𝑀𝑜𝓂𝑒𝓃𝓉𝑜 𝓊𝓃𝑜

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El último día de clase. Solo quedaba un curso más, el último año antes de empezar la vida adulta. Y Lily Evans no quería levantarse de la cama para volver a su casa, para empezar ese último verano antes del último curso. Claro que quería ver a sus padres e incluso a Petunia —que seguro que no iba a parar de hablar de Vernon—, pero no quería enfrentarse a eso llamado último curso. Quizá, si se quedaba el tiempo suficiente en la cama, el tiempo podía pararse y...

—Vamos, mueve el culo, que quiero ir a desayunar.

Obviamente el plan tendría que ser aprobado por sus amigas. Y Dorcas no estaba por la labor de dejar que la pelirroja se quedara en la cama, no. Iba a hacer que se levantara y la iba a llevar a desayunar como que se llama Dorcas Meadowes y su novia es Marlene McKinnon.

—¡Lily, vamos, por Dios, levántate ya, me muero de hambre!

—Desayunate a tu novia —gruñe la chica desde la cama, tapándose la cabeza con la almohada en un intento de bloquear la luz que entra gracias a Dorcas.

¿A quién se le ocurre quitar las cortinas de alguien que está durmiendo?

—Ya lo he hecho, mientras que Mary y tú dormíais. Ahora se han ido las dos a desayunar y soy yo la que tiene que aguantar que no te muevas de la cama.

Decide no contestar. Quizá así se va. Aunque luego tendrá hambre en el viaje en tren y hasta bien entrada la tarde no llegarán a King's Cross y... Lily decide levantarse. No porque Dorcas se haya metido en su cama y haya intentado tirarla ni nada por el estilo, no, solo porque está pensando en el hambre que va a tener dentro de unas horas y que no planea alimentarse de pasteles de calabaza del carrito de chucherías.

Bueno, en realidad sí que se los va a comer, al igual que también va a comer las plumas de azúcar.

—¿Estás contenta? —le dice a su amiga mientras que se pone algo de ropa muggle. ¿Ponerse ropa de bruja para luego tener que cambiarse en el tren? No, gracias. Todo el mundo sabe que es nacida de muggles, ¿para qué se va a molestar en ocultarlo? Total, los de Slytherin ya intentan de todas formas lanzar sus maldiciones.

Y ellos siempre acaban en la enfermería, pero lo siguen intentando. Son bastante idiotas en opinión de Lily Evans, quizá más idiotas que Potter y eso ya es decir. Bueno, tampoco es que Potter sea idiota, solo sus ideas son completamente estúpidas y todo el mundo lo piensa. Vale, no todo el mundo, pero sí ella y también Remus. Aunque Lily empieza a pensar que el de las ideas estúpidas es Remus porque la verdad es que no entiende muy bien qué hace con Black, pero... bueno, el amor es amor, ¿no? ¿Quién iba a decir que la tímida Alice iba a plantarle un gran morreo a Frank dos años atrás? Ahora vivían juntos en una casita en un pueblo muggle de Irlanda y, la verdad, es que a Lily le había encantado esa casa. Estaría bien tener su propia casa en un pueblo muggle con algún que otro vecino mago, como les pasaba a Alice y Frank. Quizá ese verano podía ir a verles y...

—¿Qué es ese olor?

Habían bajado hasta el Gran Comedor —en algún momento, porque Lily prácticamente se había dejado arrastrar por Dorcas hasta el desayuno una vez estuvo vestida— y la gente salía corriendo de allí tapándose la nariz. Pero tanto Dorcas como Lily seguían avanzando hasta el olor.

—Eh, tú, ¿qué es ese pestazo? —Dorcas frenó a uno de los niños de primero, que casi tenía arcadas mientras andaba.

—Han lanzado una bomba fétida —consiguió decir el niño entre arcadas y Dorcas agitó la varita para librarle de las ganas de vomitar. Benditas resacas—. Gracias.

—¿Sabes quién ha sido?

Lily no sabía para que preguntaba si la respuesta era obvia. Los merodeadores. El niño lo dijo, pero las dos lo vieron en cuanto entraron en el Gran Comedor. Los cuatro estaban subidos a la mesa de Gryffindor, con un encantamiento casco burbuja hecho para poder respirar tranquilamente mientras todo el mundo salía corriendo de allí. La copa de las casas ya había sido entregada la noche anterior, pero estaba claro que si hubieran jugado esa carta la noche de antes las banderas que colgaban no serían las de Gryffindor.

[1] Doce momentos y un te quiero [Jily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora