Gacela descoordinada

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-Tienen que respetarte más, sinceramente -dijo Louis fácilmente, con sus rodillas en el pecho-. Ellos han estado tratándote como una mierda y se merecían cada blasfemia que les gritaste.

-Me sorprende que fuesen tan suaves al respecto, en realidad. Pero cuando vuelva allí estaré listo para que me corten las pelotas de verdad esta vez.

Louis suspiró. -¿Y qué vas a hacer? ¿Acamparás en mi casa hasta que tus padres te readmitan en la tuya?

Harry se encogió de hombros, moviendo los ojos. -O pudiera volver nuevamente, y nunca serás capaz de tener sexo conmigo porque voy a ser...

-Tú puedes quedarte -le cortó rápidamente, ganándose una risa de parte de Harry-. Pero hay que ducharse, hueles a mierda de caballo.

Harry le dedicó una sonrisa falsa cuando Louis se rio en voz baja. Hizo una pausa en su camino al baño, devolviéndole la mirada de nuevo. -Espera, necesito ropa. No hay manera de que este llevando el mismo par de ropa tres días seguidos.

-Siempre se puede pedir prestada un poco de la mía.

-¿No sé supone que debe ser al revés y se supone que debes ser tú el que lleva mis grandes bóxer en tu culo y una camiseta de gran tamaño?

-¿Estás burlándote de mi estatura?

-¿Estás siendo un sensible?

Louis frunció el ceño. -Touché -pensó por un momento, mordiéndose el labio inferior concentrándose-. Podrías colarte por la ventana nuevamente o algo. Algo así como Spiderman excepto porque eres menos coordinado.

Harry pensaba que su plan no estaba nada mal, por el hecho de que finalmente estaría usando un par de ropa limpia de verdad. -Supongo que es un buen plan.

-Es un gran plan, cállate.

Los dos viajaron de regreso al apartamento de Harry, donde el sol comenzaba a ponerse. Vio una sombra misteriosa cuando Harry subió encima de la valla que lo llevó a la parte trasera del edificio de apartamentos, vio el enorme árbol que por casualidad conducía llevaba a la derecha donde se encontraba su habitación, que era una ventaja extraordinaria para escabullirse por la noche.

-Si te caes de ese árbol, no recogeré tus extremidades -Louis advirtió, mirando el árbol con duda.

-He subido este árbol un montón de veces, yo sé lo que estoy haciendo -le espetó en voz baja, agarrándose a la rama más baja. Él expertamente escaló el árbol, dejando a Louis en la base del árbol mientras se comía sus uñas.

Harry saltó por la ventana en silencio, algo así como una monja, pero con poca delicadeza. Aterrizó con un ruido sordo en el suelo, congelándose en su lugar y viendo a los lados para vigilar que nadie lo hubiese oído. Rápidamente cogió una muda de ropa incluyendo un nuevo par de ropa interior -que era bastante difícil de encontrar en su surtido de artículos de azar, ropa y alimentos.

Solo entonces oyó pasos que se acercaban a su habitación, y sus ojos se abrieron en pánico. Él prácticamente se arrojó por la ventana y se agarró del árbol, tirando la ropa al suelo con la esperanza de que Louis hubiera detectado todo. -¡Corre! -susurró al tiempo que tocaba el suelo con un ruido sordo.

Louis simplemente asintió y saltó la cerca una vez más con Harry a su derecha pegado a sus talones. -Mierda, estuvo cerca -murmuró mientras se encontraron en el camino de regreso a las calles más transitadas-. Casi muero ahí arriba.

-Vi la forma en que saltaste por la ventana. Parecías una gacela descoordinada de mierda -Louis reflexionó con una sonrisa. Harry le lanzó una mirada y trató de ocultar su creciente sonrisa.

Cuando los dos regresaron a su apartamento, Harry tomó una de las duchas más rápidas de su vida, tratando de ignorar el hecho de que él olía como a primavera gracias a Louis y su gel de baño. Refunfuñó mientras envolvió una toalla alrededor de la cabeza, casi como un tocado, y salió del baño.

Encontró a Louis en su habitación, observándose en el espejo de cuerpo completo. Él llevaba una camisa semi-abierta y un jean ajustado, mostrando la cantidad justa de culo y escote. Los ojos de Harry se abrieron y él no era consciente de que su mandíbula cayó hasta que Louis lo miraba con extrañeza.

-No vayas a tragar una mosca -se rio, y Harry lo encontró ridículo ya que podría estar haciendo una broma en un momento crítico de su vida.

-Que yo… Mierda…-murmuró, indiscretamente arrastrando sus ojos hacia arriba y debajo de su menudo cuerpo. ¿Cómo se suponía que iba a estar con él toda la noche en una fiesta llena de gente cuando ese atuendo le invitaba a romperlo?

-¿Es tan malo? -Louis frunció el ceño, volviéndose a mirar al espejo.

Harry sacudió la cabeza rápidamente. -No, no, en absoluto. Es hermoso. Eres hermoso. Solo… Yo… Estás caliente -afirmó, sin decir nada, cuando Louis rio.

-Gracias, imbécil. Ahora vayamos a la fiesta antes que me empiece a cuestionar este atuendo y tu sigas desnudándome con los ojos.

sex addicts [l.s] ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora