CAPITULO 4

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-¿Hay alguien mas, Hestia?- Pregunto Cronos a su hija cuando regresaban a su viejo hogar.

Cronos pensaba que una mujer no podía vivir sin un hombre, para el una mujer no era nada sin ningún hombre.

Es por eso que cuando cada una de sus hijas cumplía dieciocho años, tenían cinco dias para buscar a alguien, pero si no lo hacían, Cronos las llevaría hasta el Dios Mictlán, y el las mataría a cada una de ellas.

Hestia fue la unica que sobrevivió a eso, ya que ella tenia a Zatz desde que eran niños.

-¿Aparte de Zatz, padre?-Cronos asintió- Si padre, hay alguien mas.

-¿Y quien es?

Hestia callo un momento, ella sabia que Cronos le pediría terminar con ese Dios Griego.

-Ares...

-¿Ares? ¿EL DIOS MÁS ODIADO DEL OLIMPO GRIEGO? ¡¿En que estabas pensando?!

-La mayoría me juzga por estar metida en problemas de otros dioses que no sean griegos padre, pero por lo menos Ares a matado a la mayoría de ellos.

Y era cierto, la mayoría de ellos estaban muertos...

.

.

.

Hestia recordaba ese momento cuando no estaba segura de hacer lo que le ordenaban hacer.

En este caso ella ya no estaba segura en seguir las ordenes del Dios Mictlán, para unirse a Zatz y su padre.

Pero ella temía a lo que Cronos podía llegar a hacerle.

Ella queria ver a su padre morir, para de esa manera vengar a sus hermanas.

-¿Dices que Maya, ya los encontró a todos?- Pregunto Hestia a Zatz, mientras que salían de su habitación- ¿Cómo lo hizo?

-La princesa Teca es inteligente, Hest. No han pasado muchos meses desde que esto empezó.

Hestia recordó la primera vez que vio a Maya.

La vez en la que la Diosa Micte la llevo ante el Dios Mictlán.

Y aunque Hestia solo tuviera cuatro años cuando eso paso, ella recuerda todo con exactitud.

-¿Crees que Mictlán nos ordene ir por ella de nuevo?- Pregunta la pelirroja a Zatz.

-No creo que lo haga, ya fallamos una vez no creo que nos mande de nuevo.

"Además de que te la pasas siguiendo a la princesa Teca como si fueras su propio guardián" Quiso decir Hestia pero no lo hizo, ya que vio una silueta conocida al otro lado del pasillo.

Cronos se encontraba al otro lado del pasillo, hablaba con un joven alto de cabello negro, esperen no era un joven, era un Dios.

Un asesino sangriento y conquistador de castillos...

Un ser amoral, despiadado y cobarde, instigador de la violencia, mal amigo y peor amante, según los demás Dioses Griegos, pero para Hestia, era todo lo contrario.

El único hijo de Zeus y Hera que accedió al Olimpo.

-¡ARES!- Grito Hestia corriendo hacia el chico.

Ares volteo y la miro abriendo sus brazos.

-¡HESTIA!- Dijo el y la abrazo cuando ella llego enfrente a el.

El la alzo y giro con ella en brazos, al bajarla, Hestia siguió abrazándolo y ese olor que tanto le gustaba regreso a ella.

El olor al Dios Griego de la Guerra.

Al separarse de el, Ares trato de besarla, pero Hestia se alejo de el poniendo un dedo en sus labios.

-Aquí no Ares, no puede ser aquí- Dijo Hestia en voz baja para que solo el pudiera escucharla.

El típico Ares que siempre quería besarla y la típica Hestia que siempre se lo negaba.

Ares iba a contestar pero una voz la interrumpió.

-Mictlán quiere vernos a todos, Hest- Dijo Zatz acercándose a ellos.

Hestia habia olvidado que Zatz estaba ahi.

-Esta bien- Dijo Hestia de mala gana - Nos veremos pronto Dios de la Guerra.



𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐬𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐭𝐮 (𝐳𝐚𝐭𝐳𝐱𝐭𝐮)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora