estuvimos al menos 15 minutos buscando alguno, pero no había absolutamente nada, comencé a pensar que fue una mala idea haberle aceptado lo del sushi, podría haber ido por un Mc'Donals, claro el hambre ya se apodera de mi.

-¡Ahí! Abdel, para, ¡Qué pares! –Chilló Ethan y me detuve frente a un gran lugar con letras brillantes "Rice & Roll"

Él salió muy emocionado del auto y comenzó a saltar. Yo solo me quedé viéndolo al igual que otras personas que caminaban por nuestro lado.

-¿Qué tienes Ethan?

-¡Jamás he comido sushi! Comeré por primera vez. –Aplaudió y brincó.

Separé mis labios ligeramente, y los junte rápido reprimiendo un gran grito de enojo. En situaciones así, cuando tengo hambre me convierto en un ogro, pero vi sus ojos; sus ojos reflejaban emoción.

-Entremos. –Dije finalmente mordiendo mi labio por la rabia.-

-No entiendo por qué estás tan enojado.

Él se sentó en una mesa apartada de todos y todo. Lo observé, por un momento fue un silencio eterno hasta que llegó el mesero, interrumpiendo nuestro juego de miradas.

20 minutos después llegó la comida. Mi estomago ruge, y me muero por probar el sushi.

Tomé un roll y lo metí a mi boca, todo fue decepción al no sentir ningún tipo de sabor. Mi cara se desfiguró por el simple hecho de que no lo puedo tragar.

-¿No te ha gustado? –Dijo sonriendo.

-¿Te parece? –Imité su gesto irónicamente.

-Eres un pesado. –Rió y me golpeó delicadamente el brazo.

a través de la mirada de las personas reunidas en el local y los murmullos que se escuchaban por todas partes, caí en cuenta de que estaban hablando de nosotros y no de cualquier cosa sino de la "relación", que podría haber entre mi compañero y yo... –¡Oh por dios que gente más molesta¡, Pensé

-Sé que te sientes incómodo Abdel, si quieres lo pedimos para llevar. –Dijo Ethan un poco avergonzado.-

-No, tú tranquilo ¿Acaso vivimos de la opinión de la gente?

-Abdel, perdón por mi excesiva sinceridad, espero no te sientas ofendido, pero tú sí que vives de la opinión de la gente.

La ira rápidamente se apodero de mí, y le grité:

-¿Y tú qué sabes? si vives metido en los libros al punto, que no eres capaz de ver la realidad.

Él me miro, pero esta vez diferente, se levantó de la mesa y entró al baño. ¡Perfecto! Lo he hecho llorar, espero se note mi sarcasmo, el plan va de mal en peor.

Me levanté igual de rápido dejando todo sobre la mesa y corrí tras de Ethan al baño.

Entré y lo primero que vi fue a Ethan abrazando a un muchacho al cuál no conozco, ahora si estoy mucho más enojado que solo lo tiré del brazo alejándolo de aquel desconocido, lo miré directamente a los ojos, limpié sus lágrimas y lo envolví con mis brazos.

-No pasa nada, lo siento. –Dije acariciando su cabello.-

-Fue toda mi culpa Abdel, no debí decirte eso.

Entonces me sentí impulsado, tomé su barbilla, e hice que me mirara a los ojos, nuestras miradas decían todo; solo faltaba unirlo con un beso.

El otro lado del armario | GAY |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora