Extra.

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El albino estaba en su departamento tratando de no morir en la espera.

–No es gran cosa, Atsushi

Habló la chica azabache mientras sacaba de su boca una paleta que le había robado exitosamente a Ranpo mientras Poe lo mantenía ocupado.

–¡Si lo es! ¡Es una cita con Akutagawa! ¿¡Entiendes que Akutagawa me arrancó una pierna cuando nos conocimos!?

Estaba desesperado y entrando en pánico, nunca, pero nunca en su vida había ido a una cita y empezaba a creer que Akutagawa lo citó para poder matarlo.

–Pero así te gusta

Respondió la chica sin mucha importancia mientras marcaba un número y le daba llamar esperando a que contestaran al otro lado.

–¿¡A quién llamas, Kyouka-chan!? ¡Ponme atención que me voy a morir!

Habló bastante dramático mientras la puerta se abría de golpe dejando ver a un castaño vendado.

–¿¡Alguien dijo morir!? ¡Aquí estoy para ayudar en el proceso~!

–¡Dazai-san!

Corrió hasta su superior y lo abrazó con fuerza escondiéndose en su pecho, el castaño se quedó en modo tieso cuando el albino lo abrazó pues la única persona que lo había abrazado en su vida fue Chuuya y había pasado mucho tiempo desde eso.

–Atsushi-kun

Habló el castaño como si le fuera desagradable abrazar al chico, y no era eso, era que simplemente no le gustaba el contacto físico con otras personas.

–¿Qué pasa?

El albino se alejó de su superior soportando las ganas de llorar por la frustración.

–¡Akutagawa seguro me citó para matarme! ¡Soy muy joven para morir!

La chica cortó la llamada y se levantó para empezar a acomodar el lugar ignorando a ambos mayores que estaban haciendo drama, en especial el albino.

–¡Atsushi-kun, no puedes ir, te va a matar!

–¡Ya lo sé, Dazai-san!

–¿¡Qué es esta mierda!?

Se escuchó una voz grave que abría la puerta de golpe viendo al albino que estaba casi llorando abrazado al castaño que aunque estaba haciendo bromas con él seguía sin moverse porque le era incómodo.

–¿C-Chuuya-san?

El albino soltó al castaño y corrió hasta el pelirrojo al que abrazó con fuerza y ahora sí se soltó a llorar.

–¡Yo ya no tengo más dinero para que Akutagawa esté rompiendo toda mi ropa! ¡Gasté mi salario en comprar ropa por culpa suya!

El pelirrojo correspondió al abrazo mientras le daba palmaditas en la espalda tratando de calmar al chico tigre.

–¿Ya o vas a seguir haciendo drama?

Cuando el albino se calmó se separó del mayor con un leve puchero algo avergonzado por su show.

–E-Es que... Me parece imposible que Akutagawa quiera una cita conmigo... ¿Y si sólo me llamó para matarme y yo haciéndome ilusiones?

El pelirrojo suspiró porque acaba de terminar con Akutagawa y ahora le toca soportar al albino.

–Atsushi, cálmate, no te va a matar, mejor vamos a ver qué ropa tienes para que vayas a comer

El albino asintió mientras guiaba al pelirrojo hasta su habitación donde estaba su armario el cual abrió y dejó ver solamente camisas blancas y pantalones negros, literalmente era como si hubiera copiado y pegado su ropa unas veinte veces ahí.

Lo que hace el alcohol ||Shin soukoku||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora