Capítulo 8

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La luz del día me desveló. Mágicamente me hallaba tumbada en la cama de mi habitación; por un momento llegue a pensar que todo podría haber sido un sueño, y que todo había vuelto a la normalidad, pero mis pensamientos mañaneros se vieron interrumpidos por el estridente sonido de mi teléfono movil. El nombre Abby apareció en mi pantalla de bloqueo. Barajé la posibilidad de colgar y mostrarle mi enfado, pero me di cuenta de que era mi mejor amiga y había estado allí en los peores momentos... Y la echaba de menos.
-¿Diga?
-¿Alli?
-Dime...
-¡Oh dios mio, Allison! ¿¡De veras eres tú!? ¡No me lo puedo creer, mamá Alli ha vuelto! ¡Allison, dios mío, contéstame, creo que voy a llorar!
-Sí, soy yo.
-¿Dónde mierda te habías metido? Osea, ¿enserio te fuiste por lo de aquella noche?
-Fue un cúmulo de cosas, y aquello le puso la guinda al pastel.
-Siento haber sido la guinda, pero te aseguro que yo y Justin vamos totalmente enserio.
-No es eso, en realidad me alegro por vosotros, es genial... Solo que aquella noche me sentía más sola que nunca, y te necesitaba. Y verte allí de ese modo... No se, me sentó mal de algún modo.
-No tienes por qué darme explicaciones.
-En realidad sí.
-Bueno, ¿y qué? ¿vienes a mi casa o tengo que ir a levantarte de la cama?
-Mejor voy yo, así me obligo a mi misma a levantarme y darme una ducha, lo necesito. -nos reímos al unísono.
-Te echaba tanto de menos.
-Yo también.
El silencio se hizo y decidimos, mutuamente, colgar.
Después de quedarme 15 minutos bajo el agua intentando olvidar todo lo que me había pasado, cosa que no había logrado, decidí salir de la ducha. Mientras me peinada delante del espejo algo empezó a sonar a mis espaldas, al principio pensé que grifo tenía una gotera, pero después me di cuenta de que el sonido era muy fuerte como para que tan solo fuese una gota de agua. Me giré y empecé a dar vueltas por toda la habitación hasta que alguien volvió a producir ese insoportable ruido y supe ya, al fin, que era de la ventana. Me acerqué, la abrí y saqué la cabeza cuando una piedra alcanzó mi frente.
-¿Pero qué cojones...? -dije mientras me tocaba la parte superior de la cara.
Comencé a mirar a todos lados para intentar averiguar quien había sido el gracioso. Mi primera sospechosa fue Abby, pero luego me acorde de lo vaga que era...
-¡Alli! ¡Aquí abajo! -dijeron susurrando.
-¿Quién mierda eres?
-¿Ya te has olvidado de mi?
-¿¡Jack!?
-Veo que a pesar de todo, tu inteligencia no la pierdes.
-La madre que te... ¿te han sacado ya de la carcel?
-No exactamente.
-Quieres decir que has...
-Muy bien Allison, tus dotes de super dotada siguen intactos.
-¿Se puede saber dónde estás metido?
-Mira abajo.
Y allí estaba, bajo mi ventana. Llevaba el mono naranja de la carcel y no sabéis lo bien que le sentaba... Diría incluso que podría protagonizar un Orange Is The New Black en versión chico, pero sin incluir la parte en que tendría que ser gay.
-Ahora haz el favor de limpiarte la baba y bajar, tenemos que irnos.
-¿Irnos a dónde?
-No preguntes y baja.
-¿Cómo quieres que no pregunte si la última vez que no pregunté me drogaste con agua?
-Eso fue antes de que me importaras.
-Entonces, ¿ahora te importo?
-Allison, que estés en un balcón no me hará ser Romeo. Baja de una puta vez.
-Me visto y bajo. -dije
mientras me reía a carcajadas.
Cerré la ventana y terminé de vestirme y peinarme. Salí, me calcé mis Air Force 1 y bajé.
-Estás guapa, eh.
-¿Se puede saber por qué estás tan amable?
-¿Es qué uno no puede estar de buen humor?
-Tú precisamente, no.
-Anda, déjate de rollos y sube al coche. -dijo mientras señalaba un bmw descapotable aparcado frente a la puerta del garaje.
-¿Me tomas por tonta? ¿De dónde lo has sacado?
-Se llama robar, pequeña Allison.
-Osea que aparte de lo que te puede caer por secuestrarme, ¿también quieres sumarle robo y fuga?
-Sube al coche, por favor.
Le mire y no pude responderle, todo el buen humor que tenía se había esfumado totalmente. Al entrar en el coche se quitó el mono. Al principio me asuste, es decir, creía que estaba desnudo, pero luego me di cuenta de que llevaba ropa debajo. Lo doblo y tiró a la parte trasera del coche y arrancó.
-Si llevabas ropa debajo, ¿Por qué te pusiste el mono encima?
-Pensé que sería divertido hacerte reir. -contestó de la manera más seria posible.
Le notaba diferente a como estaba minutos antes.
El viaje tenía pinta de durar, así que encendí la radio y apoyé mi cabeza en la ventana.
-Si me quedaba en la carcel, mi padre podría volver en cualquier momento, pagar la fianza y llevarme con él otra vez. -dijo de repente- Quiero cambiar Alli, quiero empezar de nuevo, llevo toda mi vida reuniendo el valor para hacerlo, para mandar todo a la mierda, pero no ha sido hasta que tú has llegado cuando me he dado cuenta de todo lo que me estoy perdiendo. Ya deje marchar una vez una vez a la persona que más me quería, y no pienso cometer el mismo error dos veces.
-¿Y quién es esa persona a la que ahora no quieres perder?
-A ti.

The Last Song ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora