Capítulo 5

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Y así cómo lo planeo, sintiendo energía todavía después de terminar sus turnos del día y llevar comida a su hermano pequeño y madre, decidió volver a salir de casa a eso de las 10 de la noche.

No tenía miedo de ir sola por las calles de Reseda, sabía cómo defenderse y lo había probado ya varías veces, así mismo, sabía que en el pequeño centro comercial donde se encontraba el dojo, siempre estaba aquel supermercado seguía abierto. Así que había luz en el lugar.

Con solo su mochila que llevaba un cambio de ropa para entrenar ya que usaba uno más abrigador, caminaba hasta el lugar y buscó en su bolsa las llaves, cuando se dio cuenta de algo, la puerta ya estaba abierta.

Se extrañó, su primer instinto era ir a investigar, tal vez era alguien de miyagi-do intentando devolver la jugada que les hicieron tiempo atrás de destruir su dojo, por lo que intentó guardar silencia y ver si escuchaba alguna voz familiar, pero lo único que escuchó eran pasos que se dirigían a la puerta,

Por instinto se alejó escondiéndose un poco para que fuera difícil verla, pero no sabía lo que verdaderamente pasaba dentro.

Por su parte, Taylor había terminado de entrenar, buscaba sus cosas en la parte posterior del dojo mientras que su Sensei buscaba algo en la oficina, el entrenamiento había sido duro, pero Taylor había tomado cosas peores. Y eso le gustaba a Kreese de ella, a diferencia de sus otros estudiantes que hacían evidente su cansancio y límites, ella no ponía peros al recibir una orden, no paraba de hacer los ejercicios indicados aun así estuviera herida, no se quejaba ni pedía descansos, su amigo la había entrenado bien, pero en el momento que salía del tatami su agotamiento se volvía evidente.

Cómo aún no iniciaba la escuela ya que no estaba inscrita a ninguna del valle, Taylor la pasaba en su nuevo hogar, el cual, si, era pequeño, pero eso no significa modesto. Tenían todo tipo de máquinas de ejercicio para practicar ahí cuando fuera necesario, por aburrimiento ella pasaba la mayoría del día ahí, descansaba y luego iba a su entrenamiento nocturno, por lo que terminaba exhausta al terminar el día.

Lo único que faltaba después de cambiar su Gi a su sudadera oscura para cubrirse del frío era vendar sus nudillos. Kreese no provocó heridas, siempre las tenía, pero las forzaba a cada entrenamiento y de vez en cuando se abrían. Una vez que terminó de alistar sus cosas se puso la capucha y salió por la puerta principal revisando su celular, no esperaba a nadie más ahí por lo que en el momento que sintió un golpe en la espalda baja la hizo tropezar y dejar caer su teléfono.

—¿Que diablos-...—

Tory, que ni siquiera se pensó el preguntar que pasaba volvió a atacar dando una patada lateral en su brazo. Taylor no tuvo tiempo de reacción cuando por fin vio el rostro de la rubia por poco tiempo, ya que esta tomó su hombro de forma ruda haciéndola girar y dio una patada giratoria que dio en la cara de la menor.

Resistía los golpes bastante bien, pero también encendían la agresividad que llevaba oculta, incluso Tory sintió un escalofrío cuando la contraria la observó con aquella mirada oscura tan peculiar que venía de familia. Taylor pasó su mano por el lado inferior de su labio notando el pequeño hilo de sangre que brotaba.

Una sonrisa torcida mientras relamía la sangre fue lo que hizo antes de soltar su mochila y tomar impulso dando una patada 540 al rostro contrario, estaba agotada poco minutos atrás, pero la ira podía más.

—¿Me querías? Aquí me tienes.— Tory no esperaba que la chica supiera pelear, por lo que la patada la hizo caer al suelo, pero tardó en reaccionar ya que el golpe dio en el costado de su cabeza, su oído, aturdida, no vio cuando la chica se acercó de manera agresiva dando una patada de hacha en su abdomen sacando el aire que tenía la rubia, cuando Taylor se acercó para tomar su chamarra con intenciones de dar un golpe con su puño, Nichols logró reaccionar pateando el pecho contrario para alejarla y darle tiempo para levantarse. Lanzado un puñetazo a su cara pero que fue atrapado por Taylor, la cual saltó, usando sus piernas para envolver el cuello contrario para llevarla al piso.

Con eso, perdió, no pudo quitare las piernas de Taylor de encima mientras que esta empezaba a cerrar el espacio que le dejaba respirar, Tory se empezaba a desesperar hasta que...

—¿Que demonios sucede aquí?— Kreese, el cual no había salido del lugar hasta que escuchó el escándalo, dándose cuenta de lo que se acaba de desatar. —¡Silver, sueltala!— el hombre rápidamente corrió a sujetar intentando quitarla de encima ya que ella no cedía. Pero después del forcejeo soltó el agarre.

Taylor se molestó sacudiéndose la ropa, mientras que su adversaria, estaba tosiendo en el suelo recuperando el aliento. No alcanzaba a escuchar lo que discutían los otros dos. Solo reaccionó de nuevo cuando sintió una patada en las costillas.

—Eso es por mi telefono, idiota.— Kreese la vio mal una última vez mientras Taylor recogía sus cosas y se dirigía a su auto. Marchándose del lugar.

—Nichols, de pie, vamos, estás bien.— Kreese preguntó sujetándola para levantar a la menor del suelo. Pero no, Tory no estaba bien.

A pesar de no conocer el nombre de la chica sabía algo, que el marcador entre ambas ahora iba 1-0. Y que haría todo para darle la vuelta.












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𝘽𝙚 𝙈𝙮 𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 || ᴄᴏʙʀᴀ ᴋᴀɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora