Capítulo 221: La pequeña señorita Ángel y sus cadenas.

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La promesa de lealtad de Cynthia llegó tan abruptamente que Roel tardó un poco en digerir el hecho.

La influencia que tienen las existencias superiores sobre las existencias inferiores a través del Atributo de Origen es mayor de lo que pensaba, pensó Roel.

Ajeno a él, Cynthia no llegó a esta decisión sólo bajo la influencia de Peytra. Los puntos fuertes de Roel también estaban en su lista de consideraciones.

Era perfectamente normal que los herejes siguieran a su Hijo Santo, ya que éste era capaz de comunicarse con su dios y otorgarle bendiciones, pero el hecho de que Roel fuera un poderoso e influyente señor de feudo sustituto también jugaba un factor importante. Significaba que valía la pena apoyarlo.

Si bien los Sorofyas trataban bastante bien a los herejes, su fe aún residía en los Tres Atributos Principales del Origen. Si ocurriera algún percance, no tendrían ningún problema en cortar su contacto con los Mercenarios de Ironwall. Por otro lado, Roel ya era uno de los suyos como el Hijo Santo de la Secta Inquebrantable, por lo que podían estar seguros de que no los abandonaría.

La repentina decisión de Cynthia fue audaz, pero no fue por imprudencia. Roel aceptó con gracia su promesa de lealtad antes de continuar discutiendo los detalles.

La bendición de Peytra fue un gran incentivo, pero los humanos eran criaturas con necesidades. Las recompensas materiales también fueron igualmente importantes para estimular la motivación. Había visto demasiados programas en los que los humanos se mataban unos a otros por dinero como para no darse cuenta de esto.

Tenía la legitimidad aquí ahora como el Hijo Santo de la Secta Inquebrantable, pero tenía que tener una ofrenda tangible para reforzar y mantener su lealtad en él. Sería una tontería suponer que la Secta Inquebrantable lo serviría incondicionalmente, especialmente si no veían un futuro mejor con él.

Los Mercenarios de Ironwall habían estado operando en Rosa durante más de una década. Habían invertido mucho en su red de inteligencia y habían iniciado bastantes negocios aquí, por lo que sería una lástima decirles que abandonaran todos estos activos. Por lo menos, Roel no tenía la intención de decirles que hicieran algo que los hiciera sufrir una pérdida tan grande.

Además de eso, los Mercenarios de Ironwall habían estado sirviendo como guardias de Charlotte durante bastante tiempo, por lo que no sería prudente sacudir las cosas innecesariamente. Los guardias que eran fuertes y leales no eran fáciles de conseguir, por lo que esperaba que siguieran cumpliendo con ese deber, o de lo contrario lo lamentaría mucho si algo le sucediera a Charlotte.

En cierto sentido, era bueno que hubiera tomado a los mercenarios de Ironwall bajo su protección, ya que los hacía aún más confiables, lo que significaba que se les podía confiar la seguridad de Charlotte.

El pequeño tirano no quiere encontrarse con un mal final - Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora