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- Bien, lo haré. - Es la primera vez que lo veo sonreír en cuatro años... - Pero quiero que me ayudes en algo antes de hacerlo.

Xichen suspiró para sus adentros, pero aceptó. Haría lo que sea necesario para separarse de aquel horrible matrimonio en el que se vio metido.

- ¿Qué deseas?

- Ayúdame a destruir a GuangShang, que no le quede ni una gota de poder ni de dinero.

Xichen lo miró extrañado, no estaba seguro del porqué Guangyao querría eso, pero no estaba en posición de negarse si quería anunciar la separación de manera oficial.

- Lo haré.

Esto relajó un poco al menor. Estuvo planeando la caída de su padre desde hace mucho tiempo ya; había juntado evidencias de fraude y abuso (tanto físico como sexual) en su empresa, y no estaba dispuesto a soportarlo. No sabiendo que su hermano podría verse involucrado.

- ¿Tienes un plan? - Preguntó Xichen sin expresión alguna en su rostro.

- Aún no. - Negó Guangyao - Te avisaré cuando sea así.

- Bien - Dijo antes de pararse de su asiento y salir de la sala de aquel departamento que alquilaron por unos días, pero que al parecer se volverían meses.

Guangyao botó todo el aire acumulado que tenía por la tensión que se vivió hace unos momentos. Se sentía, de cierta manera, feliz y tranquilo al saber que Xichen fue el primero en pedir el divorcio, y que aquella conversación que tuvieron fue la más tranquila que jamás hayan tenido. Pero no era momento de tener esa clase de sentimientos, debía encontrar pruebas irrefutables de que su padre explotaba a sus artistas, abusaba de su personal y tenía contratos fantasmas con muchas empresas inventadas. Sabía que solo no podría hacerlo, así que llamó a la persona que menos quería pero que más necesitaba en esta situación... Nie Huaisang.

° ° °

Huaisang se encontraba caminando de un lado a otro esperando a que su pareja regresara de trabajar. Si bien era cierto que hace unos años debía esperar seis días para poder verlo, ahora Mingjue había subido su rango y era general de las fuerzas armadas, así que podría irse del trabajo una vez culminadas sus horas.

Había planeado todo para tener una noche tranquila y serena. Habría dejado a Zizhen con su padre para que el pequeño no interviniera cuando le diera la gran noticia a Mingjue. Estaba seguro que la reacción de Mingjue sería muy exagerada, así que no quería que el menor tuviera esa impresión de si padre.

Escuchó la puerta abriéndose, así que rápidamente se sentó en el sillón de su sala fingiendo leer una revista que, casualmente, estaba al revez. Mingjue entró y dejó su abrigo y zapatos tirados en el suelo, se notaba que estaba agotado por completo.

- ¿Mingjue? - Se acercó Huaisang con preocupación - ¿Qué ocurre?

El mayor suspiró con pesadez - Detesto entrenar a los recién llegados. Agh - Se sentó en el sillón de una sola persona y reposo su cabeza en el espaldar - Creen que aún están en la secundaria. ¿¡Acaso no saben a lo que se enfrentan cuando entran a la milicia!? - Apretó con una de sus manos el puente de su nariz mientras fruncia el seño - ¿Y dónde está Zizhen? Siempre viene corriendo cuando llego.

- Ah... Lo llevé con mi padre hoy, se quedará con él. - Dijo Huaisang mientras agarraba los hombros de su pareja para darle unos pequeños masajes.

Creo que no es buen momento...

- ¿Está con tu padre? - Huaisang asintió - ¿Eso quiere decir que tienes planeado algo de acción hoy?

° DESPUÉS DE UNA VIDA °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora