Capítulo 4

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Sábado por el medio día, debería estar haciendo algo diferente pero no, me encuentro aquí en la casa de una chica que apenas y conozco; debo admitir que me siento algo perturbada y como no estarlo si estas chicas literal saben todo de Oliver.

Su fecha de nacimiento,  lo que le gusta y lo que no,  sus gusto de música,  sus calificaciones y su itinerario completo. Me estaba arrepintiendo cada vez más de haber aceptado ese estúpido trato, pero me decía a mi misma que aguantara era solo para comprarme otro celular.

La pizarra frente a mi con la foto de mi víctima seguía llenándose de la escritura en azul de la chica rubia.

— Eso es todo lo que sabemos — dejo en plumón aun lado y se sentó en la cama a mi lado.

— Creemos que si lo conoces más podrías crear un plan para poder acercarte a él — Mari estaba sentada a un lado de la pizarra.

— ¿Yo debo crear el plan? Creí que ustedes me dirían que hacer.

Habían cinco personas en total en la pequeña habitación de Mari,  una habitación muy ordenada y con una decoración de niña pequeña,  hay un estante de libros en donde el único que conozco es el principito. Trato de no pensar tanto las cosas y distraerme viendo a todas partes.

— Nosotras no sabemos ni como conquistar a un perro — hablo una morena alta de ojos verdes,  admito que esa chica es la más linda entre todas.

— Quizás por eso no tuvieron exito con Oliver — mi tono de burla les hizo mirarme con en seño fruncido.

— Les dije que sería una mala idea contratar a esta chica — hablo de nuevo la morena.

— Pero ella es la más linda de toda la escuela — una pequeña chica de tez blanca y robusta habló — por eso la escogimos.

— ¿Ella? ¿Enserio? — no dudo que la ojos verdes no creyera que antes fuí la más bonita, y es que la pinta que me traigo no es la mejor.

— Si,  ya que tocan ese tema Heylie creo que deberías ya sabes ser como lo eras antes,  vestir bien, peinarte y maquillarte — la rubia me miro directo a los ojos. Sus palabras se clavaron en mí,  si bien sabía que no lucia como antes creí que no lucía tan mal.

— Como cuando salias con Ben — interrumpió Mari.

Mi semblante cambió cuando menciono a mi ex.  Ben era algo de lo que no quería hablar,  el pobre Ben ¿pensara aun en mi? ¿me odiará?
Por que hablan de él,  solo me hacen sentir triste y cuestionarme si lo que hago esta bien,  ¿debería abandonar esto e ir corriendo a buscarlo para volver?
¡No!

— Vale,  yo hago el plan — las apunte con mi dedo índice — el lunes quiero mi primer pago.

Tome mis cosas y salí de ahí.

Ya que las chicas me habían echo pensar mucho en Ben decidí que quería saber un poco de él. La verdad es que lo echaba mucho de menos y me sentía triste al pensar en como la pasaba sin mí,  por que se que él me ama aun.

Me dirigí a un establecimiento llamado "blue boll" el lugar es un viejo villar donde Ben solía venir,  ahí trabaja Mario uno de sus mejores amigos.

El olor a cigarros inunda la no muy grande habitación,  hay cuatro mesas de billar en el centro y pegada a las paredes se encuentran unas cuantas mesas de esas que encuentras en los bares, hay una barra y el chico de tras de ella se encuentra limpiando un tarro de cerveza,  lo observó desde la entrada,  parece no matar una mosca,  sus ante ojos que ayudan a su visión lo hace ver inofensivo  pero la verdad es que de eso no tiene nada.

Hay una chica sentada en un taburete quien se ve interesada en él,  pero claro él no se percata de eso y solo la ignora cuando ella quiere buscar conversación.

Rompiendo El Corazón de un ROMPECORAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora