Capítulo 5: Porno Literario

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Brooke.

— ¡Madre mía! ¡Mi hija está viva!—la voz estridente de mi madre atraviesa mis tímpanos, despertando por completo a mi cansado cerebro.

—Hola, mamá— mi saludo sale en un susurro

Estoy recién despierta y mis ganas de vivir justo ahora se encuentran reducidas a un: "Ojalá y hubiera sido abortada"; y es que luego de los eventos recientes, mis fuerzas han disminuido notablemente dejándome en el límite que separa tener una crisis existencial y deprimirte del destino que te ha tocado. Y sí, yo estoy más hacia el deprimirme.. porque crisis tengo todos los días.

Por tal motivo había decidido hacer algo por mí y acostarme temprano la noche anterior, para poder darme un descanso merecido. Pero mi alarma tenía planes distintos para mí; así que a las siete en punto de la mañana me despertó con Taylor Swift y su: Wildest Dreams, a mi y muy probable a toda la planta, para que fuera hasta el baño y me duchara.

¿Por qué la puse a esa hora?

Para evitarme las miraditas y susurros de las demás chicas. Lo menos que quiero es que me pregunten por Stone desde temprano.

Recién estaba llegando de mi baño matutino cuando el tono de llamada de mi teléfono me arrancó de mi pacífica realidad alertandome de qué los problemas me asaltarían desde temprano.

Solo puedo pensar en una cosa: Daniel "ElQueSiFueComidoPorUnaLeonaConCambiosDeHumor" Singer se desarmó delante de mi madre y contó todo.

Perfecto.

— ¿Hola mamá? ¿Así tan seca?. Creí que había tenido una hija alegre y que trataba a su madre, quien dicho sea de paso la cargo nueve meses en el vientre y soportó desde las patadas mortales, hasta las náuseas matinales suyas— ¿Quien dijo que ella sacaba las cosas en cara? No hombre no, ella no reclama nada—. Pero, hey, no te estoy reclamando.

Una suspiro se escapa de entre mis labios y me paso una manos por la cara. Gracias al cielo.

Tiene razón...he sido una hija de mierda y si no llega a ser por mi hermano cuenta chismes, ella no supiera nada de mi vida.

— Perdón por no llamar, mamá. He estado ocupada con algunas cosas — más bien, un quién y su larga lista de estupideces que incluyen mi nombre—, y me ha robado la noción del tiempo.

—¿Está todo bien por allá, cielo? Se te escucha cansada —pregunta con ese tono que normalmente abre la fuente de mis secretos y la drena en menos de un segundo.

Por supuesto que sabe algo... Debo de ir a hablar con mi hermanito y recordarle el porque tiene una sonrisa perfecta que no incluye un odontólogo y si a mi puño.

Pero me mantengo fuerte... Incluso sabiendo que ella sabe, sé que solo quiere confirmar el chisme, así que elijo la opción de hacerme la difícil y mantener la boca cerrada.

fuerte Brooke... No dejes que se te afloje la lengua. Si ella no es específica usted tampoco.

—Si mamá, todo está bien — desde hace rato soy consciente de que por mentirle a mi madre me conseguí un pasaje en primera clase para ir al Infierno.

Pero justo ahora me acabo de ganar un paseo turístico entre sus celdas.

Mi madre puede escuchar lo que esconde mi tono aparentemente normal. Pero sabe que a menos que ella no sea directa, yo mantendré mi lugar.

— Sabes que estoy aquí para lo que necesites, ¿verdad?. Lo que sea, cielo.

A pesar de que sé que no me puede ver, asiento y le agradezco mentalmente que no me presione. Tomo un respiro profundo porque gané está guerra, pero  sé que si se llega a enterar de lo que ocurrió en la oficina del Decano es capaz de tomar el bus y  plantarse frente a mí habitación junto a mis hermanos.

Maldito Jack StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora