° DESPUÉS DE UNA VIDA °

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Los primeros días de Xichen en Estado unidos no fueron agradables, pues Guangyao no se despegaba de él y pensaba que habían ido de vacaciones, cuando realmente Xichen necesitaba trabajar.

En un momento que pudo zafarse de él, le mandó un mensaje a Cheng, diciendo lo mucho que lo extrañaba y amaba. Inmediatamente después, Cheng lo llamó y conversaron durante unas cuantas horas.

Así fueron las primeras semanas, llamadas, mensajes y video llamadas que eran cortadas por un interruptor, así que Xichen solo lo llamaba cuando estaba en el laboratorio, solo. Nada fuera de lo que podría llamarse "normal". Pero una noche, recibió un mensaje de su tío, diciendo que se encontraba fuera del departamento que habían alquilado los Jin. Inmediatamente Xichen fue en busca de su tío, creyendo que tal vez habría cambiado de opinión y aceptara de una vez su decisión, pero se equivocó. 
Su tío llegó para advertirle sobre los Jin. Le dijo que eran capaces de todo por lograr su cometido, y que lo mejor sería cortar comunicación total con Jiang Cheng, pues podría estar en peligro si seguía así.
Xichen no lo tomó en serio, pues sabía que su tío podría estar engañándolo solo para el beneficio del hospital, pero Qiren lo dejó con la duda rondando en su cabeza.

Esa noche Xichen llamó a Cheng, y escuchó sobre el pronto matrimonio de Yanli con el hermano mayor de Guangyao. Malinterpretó todo, pues creía que los Jin lo estaban obligando a casarse con la hermana de Cheng para darle una advertencia. En otras palabras, Xichen creó una novela en su cabeza que le jugó una mala pasada y le provocó algo de lo que se arrepiente hasta la actualidad.

Aceptó el matrimonio, pero con la condición de que no interfirieran en la vida de Cheng. 

Se casó en el extranjero tal y como fue dicho en las noticias. No había nadie en China que no supiera sobre aquella unión, y Cheng no fue la excepción.
Él se enteró en cuanto su primer libro fue publicado. Uno de los días más felices de su vida, se convirtió en el peor que pudo tener.

Según cuenta Wei Ying, Cheng no dijo ninguna palabra en cuanto se enteró. Se notaba que estaba sorprendido, pero se retiró sin decir nada  y solo se encerró en su habitación. Al día siguiente salió como si nada hubiera ocurrido, y cuando le preguntaban sobre el tema se enojaba o lo ignoraba por completo.

Tres meses después fue la boda de Yanli con Zixuan, Guangyao y su esposo estaban invitados, al igual que Cheng. No importaba cuanto Yanli quisiera sacarlo de la fiesta, era la familia de su futuro esposo, así que no podía hacer nada. Así que Jiang Cheng solo estuvo presente en la ceremonia, él se negó a permanecer en la fiesta y se disculpó con su hermana por ello.

Las cosas se calmaron un poco cuando nacieron Jin Ling y Lan Sizhui/Yuan, pues Guangyao y Xichen estaban en el país cuando nacieron, así que cuando Cheng volvió del extranjero, ellos ya se habían ido. Desde entonces no habían tenido roces por sus familias, pero, al parecer, esta vez ambos estaban fuera del país y les tocó toparse en el aeropuerto. 

Cheng fue el primero en darse cuenta de la presencia del otro, pues pudo distinguir rápidamente las feromonas de Xichen. Estas eran diferentes a la primera vez que las sintió. Pudo sentir un fuerte olor a flor de Loto, algo extraño del mayor, pero a su vez sintió lo mismo que la primera vez que lo conoció... Tristeza, melancolía y felicidad.

Xichen también sintió un leve olor a dulce, pero era el dulce que tanto anhelaba, por el que tanto esperó.
Miró a sus alrededores, y cuando encontró los ojos de la persona que tanto extrañó estuvo dispuesto a ir corriendo hacia él, abrazarlo y decirle cuanto lo había extrañado; pero los ojos que antes lo miraban con amor y ternura, ahora solo lo miraban con total indiferencia.
Esto provocó que ninguno de los dos volteara a ver a ningún lugar, se quedaron mirando solo unos pocos segundos, pero fueron los segundos más largos que pudiesen haber imaginado. El cruce de miradas fue cortado por Jiang Cheng, que solo lo saludó inclinando un poco la cabeza y sin mostrar algún tipo de expresión facial; por otra parte, Xichen quedó sorprendido al verlo, pues se veía mucho más maduro y hermoso desde la última vez que se vieron.