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PARTE 1

Xichen se encontraba corriendo desde hace ya unas cuantas cuadras. Se había enterado de que Jiang Cheng viajaría fuera de China y al ver la manera en cómo le regresó aquel anillo que le regaló hace ya unos años, supuso que no lo volvería a ver de nuevo.

No te volveré a perder. No estando tan cerca...

° Una semana antes °

Jueves.

Jiang Cheng se encontraba cenando junto a sus padres y hermanos en algún restaurante de la ciudad. Querían festejar que la familia se había reunido y estaba completa después de tantos años.

- ¿Pueden creer que en dos días debo regresar a trabajar? Quisiera pasar más tiempo con mi pequeño rabanito y mi ZhanZhan. - Wei Ying hizo un pequeño puchero.

Esto provocó que Yanli sonriera, que Cheng junto a Ziyuan rodaran los ojos y que Feng Mian riera ante la expresión de su esposa.

- Es bueno que trabajes y no te quedes de vago en casa. - Comentó Ziyuan dando un trago a su copa de vino. - Debes sacar provecho de la voz que heredaste de tu padre. Además, yo no te crié para ser un mantenido. ¿O sí? - Ziyuan alzó una ceja en busca de una respuesta. Automáticamente Wei Ying negó con la cabeza ánimosamente.

- Por supuesto que no. Recuerdo que una vez me dejó una semana sin comer porque me habían despedido del trabajo. - Wei Ying posó su mano en su rostro para cubrirlo y finjir sollozo. - Eso me demostró lo cruel que puede ser el mundo y su gente.

- Yanli, llama a tu suegro y dile que su estrella tiene más dotes para la actuación que para la música. - Ziyuan suspiró con pesadez y se apoyó en el respaldar de la silla. Sus hijos pudieron notar la pequeña vena que se reflejaba en su frente. Esto les causó un poco de gracia.

FengMian, Yanli y Cheng estaban más que acostumbrados a las interacciones de estos dos. Estaban agradecidos de que ahora se lleven mejor, pero a veces el humor del menor y la poca paciencia de la mayor era como tener una bomba junto a su detonador.

- Así que... Hablando de Jin GuangShang, ¿No tuvo otro escándalo recientemente? - Comentó FengMian intentando amortiguar el ambiente.

- Así es. Esta vez fue por lavado de dinero. - Dijo Cheng enrrollando la pasta que tenía en frente de él - ¿Tú esposo no piensa hacer nada al ver que su empresa se está yendo por el caño? - Preguntó mirando a su hermana que solo suspiró.

- Mucha veces hablamos sobre ello y A-Xuan me dijo que tiene algo planeado, más no me dijo que cosa. - A-Lin siguió comiendo los ravioles en salsa de chsmpiñones que tenía en su plato. Realmente no sabía el plan de su esposo, pero estaba segura de que no iba a dejar que su padre siguiera haciendo lo que quisiese en la empresa que tanto esfuerzo el tomó a su madre elevar.

- Si tan solo su madre siguiera con vida, GuangShang no estaría llevando a la quiebra a esa empresa. - Ziyuan suspiró al recordar que su gran amiga ya no se encontraba en este mundo - Wei Ying. - Madam Yu le dirigió una mirada fulminante al ver que el mayor estaba robándole la comida al menor de sus hijos y este estaba a nada de perder la poca paciencia que tenía.

Las cenas de los Jiang siempre eran ánimosas, muchas veces hablaban de temas serios (como ocurrió esta vez) y otras veces recordaban la niñez de sus hijos. Siempre era un ambiente cálido y familiar para ellos.

Las horas pasaron y cada uno volvió a su respectivo hogar.

Jiang Cheng regresó con sus padres a casa. Pues la boutique ya había terminado su remodelacion. Ya no era solo una pequeña boutique, ahora era una de las mejores que se podían encontrar en la región. Contaba con cuatro pisos llenos de los diseños más frescos e innovadores de Jiang Yanli, que a su vez se había convertido en una reconocida diseñadora. Se podría decir que gracias a ella la boutique es lo que es. La casa de los Jiang quedaba solo a unas cuantas calles de ahí, pues no podían seguir viviendo arriba de ella sabiendo que podían utilizar ese espacio para poner más mercancía.

° DESPUÉS DE UNA VIDA °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora