Mobei-jun

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Capítulo VI

Mobei-jun

Alguna vez Shang Qinghua puso de su parte para ser un autor comprometido con el arte. Cuando inició su novela, Camino del Orgulloso Demonio Inmortal, llevó a cabo una investigación seria sobre la historia de China, ¡de verdad se esforzó! ¡Hizo líneas del tiempo! ¡Anotó historias épicas para usar como inspiración! ¡Prácticamente lloró sobre su primer borrador por lo orgulloso que estaba de su futuro bebé!

Muchas cosas que parecían absurdas o demasiado dramáticas, tenían una razón de ser. Fue sólo que, esas razones nunca se llegaron a explicar porque a los lectores no les importaba, todo lo que esos ingratos querían eran más esposas, más villanos con un IQ de 40 y mucho más papapa. Probablemente el único que se quejaba de las tramas sin explicar era su Hermano Pepino, pero ¿de qué no se quejaba el Hermano Pepino? Shen Yuan era un bastardo quisquilloso.

Ah, los sueños. El potencial. La miseria. Si Shang Qinghua era sincero, ver que su novela pasó de ser una historia profunda a una historia porno, le hizo experimentar lo mismo que los padres sienten cuando ven que el hijo favorito decidió ser stripper en lugar de médico. No es que ser stripper fuese malo, pero los padres a veces tenían expectativas. Y los strippers también ganaban mucho dinero vendiendo entretenimiento erótico, así que fue una buena comparación.

Cuando Shang Qinghua renunció a escribir de forma seria Camino del Orgulloso Demonio Inmortal, se olvidó de toda su investigación. Mezcló los nombres antiguos de las provincias con los nombres modernos, juntó inventos antiguos con inventos nuevos, ideó todo tipo de panaceas, hierbas y bestias. Metió en su historia todo lo que les gustaba a los lectores hambrientos de historias satisfactorias. Shang Qinghua ignoró todavía más el contexto histórico y las reglas usuales del cultivo cuando se dio cuenta de que podía escribir más rápido sus diez mil caracteres diarios si no se preocupaba por la construcción del mundo. De nuevo, su Hermano Pepino, imbécil sabelotodo, se lo recriminó en los comentarios, sin embargo, Shang Qinghua fingió demencia.

Por lo tanto, no era una sorpresa que el mundo de Camino del Orgulloso Demonio Inmortal se volviera un mundo con cierta base histórica, pero tuviera muchos detalles extraños que podían confundir a cualquier historiador decente. En fin, Shang Qinghua diría que, aunque las cosas se salieron de control, todavía le gustaban algunas partes de este Frankenstein ficticio que construyó.

De entre todos sus inventos extraños, Shang Qinghua amaba a dos en particular. Un felino y un roedor de las nieves que habitaban los desiertos del norte controlados por Mobei-jun. En la historia original, los pequeños animales peludos fueron cazados y ofrecidos como tributos a Luo Binghe. Posteriormente, Luo Binghe los usó para ganarse el corazón de la esposa número 543, que era una sexy domadora de bestias.

No obstante, para Shang Qinghua esos animales peludos tenían un significado especial. Mobei-jun se los regaló como símbolo de su cariño, luego de oír que eran un regalo popular entre las parejas de demonios adinerados y nobles.

Shang Qinghua había mirado, con los ojos bien abiertos, al pequeño roedor, que parecía un hámster angora albino, y al felino de las nieves, que parecía un gato angora blanco. Se emocionó tanto por ver al par de bestias más inofensivas y tiernas que alguna vez poblaron el mundo ridículamente peligroso del Camino del Orgulloso Demonio Inmortal que, el siempre serio Mobei-jun pareció muy complacido con su decisión de darle un par de mascotas.

El roedor y el felino tenían una extraña relación. Para ahorrarse el problema de tener que desarrollar una trama difícil de resolver y poder saltarse a la parte del papapa, Shang Qinghua escribió que estas dos especies por lo general se encontraban juntas. El felino de las nieves sólo comía cierto tipo de pescado, era muy inteligente, solitario, perezoso y ocioso. El hámster de las nieves comía brotes, bayas y hojas y era un poco torpe, pero nadie podía negar que era un roedor astuto. El hámster había desarrollado la estrategia de esconderse silenciosamente entre el pelaje del felino de las nieves para evitar a sus depredadores. El felino ignoraba al hámster porque no era su presa, no hacía ruido y lo ayudaba a mantenerse caliente, así que terminaron formando una asociación simbiótica de lo más extraña.

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