Prólogo

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Con un gran suspiro bajó del taxi que la dejó frente a la casa de su madre.

Bien, vino a ver qué quería su madre con ella y luego volvería a su vida sin ningún problema.

Las hermanas Son la habían acompañado, en verdad SeungWan la había obligado ir y ChaeYoung vino para ver a su hermano menor, que era un amigo cercano de ella.

Estaba por tocar la puerta cuando esta fue abierta.

El rostro que vio frente a ella hizo que sin querer soltara el equipaje que traía en su mano.

No recordaba que su hermano menor estuviera así cuando se despidió de él.

¿Qué tanto daño había causado indirectamente?

SeungWan, quien estaba atrás de la alfa, también se sorprendió pero ella soltó lágrimas y corrió a abrazar al pelinegro.

La última vez que lo vio fue hace tres años y recordaba con cariño como el omega siempre tenía un aura brillante consigo, ¿a dónde se fue aquello?

En su lugar ahora estaba un chico muy delgado, con grandes ojeras en sus ojos, el cabello descuidado y cansancio en toda su expresión.

Cuando recibieron una sonrisa del menor, las mayores sentían que su corazón se hacía pedazos.

El primer pensamiento de SeulGi fue tomar a su hermano y largarse a Seúl. Su madre se podía joder si había descuidado así a su hijo.

—Bienvenidas, noonas, pueden pasar —se hizo a un lado pero ninguna parecía moverse de su lugar—. Saldré por un rato, tengo que hacer algunas cosas.

—No, te quedarás con nosotras —la voz de la Kang mayor era fuerte pero no usaba su voz de mando.

—Noona, es importante —los ojos suplicantes del menor apretaron más el corazón de la pelinegra.

—Voy contigo —los ojitos se le iluminaron con aquello.

—¿En serio? ¡Genial, noona!

SeungWan y ChaeYoung, quién para sorpresa de ambas parecía no afectarle como estaba el chico, se quedaron en la casa a preparar algo de comer mientras ellos estaban fuera.

En cuanto se fueron, Wendy volteó a ver a la menor y le pidió respuestas.

—Nunca quiso decir nada... Solo me decía que cuidaba de su madre, hicimos una videollamada hace un mes y se veía un poco peor que ahora. Le tuve que insistir muchísimo para que descansara y comiera más —jugó con sus dedos, nerviosa—. Le pedía fotos de sus comidas y que me escribiera cuando iba a dormir y cuando se levantaba.

Wendy suspiró y abrazó a su hermana menor, quién había empezado a soltar un olor triste.

Por otro lado, SeulGi acompañaba a su hermano en un taxi, no sabía a dónde iban o qué harían pero ella tenía muchos pensamientos en su cabeza.

¿Acaso su madre estaba tan loca como para empezar a maltratar a su hijo en cuanto ella se fue de la casa?

Era decepcionante.

—SeulGi noona, ella estará feliz de verte —su carita descuidada tenía una sonrisa brillante.

La alfa solo asintió y acarició los cabellos del menor.

En cuanto llegaron la pelinegra pagó el taxi, luego vio que se encontraban frente a las puertas de un gran hospital.

¿Su hermano tenía alguien enfermo? No recordaba que le comentara algo así... O no quería recordar.

Entraron en silencio, SeulGi era guiada por el omega, quien parecía conocer todo el lugar como su palma de la mano.

¿Acaso venía diario?

Clumsy boy || SeongSang || ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora