Despues de que me dijera aquello, se me cerró el estómago. Yo le quería, y lo más importante, él a mi también... Estaba arriesgando su vida por mi, se que no del mismo modo que hacen normalmente los héroes en las películas, pero hacía que su manera siempre pareciese la correcta.
Después de 3 horas de viaje y una pequeña, y para nada habitual, siesta de mi parte, llegamos a lo que parecía uno de esos bares de carretera.
-Solía venir aquí con mi padre cuando era pequeño, no se si Richard seguirá aquí; eran compañeros de la escuela.
-¿Cómo se llama el bar?
-The Last Song.
-¿The Last Song?
-Sí, nos contó una vez que antes de comprar el bar, él y su mujer solían ir a un barranco que había aquí cerca, todos los últimos viernes de todos los meses. Un mes antes de que ella muriera, vinieron por ultima vez. El nos contaba que, mágicamente, una canción comenzó a sonar, la canción de su boda. Él siempre consideró aquella como la ultima canción que escucharon juntos, así que, cuando tuvo que ponerle el nombre al bar, no lo dudo ni un instante.
-¿Aun sigue sin saber de dónde provenía la música?
-¿Y por qué no entramos y lo descubres por ti misma?
La primera impresión que me lleve de aquel pequeño local fue magnifica, no era el típico bar de carretera, tenía algo. Sobre el escenario, dos chicas interpretaban la famosa canción de Miley Cyrus, "When I Look At You" mientras dos muchachos más atrás las seguían con sus guitarras. La barra estaba repleta de gente de todas las edades con montones de libros en las manos, pude reconocer unos cuantos como "Orgullo y Prejuicio" o "El Teorema de Katherine", también había poesima como Antonio Machado o Pablo Neruda.
-¿Jack?
-¡Hey, Richard!
-¿Cómo tú por aquí? Creía que no te vería jamás después del secuestro de aquella chica...
-¿Allison?
-Exactamente.
-Esta aquí conmigo, Alli, ven.
Alzó la mano haciéndome señas para que me acercara. Al principio me dio algo de vergüenza, pero rápidamente me arme de "valor" para ir.
-Hola. -dije mirando al suelo intentando ocultar mi timidez.
-Osea que te has enamorado otra vez.
-No digas tonterías, Richard. -contestó Jack. Por cierto, Allison te quería preguntar algo.
-¿Yo? -pregunté.
-¿Quién si no? Le he contado lo del nombre del bar, y quería saber si descubriste quien puso la música.
-Pequeña -dijo mientras volvía a colocarse detrás de la barra- hay veces en la vida en que el reloj empieza a contar hacía atrás. Cuando llegues al ecuador de tus vida, los días ya no se sumaran, si no que se restaran a los que te quedan. Es la cuenta atrás más difícil de asumir, porque sabes que queda poca arena en el reloj, pero nunca conocerás cuanto es ese poco. A lo mejor esta es la ultima noche de mi vida, o puede que me queden 29 más, pero nunca lo sabré. Por eso, cuando tienes la oportunidad de hacer que la vida de otra persona se clausure de la manera más bonita, como el final de una obra de teatro, haces todo lo que esté en tu mano para que eso se haga posible.
-Tú pusiste la música.
-Me costó bastante hacerme el sorprendido. Jamás sabré si de verdad se lo creyó.
-Si yo hubiera sido ella, el mero detalle hubiera sido suficiente.
-Por mucho que os intente comprender, las mujeres sois muy complicadas para mi...
-Solo tienes que hacer lo contrario de lo que tu mente te diga.
Pasamos toda la noche en aquel bar, contando historias, escuchando a poetas primerizos recitar sus obras por primera vez en aquel escenario improvisado. Richard era alguien realmente increíble, jamás había conectado tanto y en tan poco tiempo con alguien. El me contaba cosas sobre Betty, su esposa, y yo le contaba a cerca de mi familia y de como me costaba conectar con ellos. No tuvieron hijos, según él, Betty era demasiado liberal como para atarse a algo
-Aunque por alguna extraña razón se ató a mi. -me decía- y siempre que le preguntaba el por qué, me solía saltar a otro tema, creo que tenía miedo de llegar a admitirlo.
Yo me reía y la comparaba con mi madre, la cual era la persona más estricta del mundo, y él se reía porque decía que así era la madre de Betty.
-¿Sabes por qué te he traído aquí?-Me dijo Jack mientras mirábamos las vistas a través del balcón del segundo piso.
-¿Por qué?
-Porque eres la chica más especial que conozco y este el lugar más especial que conozco.
-Supongo que este lugar y yo somos compatibles.
-Sabes que algún día me encontrarán, ¿no?
-No si puedo evitarlo.
-Te quiero, Allison.
-Yo también te quiero, Jack.
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The Last Song Club
Teen FictionAllison, desesperada tras descubrir a su madre con otro hombre, decide irse de casa y es esa noche cuando conoce al que cree que es el chico que puede cambiarle el día. Mentiras, pasión y delito se mezclan en este trágico romance. ¿Podrías tú enamor...