Capitulo 1

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Decepción, enojo, vergüenza.

Esas eran la emociones que todos aquellos jóvenes que entraban al dojo de cobra kai sentían, cabizbajos y enojados al haber perdido la pelea en la casa de los LaRusso, pero muy en el fondo, donde se ocultaba su sentido de la razón, estaban tranquilos de que la familia no hubiera involucrado a la policía.

Estaban sorprendidos ya que únicamente Robby sabía lo que le había pasado al ventanal del lugar, bueno, a medias, ya que su marca en la frente después de haber sido noqueado por su propio padre no le permitía recordar más allá. Así que únicamente el hombre mayor del lugar, el cual se disponía a dejar su puro dentro de la oficina mientras se preparaba para sacudir aquellos pensamientos de sus estudiantes.

Lo que ellos no sabían es que él tenía ya varios planes en mente y conocimientos que ellos no tenían. Por ejemplo, el que la familia Silver estaba a pocos días de su llegada.

Salió con su característico Gi, en aquella postura que daba presencia e intimidación, la cual no fue ignorada por los estudiantes los cuales formaron sus ya conocidas líneas a prisa.

Ellos esperaban a que su mentor comenzara a hablar, incluso que les diera algún tipo de escarmiento por su falla.

Pero el hombre se dedicaba a caminar entre las filas observando el lenguaje corporal de estos. Sintiendo asco de lo que expresaban. Derrota.

Incluso cuando a él mismo le había ocurrido lo mismo a manos de su viejo estudiante y de LaRusso. Los golpes en su rostro no podían mostrar debilidad, nada podría hacerlo. Debía jugar sus cartas y lo haría bien. Más porque él siempre tenía un As bajo la manga.

—Estoy consciente de lo que sucedió la semana pasada.— quien no lo estuviera, vivía bajo una piedra, poco tardó en pasarse la noticia de lo que sucedió, el karate ya era un escándalo en el pueblo, ahora, era peor. —De la vergüenza, de la humillación... De la traición.—

Hawk, el que aquel dojo alguna vez pensó que podría ser el nuevo campeón, pero en el fondo, Kreese siempre supo que él no daba la talla, no se equivocó.

—Pero eso está en el pasado, no perdieron por no seguir mis métodos, perdieron porque alguien a quien consideraban familia, decidió apuñalarse por la espalda.— Kreese usaba sus palabras de forma sabía, de forma en la que sabría lo que causaba en sus estudiantes porque podía verlo en el rostro de todos y cada uno de ellos. La rabia en el rostro de todos ellos era algo que solo lo hacía sonreír al ver cómo alimentaba lo que esos chicos necesitaban, o al menos, los que él necesitaba. —Pero me voy a encargar de que las cosas cambien por aquí, la unidad y la lealtad serán nuestro mayor mandamiento después del sin piedad al enemigo.—

Y lo que decía funcionaba, aunque mucho no necesitaba hacer para ello, ya que todos y cada uno de ellos ya estaban lo suficientemente enfadados para querer seguir al hombre en todo lo que dijera, eran cómo un panal de avispas al cual había molestado por meses, solo bastaba liberarlas en público y...

—Va a ser duro y va a requerir cambios, muchos grupos no lo lograron pero ustedes, ustedes son soldados, fuertes, inquebrantables, aún falta camino por recorrer pero...— Aquella pausa, necesaria para que entendieran que lo que iba a decir no era cualquier cosa, algo que al menos Keene ya conocía pero de lo que se iba a enterar el resto. —El que pueda seguir, el que cobra kai pueda seguir, ahora está en sus manos...— Aquella oración cambió el gesto de enojo a confusión, todos ellos se miraron unos a otros sin entender a qué se refería el hombre. —Cómo lo escucharon, los traidores y supuestos karatecas que se dedican a pintar cercas o cortar plantas, nos han retado y se han unido contra nosotros.—

—Quieren desmantelar lo que hemos construido, creen que van a poder romperlos, derrotarlos, desterrarlos.— Y nuevamente, la ira volvió, las palabras no eran al azar, sus movimientos no eran en vano, sabía cómo entrar en la cabeza de esos jóvenes impulsivos que tenían problemas complejos, y sabía manejarlos a su favor.

—Pero no van a lograrlo ¿Porque?— Ahora se dirigió a ellos, la pregunta les tomó por sorpresa. Pocos se animaron a levantar la mano.

—¿Porque no permitirá que suceda?— Dijo el joven de cabello rojizo, callado pero solía ser compinche de Hawk.

—¿Necesitas que también te limpie los mocos?— Y es por eso que era tan callado, cuando las ligeras risas se hicieron presentes se dirigió a otro estudiante.

—¿Por qué somos más fuertes?—

—Casi... ¿Alguien más-...— Esta vez fue interrumpido, pocos se atrevían a hacer algo así, pero Nichols, siempre tuvo valor de hacer lo que quería sin preguntar o pedir permisos, algo que a Kreese le agradaba, pero algo que igual iba a manejar, aunque ya no iba a agradarles.

—Porque la derrota no existe. -- La sonrisa en su rostro se hizo presente, les había enseñado bien.

—Exacto.— Volvió la mirada al resto antes de hablar con fuerza haciendo que se escuchara en todo el lugar. —Porque la derrota no existe para ustedes. Porque el miedo no existe. ¿O si?—

—¡No, Sensei!—

—Esta vez, ni siquiera sabrán que los golpeó, no tendrán que empezar la pelea, pero tampoco van a terminar. — Nuevamente una ceja se levantó en el rostro de la joven, las lecciones siempre cambiaban.

—Esta vez, vamos a terminar la guerra. Y la vamos a ganar.—




















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𝘽𝙚 𝙈𝙮 𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 || ᴄᴏʙʀᴀ ᴋᴀɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora