Genosha

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Thony se dio un momento para apoyarse en una de las columnas de mármol negro del palacio y tomar aire con una mano en su vientre, cerrando sus ojos. El mareo pasó rápidamente, como si supiera que no era oportuno molestarle, tenía algo importante que hacer.

Bucky estaba en trabajo de parto.

Las emociones y eventos continuos habían adelantado el parto para decepción de su amigo, quien había estado confiado en que T'Challa estaría de vuelta antes de que la primera contracción apareciera. Pues los Dioses tuvieron otros planes. Después de aquel impresionante episodio donde la princesa Shuri desafió a Killmonger y luego al resto de los Señores de la Guerra para darle a Bucky el título de Gran Khan, el cachorro en su vientre deseó conocer el mundo que sus padres estaban gobernando. Era toda una suerte que contaran con la presencia de Ramonda y de su madre, Mhary, ambas mujeres expertas con un aplomo mejor que el suyo para ayudar con el parto.

Recordó el de Faras, una noche de primavera con Faril tocando a cada rato la puerta desesperado al escuchar a su Omega sufrir. Apenas la partera y su madre lo dejaron entrar, corrió a él, besó su mano antes de recibir entre sus brazos a su primogénito, dándole su nombre. Thony sonrió, recuperándose y volviendo a la recámara para seguir ayudando. Había pedido a la princesa Shuri que cuidara del príncipe Thai, de T'Chamna como de Faras mientras ellos recibían al cachorro. Los dos niños estaban asustados, más Faras que no estaba tan acostumbrado como T'Chamna a saber de alumbramientos.

—Un poco más, cariño, un poco más —animó Mhary con esa voz dulce pero firme. Ramonda sujetaba la mano izquierda de Bucky, limpiando su frente del sudor.

El príncipe Shashi nació una tarde de lluvia, llorando con fuerza para demostrar unos buenos pulmones y luego unos pequeños rugidos al no olfatear a su madre cuando le lavaron y envolvieron para tendérselo a Bucky y que tomara esas primeras gotas de leche que le harían un Alfa fuerte. Otra pantera nacía en Wakanda, para alegría de la Nación. Shashi heredó esa piel chocolate clara, cabellos rizados y los ojos de Bucky, quien suspiró hondo al verle sano, besando su frente mientras el cachorro bebía. Ramonda y Mhary terminaron de limpiarle y dejarle descansar, a solas con Thony.

—Es un hermoso bebé.

—Me hubiera gustado que su padre le recibiera.

—Lo hará... Gran Khan.

Bucky gruñó apenas, su cachorro con él en respuesta.

—Todavía falta que se apruebe eso.

—Bueno, si la princesa Shuri plantea su noción con esas espadas, dudo que alguien le rebata algo. ¿Así son todos en esta familia?

—Desafortunadamente sí.

Thony rio, con una mano sobre un brazo de Bucky. —Te dije que las cosas con Ramonda podían cambiar.

—Yo no... esperaba esto. Una vez más, te diste cuenta de cosas que yo no.

—Creo que las sabías, solo que la bruma de la discordia no te permitía ver claro.

—Es verdad.

—Wakanda está segura.

—No por mucho tiempo si...

—Vamos a confiar en que sí, y por los siguientes días, tú tienes prohibido pensar en otra cosa que no sea en ver a ese cachorro gruñón.

—Gracias, Thony.

—Anda, termina de alimentarlo, yo lo llevaré a dormir. Tienes que descansar.

La guerra en Mirabile era un hecho para Thony, y no podía quedarse quieto pensando en el peligro en el que estaría no solo su Alfa, sino el de sus amigos -incluyendo al idiota de Lhoki cuya magia esperaba fuera tan buena como su herencia debía ser- todos reunidos allá en el palacio para recibir a la princesa de Genosha escoltada por un inusual y exagerado número de guerreros como parte de los cortejos finales y tradición aparente de aquella Nación. Thony ya había comenzado a prepararse, luego de que T'Challa le permitiera tener un taller donde entretenerse, con la ayuda de la princesa Shuri había terminado una armadura para él. Aun podía cabalgar y pelear, y eso haría junto a S'teven.

QUIDAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora