Supongo que todo lo que algún día quise para mi vida se ha esfumado, mis sueños, mis metas, todo quedó reducido a polvo la noche que detuvieron a Jack. Se que ya son 36 años los que tengo, que me he casado y que al lado de mi habitación duermes dos hijos maravillosos fruto de un matrimonio también maravilloso, pero no es fácil dejar atrás lo único que hizo tu vida alguna vez interesante.
Después de volver del bar, dormimos en un hostal dos noches más y salimos de la ciudad. Íbamos con un coche recorriendo ciudades, conociendo gente increíble, dormíamos en bancos, playas, hasta en colinas, sin apenas preocuparnos por el frío. Comimos gracias a lo que Jack tenia ahorrado y a la caridad de la gente, pero, aun así, cuando el alimento empezó a escasear, seguíamos sin rumbo llegando a sitios desconocidos, a lugares fascinantes. Nos colábamos en cines, museos, hicimos más "sinpas" de los que jamás podría imaginarme, pero sobre todo, éramos felices. Durante los 20 años posteriores a aquel fatídico día he escuchado miles de teorías sobre el amor y sobre estar enamorado. Un sabio dijo una vez que las personas solo se enamoran una vez en sus vidas, y que el resto de sus días se lo pasan buscando a cualquier persona que se asemeje a ese "alguien". Creanme, es lo más cierto que he podido oír alguna día. Y sí, aunque me cueste decirlo, no estoy enamorada de la persona que duerme todos los días al otro lado de mi cama, y que daría mi vida por tenerle a él aquí, pero seamos realistas, esto es a lo que todos aspiramos, ¿o no es así? Un trabajo agotador, un matrimonio sin magia e hijos que te hacen levantarte cada mañana y dar lo mejor de ti.
De aquel día solo recuero (o quiero recordar) poca cosa, miles de carteles colgados por una ciudad la cual ni si quiera sabíamos cual era, miles de fotos de Jack junto con la frase "SE BUSCA". Ya no estábamos a salvo, y el día que tanto temíamos llegó cuando menos lo esperábamos. Corrimos hacia el coche pero fue una anciana con un grito lo que alarmo a la gente. Un agente salió de una cafetería cercana y corrió hacía la mujer, la cual no dejaba de gritar "Es él, el hombre de los carteles". A Jack le temblaban las manos, no sabía no como arrancar el coche que tantas veces había usado.
Antes de que el agente llegara, me cogió de la mano y me dijo entre susurros "Allison, te amo, muchísimo, más de lo que te pueda hacer creer, más de lo que jamás te haya demostrado. Te amo más que a mi vida y me arrepiento cada mañana de no haberte podido hacer feliz. Espérame, te lo ruego. Te juro que cuando logre salir de la carcel te buscaré"
Las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos, verle de aquella forma me partía el alma en mil pedazos.
-Cariño, ¿puedo pasar? -dijo Sam detrás de la puerta.
-Claro, pasa.
-¿Todavía sigues con ese estúpido diario? Por amor de dios, acabas de cumplir 36 años.
-Eres casi tan idiota como cuando te conocí. De verdad que todavía no se como te pude decir que sí a lo de casarnos.
-Porque estás loca por mí.
Es irónico como a veces, la vida te da segunda oportunidades con segundas personas y, aún así, estarías dispuesta a caer por el mismo precipicio.
Maggie me proporcionaba la estabilidad que tantas veces había buscado, pero no la amaba. Por mucho que se lo dijera, por mucho que intentase hacerme creer a mi mismo que era lo mejor que me había pasado, a pesar de todo aquello... Jamás la quise como algún quise a Allison.
El día que salí de la carcel decidí buscarla, aunque sabía que no me iba a esperar. Fui a comisaría para buscar el caso y ver que pasó con "aquella chica rubia" pero nadie sabía nada. Lo único que pude llegar a averiguar es que su familia se largo lo antes posible. Cuando cerraron el caso vendieron la casa y se marcharon. Nadie sabía donde habían ido, ni en que universidad estudiaba, absolutamente nada, es como si jamás hubieran vivido aquí. Mi padre fue condenado a cadena perpetua y sus pertenencias, las pocas que le quedaban, habían sido puestas a mi nombre cuando cumplí los 18. Por lo demás, viví hasta los 23 en el único piso que mi padre había pagado legalmente en Nueva York. Allí fue donde conocí a Maggie, y dónde nos casamos. Sigo viviendo aquí con ella y con Linda, nuestra hija. Soy feliz, aunque me cueste reconocerlo, Maggie me ha dado la seguridad que necesitaba y una familia increíble y jamás podré agradecérselo. Y Linda, ella era la niña mas inteligente que jamás había conocido. Tenía apenas 6 añitos y era capaz incluso de jugármela a mi. Pronto haré 5 años en mi "nuevo" empleo, ahora trabajo como secretario en una oficina que me queda a dos manzanas de casa; a veces, cuando salgo pronto de trabajar me llevo a Maggie al parque y me tomo un helado con ella, no es algo habitual, pero los pocos momentos que tengo me gusta invertirlos en ella. Y bueno he madurado, muchísimo. La carcel me ha cambiado mucho, ahora se valerme por mi mismo y se que si algún día, por alguna extraña casualidad del destino me volviera a encontrar con ella, no lo dejaría todo para fugarme y vivir una "aventura". No es que tenga el matrimonio más perfecto del mundo, incluso hay días en que a mi mismo me ciega la rutina y no me doy cuenta si quiera de cuando entra mi esposa en la habitación.
Si algún día tuve sueños o metas en la vida, no lo recuerdo. Pero estoy agradecido de haber vivido lo que viví con Alli, aunque haya sufrido, aunque me hayan costado 10 años de mi vida, han merecido la pena. Aun la amo, y daría la vida con tal de verla sonreír una vez más, pero no podría abandonar a mi hija por una mujer, y más si ella no es su madre. La he visto llorar por heridas e incluso por idioteces y me he dado cuenta de que iría hasta el fin del mundo por ella. Sí, se que la gente dice que solo te puedes enamorar una vez, pero a mi me han robado el corazón dos mujeres en mi vida, mi hija y una chica de 16 años con más sueños que días vividos.
El despertador comenzó a sonar de manera estridente y no pude evitar despegarme de mis pensamiento melancólicos. Me levanté y me dispuse a ponerme el traje para trabajar. Desayuné y me dirigí al coche aunque jamás pensé que me pudiera encontrar a ella precisamente allí.
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The Last Song Club
Teen FictionAllison, desesperada tras descubrir a su madre con otro hombre, decide irse de casa y es esa noche cuando conoce al que cree que es el chico que puede cambiarle el día. Mentiras, pasión y delito se mezclan en este trágico romance. ¿Podrías tú enamor...