The Last Song Club

Capítulo 4

-Jack, tenemos que hablar.
-Espera, lo adivino. Has estado pensando en decirme esto mucho tiempo, estas nerviosa y no te salen las palabras, mi sonrisa ha podido con tu orgullo y quieres mantener una relación conmigo. Lo siento Allison, pero un secuestrador no puede salir con el rehén.
-Oh dios mio, ¡Por favor, Jack! Te amo muchisimo...-dije con tono sarcastico.
-Pero es algo inapropiado, Allison, no me obligues a hacerlo...
Empecé a reír a carcajadas. No sabía como pero estando en una habitación con apenas 5 metros cuadrados, llena de polvo y humedades, me sentía espectacularmente bien.
-No, ahora enserio. Alguién tiene que dormir en el suelo.
-¿Pretendes que lo haga yo?
-Sería lo ideal...
-Me temo que ya sabes la respuesta.
Derrepente había cambiado totalmente su forma de mirarme o de tratarme, dio un cambio descomunal en comparación con las bromas anteriores, esto tampoco era un tema muy serio para ponerse así.
-Vale.
-¿Qué te pasa a ti ahora?
-Pero, ¿qué coño dices?¿cómo quieres que esté?
-La verdad es que no se ni para que te pregunto si me importas una mierda.
No entendía nada, no podía entrar en mi cabeza que segundos antes estuviésemos riendo, y ahora me manda, literalmente, a la mierda. La verdad es que no me apetecía nada discutir, más que nada porque iba a pasar mucho tiempo con él, y lo mejor sería que todo estuviese de la mejor manera posible. Cogí una manta, la puse en el suelo y me tumbé sobre ella.
-¿No vas a dormir en la cama? -sonó a mi espalda.
-Pero si vas a dormir tú. -dije sin apenas moverme.
-¿Y qué?
-Que no voy a dormir contigo.
-¿Intentas hacerte la difícil? Porque te informo que no voy a hacerte nada, principalmente porque no me atraes.
-¿Puedes, por favor, dejar de insultarme cada vez que abres la puta boca?
-No te he insultado en ningún momento.
-Mira Jack, no se como decírtelo sin ofenderte. No dormiría contigo aunque hiciera -7 grados y tu cama fuera la única del mundo.
-Vale, pero ¿cuándo vas a subirte?
-Que no voy subirme Jack, que no voy a dormir contigo. Olvídame.
-Vale.
Después de aquella innecesaria conversación apoye mi cabeza sobre la almohada y me acosté. Lo último que quería aquella noche era darle vueltas a la cabeza.
La noche se pasó volando. El ruido de un pájaro picoteando la ventana logró sacarme de mi profundo sueño, y sin tener idea de como, me encontré en la cama abrazada a Jack, sin embargo, no me levanté. Cerré los ojos y seguí acurrucada a él; entonces descubrí que era lo que tanto me gustaba de Jack, no eran sus ojos azules, o como me hacía reír, no era su forma de mandarme a la mierda y segundos después bromear conmigo, era lo segura que me hacía sentir, la forma en la que inconscientemente me transmitía esa seguridad. Desde aquel momento supe que me gustaba, porque había descubierto que no me mintió el día que nos conocimos porque mi casa estaba junto a él.
-No se que estoy haciendo. -Le escuche decir a mi espalda. -soy una bestia.
Levante mi brazo y me la acerque a la boca simulando un bostezo, abrí mis ojos y mire a los lados.
-¿Se puede saber por qué cojones estoy en la cama?
-No podía dejar que durmieras en el suelo. Soy un bestia pero tengo mis límites...
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por haberte tragado el orgullo por mi. Aunque vayas a cagarla en 5 minutos aproximadamente.
-No voy a cagarla.
Subí mi cabeza unos centímetros, le di un beso en la mejilla y salí de la cama.
-Me voy a duchar. -dije mientras abría la puerta del baño.
-Si tienes frío ya sabes...
-Ves, ya la has cagado.
-Me refería a qué me avisaras para encender el calentador, idiota.
-¿Y tú como lo enciendes? ¿Desde dentro de la ducha?
-Eso ya lo descubrirás cuando nos casemos y me dejes ducharme contigo.
Empecé a reír. ¿Por qué era tan feliz en ese cuchitril? Y lo más importante, ¿Por qué me hacía sentir tan bien...?
-Se llama Allison...- sonó tras la puerta. -tiene 16 años, es rubía, por favor si la veis llamadme a esta numero... -pondría la mano en el fuego si esa no fuera la voz de mi madre.