Capitulo 5

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Aunque el calor había disminuido en comparación con los días antecesores, por las ventanas se colaba la marea ardiente que inundaba toda la ciudad portera.

En estas ocasiones del año, el joven mafioso se arrepentía de vestir por completo de negro.

Desde un lugar tan alto y rodeado de vidrio como era la agencia de detectives, sentía que el sol estaba quemándole directo en el rostro, como una vela ardiente y gigante a menos de un metro de él.

Akutagawa paseaba sus ojos inquietos por todo el recinto, no se había movido del lugar en el que le ofrecieron para sentarse, pero su vista ya había recorrido cada rincón de la agencia. Sus orbes morenos saltaban de rostro en rostro memorizándolo.

Se percato que no era el único sufriendo por la subida de temperatura; las damas se quejaban de tanto en tanto, mientras agitaban papeles cualquieras a forma de abanicos.

En todo su "visita" no había dicho mucho, pronuncio como recitando cada palabra que el Jefe le encargo, asintió cuando debía de asentir y negó cuando debía de negar, con la mirada perdida, tratando de ignorar los nervios de tener a su antiguo maestro frente a él.

Desde que llego, muchas miradas que iban desde miedo a repulsión lo acompañaban. No le incomodaba, ya estaba acostumbrado a sentir cuchillos clavados en su nuca; sin embargo, solía tener el apoyo de Chuuya, y eso disuadía el deseo de escapar.

Pero esta vez no tenia al mayor a su lado, y peor aún, no muy lejos de él se encontraba el mismísimo Dazai Osamu. No lo había visto a los ojos, pero sentía su presencia en la esquina del salón, recostado en el mueble grande y roído por el tiempo, lo escuchaba cantar de forma vaga. Sin escuchar con claridad la letra, parecía que dicha canción hacia feliz al suicida.

Pasó toda la mañana y parte de la tarde sentado, con una fachada serena, pero con el deseo de salir corriendo latiendo entre sus venas y escociéndole las piernas.

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-Bien, mil disculpas Akutagawa-san por la demora. La conversación con mis subordinados se extendió mas de lo planeado, había muchos temas que discutir y...- Fukuzawa salió de su oficina con dos figuras detrás. Encontró al muchacho sentado algo alejado de la mesa de las oficinarias. Dio un vistazo rápido a Ranpo y Kunikida, como pidiendo permiso para seguir. Akutagawa se levantó, con la frente ligeramente sudada. Paso sus palmas sobre su manto negro, alisándolo – Bueno, ya estamos aquí.

Ranpo volteo donde el suicida cantaba, y cuando sus miradas se cruzaron, como resorte, Dazai callo su melodía y empezó a caminar donde sus compañeros. Traía consigo un paso desprolijo y sin preocupaciones, sus largas piernas lo hacían mecerse con ligereza.

-Reitero mis disculpas en nombre de toda la agencia – Kunikida se acomodó los lentes, dio un paso al frente de sus compañeros y ordeno sus hojas en el folder negro que sostenía en sus manos. Enderezo su espalda y endureció sus expresiones -Hemos acordado brindar la información del caso abiertamente a la Port Mafia, que esperemos que llegue a través de su persona. Además, exigimos que esta nos brinde los avances de la investigación de la misma manera. Solicitamos las grabaciones de seguridad; datos de los fallecidos, sin discreciones; entrevistas de los testigos, tanto de la muerte del primer caso, como del asalto a la medicina; el reporte forense; y por último, los cadáveres. Cualquier otro requisito o pedido lo estaremos comunicando a través de usted Akuatagawa-san, ¿alguna duda o queja?

Akutagawa aclaro su garganta y paso saliva. Sus uñas se enterraron en la manga de su abrigo, como si estuviera dándose fuerzas.

-Me temo que la Porta Mafia no puede aceptar ciertos requisitos- concentrado solo en el hombre de lentes. Sentía como el calor lo sofocaba aún más; sus mejillas se enrojecían – La Port Mafia no brindara los cadáveres. Tampoco permitirá ningún tipo de entrevista a trabajadores ni ningún contacto directo con la mafia más allá del caso. Toda la investigación se realizará en la agencia como ya se estipulo, ninguno de uste... ningún personal de la agencia puede ingresar a las instalaciones de la Port Mafia.

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