Maldito ladrón de chocolate.

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Agregando cosas a la lista de “las últimas cosas que debemos hacer antes de nuestra muerte programada”, Harry decidió tener una cita con Louis.

No fue una cita loca con flores y velas, pero fue suficiente. Empezó dejando un rastro de notas -fue una idea por cortesía de Luke, que todavía quería saber si la pareja había conseguido poner la salsa en el cuenco de pasta-, lo que lo llevó a su ubicación.

«Lou, te estoy tendiendo una yincana, vamos a ver cómo sigues las indicaciones. En primer lugar, ve al lugar donde nos conocimos. Ah, ¡me olvidaba! Trae quince dólares para pizza porque no tengo dinero», la voz de Harry habló a través de la máquina contestadora mientras Louis repetía el mensaje.

Él rodó los ojos al final, pero tenía curiosidad por ver lo que Harry estaba planeando, tomó su bolso y salió de la casa, asegurándose de que tenía quince dólares en la cartera.

«¿Dónde nos conocimos la primera vez?» Louis se preguntó, tratando de recordar la escena que había ocurrido meses antes. Él había tropezado con Harry en una intersección… Fue en la esquina de 7 y 38. Tomando aire, dejó que sus pies lo guiaran en esa dirección, descubriendo que no había nada. No fue hasta que se quedó quieto de pie, para ver una nota puesta en el signo de cruce de peatones- un lugar suficientemente alto como para que Harry lo alcanzara.

Louis tomó la nota y algo se derribó al suelo junto con a ella.

Una caja de chocolates, los favoritos de Louis.

Desdobló la nota, su ansiedad creció y quería leerlo rápidamente.

Lou,

si encuentras esta nota es sinceramente un milagro. ¿Sabes con cuántas personas he tenido que luchar para llegar a la parte de atrás de la señal? De todos modos, ahora que tienes los chocolates ((y si alguien los robó, entonces vete a la mierda ladrón de chocolates, estoy tratando de hacer paradas románticas)), ve a esa tienda "girly" que tú amas que está entre el 5 y 40. ¡Es tu última parada!

Con amor, Harry

Corrió a la tienda, con ganas de ver lo que había en su siguiente parada. Cuando pasó por la puerta, la señora que estaba más cerca de la puerta lo miró por un momento antes de inclinar la cabeza hacia un lado. —¿Tú eres Louis? —preguntó ella, estudiando a Louis de cerca.

Louis asintió lentamente. —Sí, ese soy yo.

—¡Oh, tú novio te dejó algo! Me dijo que vendría un chico bonito con el pelo castaño, lacio y ansioso, así que supuse… Voy a buscar la bolsa.

Louis esperó en la parte delantera de la tienda; la señora regresó, sosteniendo una bolsa grande con una etiqueta en ella. —Él escogió esto para ti, también. ¡Incluso pagó por ello! Yo me aferraría a él, es un ángel —la señora balbuceaba, entregándole la bolsa a Louis para que leyera la etiqueta.

Lou,

Ok mentí, pero estás casi cerca, ¡lo prometo! Asegúrate de cambiarte por la ropa que escogí, porque te verás tan caliente —quiero decir hermoso, en ello. Por último, ve al lugar dónde me hablaste de la pasta Cockalini y el… ya sabes. Solo tienes que ir allí. ¡Voy a estar esperándote con tus últimas sorpresas!

Xoxo gossip girl*

Louis murmuró un rápido gracias a la trabajadora, apresurándose a la parte trasera de la tienda que dirigía al vestuario. Harry, en realidad, había escogido ropa realmente agradable, lo que sorprendió a Louis porque en realidad era algo que hubiera escogido él mismo. Harry, incluso, hizo el favor de cortar las etiquetas.

Louis sabía donde debía ir después. No había otro lugar en donde Harry quisiera que fuera. Se dirigió al edificio donde hacían terapia, aferrando su bolso fuertemente a su pecho mientras se estremecía. Se acercaba la noche y el estaba empezando a preguntarse si esta realmente sería la última parada.

Él entró en el edificio rápidamente, escapando del frío. Oyó el suave sonido de la música que se estaba reproduciendo desde la sala principal y siguió los sonidos, tratando de mantener la sonrisa tonta que apareció en su rostro.

Y ahí estaba Harry, con una guitarra acústica en su regazo rodeado de cajas de pizza. Estaba cantando la melodía de una canción desconocida, pero a Louis le gustó. Tan pronto como Harry oyó que Louis se dirigía hacia él, dejó de tocar mirando hacia arriba y abajo.

—Yo sabía que te verías caliente —respiró, se puso de pie y envolvió el cuerpo de Louis en un abrazo—. Me encontraste.

—No fue muy duro, señor Styles. Necesitas hacerlo mejor la próxima vez —bromeó Louis, causando que Harry pusiera mala cara.

—¿Sabes cuánto orgullo he perdido por entrar en esa tienda y comprarte el outfit completo? ¿Sabes cuántas dependientes me preguntaron si estaba seguro de la talla o si necesitaba ayu…—

—Cállate —Louis susurró, agarrando sus manos—. Esto es increíble.

Se sentaron juntos y Harry abrió la primera caja de pizza, tomando una rebanada. —Ya era hora de que aparecieras, estaba a punto de comer todo esto por mi cuenta. 

—Pensé que necesitabas 15 dólares para la pizza.

—¿Qué clase de novio haría que su novio pagara? ¿Ese es tú humilde pensamiento hacia mí? —preguntó con un jadeo, llevando su mano hacia su pecho haciéndose el ofendido.

Louis se rio y tomó un trozo de pizza por sí mismo. Los dos se sentaron y hablaron de las cosas que generalmente suelen hablar —de nada. Amaban hablar de nada con alguien que significaba algo. Una vez que terminaron, Harry no lo dejaría ir tan fácilmente. 

—Tengo una última sorpresa —Harry anunció, dejando una pequeña caja en sus manos—. Si no te gusta, simplemente dilo por favor.

Louis entreabrió la caja y se quedó sin aliento, sacando el collar que Harry le había regalado. Tenía un pequeño corazón en él, que tenía grabada la palabra diligere*.

—Amor —susurró él, sosteniendo el collar en su pecho—. Es hermoso, Hazz. Sin embargo, ¿por qué lo escogiste en latín?

—No sé, esa mierda suena más romántico en latín.

Louis rio y agarró el collar poniéndolo alrededor de su cuello, admirándolo de cerca. —Me encanta.

—Te amo —Harry sonrió, causando que Louis buscara su mirada con los ojos muy abiertos. Esta era la primera vez que le había dicho esto a el, y significaba mucho.

—¿En serio?

—No, yo solo te estoy jodiendo. Yo sólo te compré chocolates, un outfit entero, pizza y un collar para joderte.

Louis puso los ojos en blanco, sintiendo su sarcasmo. —Te amo demasiado, idiota.

—¿En serio? —Harry preguntó con asombro.

Louis sonrió, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello. —No, yo solo te estoy jodiendo.

N/T:

*Xoxo gossip girl: Hace referencia a la serie televisiva Gossip Girl, en donde uno de los personajes de la misma, se despide de esa forma. En español, se traduce como “Besos y abrazos, chica indiscreta”

*Diligere: amor en latín.

sex addicts [l.s] ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora