sex addicts [l.s] ADAPTACIÓN

Euforia

"Estoy en casa", Harry anunció, dejando su bolso sobre el sofá y entrando en la cocina.

Su pequeña hermana Gemma, estaba sentada en la mesa comiendo una manzana cuando él sacó un taburete. Ella apenas se dió cuenta cuando él ya tenía los ojos sobre su telefono. "¡Gems!" Harry gritó en su oído, haciéndola saltar por el shock que él causó.

"¿Qué mierda, Harry? ¿Qué fue eso?"espetó ella, recuperando su celular de la mesa y parándose del taburete. Le dio otra mounstrosa mordida a la manzana antes de tirarla a la basura, casi cayendo fuera.

"Yo solo quería decirte hola, y te juro que tu celular está arruinando mi vida", dijo Harry tranquilamente.

Gemma rodó los ojos. "Acabo de pasar un buen rato y ahora estoy siendo terriblemente atacada."

"¿Qué significa eso?"

Ella se echó el pelo sobre sus hombros antes de correr por las escaleras de dos a la vez. Harry se apoyó sobre el mostrador, acariciándose las sienes cuando una idea genial se le vino a la mente. Iría a visitar a su novio, Charlie.

Harry y Charlie habían estado saliendo los últimos nueve meses, y ninguno de ellos planeaban cortar pronto. Charlie es un chico bajo, alegre con el pelo castaño hasta los hombros con ojos color avellana deslumbrantes. Harry pensaba que era una verdadera joya. Cuando por primera vez puso sus ojos en él, nunca hubo duda en su mente de que seria el único en su vida.

Él le envió un texto rápido preguntando si estaba bien que lo fuese a ver a lo que este contestó "sí". Por el tiempo que le había tomado tomar tres estaciones al sur, era casi anochecer. Cuando Harry salió del atochado metro, el sol apenas se asomaba en el horizonte, proyectando una luz a través de las concurridas calles.

Se encontró con el edicifio de apartamento, que estaba a solo una cuadra de la salida del metro. Tomó el ascensor hasta el tercer piso y llamó a la puerta del apartamento C315.

Y cuando Charlie abrió la puerta, sintió una luz arriba de su sonrisa mientras lo miraba. "¡Charlie!" exclamó, tirando de él en un abrazo.

Charlie rió y le devolvió el abrazo. "¿Qué tienes, Harry? Nos vemos como una o dos veces por semana."

"Yo solo te extrañé, eso es todo", Harry le dedicó una descarada sonrisa mientras cerraba la puerta del apartamento dejándolo a él dentro. "A que no sabes lo que me pasó hoy en terapia."

Charlie se dejó caer en el sofá y Harry le siguió. "Cierto, ¿cómo fue?"

"Un chico realmente desagradable me estuvo criticando porque con la única persona que follo es contigo. Él no nos entiende."

Harry bajó la mirada hacia su novio y tomó el rostro de este entre sus manos, conectando sus labios. "Él no entiende el amor", susurró, haciendo que Charlie dejara escapar un gemido.

Inconscientemente, comenzó a tirar de la cintura de sus pantalones de chándal, tratando de deslizarlos hacia abajo por las caderas de Charlie cuando sintió dos pequeñas manos detenerlo. Charlie se apartó y lo miró a sus ojos verde claro. "No podemos", susurró.

"¿Por qué no? Mis padres no pueden detenernos. Solo porque me enviaron a terapia no significa que tienen que saber", Harry no era consciente de las palabras saliendo de su boca, simplemente porque estaba atrapado en la sensación de lujuría y euforia.

"¿Qué pasa si termino embarazado, Harry? Entonces ¿qué?"

"Siempre utilizamos protección, sin embargo..."

"Los condones son solo 97% seguros, lo sabes, ¿verdad?"

"Lo sé, pero se puede tomar la píldora y..."

"¿Te escuchas a ti mismo?", Charlie interrumpió y empujó a Harry hacia un lado para así liberarse. "No podemos tener sexo cada vez que nos vemos, ¿al menos me amas?"

Harry frunció las cejas. "Por supuesto que sí, cariño. Olvidalo, romperé este hábito por ti, porque te quiero. Te amo más de lo que jamás sabrás."

Una sonrisa salió de la cara de Charlie, mientras picoteaba los labios de Harry rápidamente. "También te quiero."

Pero Harry no podía parar de preguntarse porque mientras tenían esa pequeña discusión sobre el sexo no podía conseguir que Louis saliera de su mente.