Banquete

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Bucky ahogó su gemido, su espalda se arqueó contra la cama con sus manos aferrándose temblorosas y desesperadas entre los mantos que cubrían la espalda de su Alfa, a quien sintió llenarle con su semilla con una última embestida antes de quedar tendido sobre su cuerpo por unos momentos mientras recuperaba su aliento, lamiendo despacio la Marca en su cuello previamente mordida cuando el Omega había alcanzado su propio éxtasis que todavía le nublaba la mente. T'Challa sonrió, apoyándose sobre un codo, respirando agitado al deleitarse con la imagen debajo suyo, un rostro que mostraba lo muy complacido que estaba, perdido en el placer y ese aroma inundando la habitación.

—No debemos... —jadeó Bucky, abriendo sus ojos y jalando aire— Este no es tu palacio.

—S'teven sabe que eres mi Omega, y sería inaudito que no supiera las cosas que pasan entre un Alfa y un Omega.

—T'Challa...

—Extrañaba el calor de tu cuerpo —murmuró este, recorriendo con un roce de sus labios el cuello de Bucky— Tus muslos alrededor de mis caderas apretando con fuerza igual que tu interior. Oír mi nombre en esos lindo labios.

—Quieres que en el banquete todos perciban tu aroma en mí, eso es.

—Habrá muchos Alfas y no todos son sensatos, debo dejar claro mi mensaje.

—¿Crees que alguien se atrevería a tocarme?

—Con solo mirarte basta para que la sangre se me encienda.

—El respeto hacia Pantera Negra sigue intacto, y los invitados del Gran Khatun de Mirabile estuvieron contigo en batalla. Tendrían que estar dementes para ofenderte.

—No me arriesgaré.

El Omega rodó sus ojos, jugando con los collares colgando del cuello de T'Challa que rozaban su pecho todavía agitado.

—Puede que tengas razón en protegerme tanto, pero no olvides que esto no es Wakanda. Guarda algo de sensatez en tus celos, Alfa.

—¿Qué haría yo sin mi hermoso Omega que me reprende con dulzura?

—Estar metido en serios problemas que ni Okoye te podría sacar.

T'Challa rio bajito, inclinando su rostro para besarle, Bucky se quejó bajito al sentir de nuevo la dureza de su pareja renacer en su interior.

—Vamos a llegar tarde.

—Hay tiempo, amor mío.

Un banquete como la celebración de coronación del Gran Khatun tenía al palacio en movimiento, entre invitados, las carpas de los guerreros que acompañaban a sus Señores de la Guerra y los Alfas de alta estirpe saludándose entre bocadillos en espera del llamado a las mesas ya dispuestas en un enorme jardín protegido por una larga carpa de donde colgaban los banderines con el emblema del padre de la Nación. Había un espacio reservado para el harén, a un lado de las mesas, pues al ser una reunión tan importante debían estar presentes. Dos lugares estaban reservados al lado del Gran Khatun, que pertenecían a Tor como a T'Challa por ser los dos amigos más cercanos de S'teven. Junto a ellos, seguían el resto de su séquito conforme a sus rangos.

Con el harén de Mirabile también estaban los lugares de los Omegas que venían acompañando a sus Alfas, sitio a donde se volvieron a ver Petter, Thony y Bucky. Tanto Faras como T'Chamna y Thai estarían sentados juntos con los guerreros en las mesas cercanas a la de los tres Grandes Khatunes. Petter se había hecho de algunas prendas para Thony y él, con joyas que Bucky les obsequió pese a los reclamos de Thony porque sabía que eran costosas. Fue Petter quien lo convenció de usarlas, el más curioso de los tres al mirar todo aquel arreglo, pero sobre todo al harén principal, mirando a Bucky.

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