Capítulo 8

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Es inició de semana. Los dos días que pasamos en casa de los abuelos fue divertido, desde la muerte de mi madre no habiamos ido con ellos, es raro por que en toda la casa de sus padres hay fotos de ella desde pequeña hasta la última foto que fue tomada en el hospital, se que mis abuelos deben de extrañar a su única hija.

Pensar en la muerte siempre es triste. La primera noche conocí un lado diferente de mi abuelo. Siempre se muestra frío. Lo descubrí viendo las fotos de mi madre mientras todos dormían. Estaba en la mesa del comedor,  tenía unas fotos de ella cuando era joven presas entre sus ya arrugados dedos. Sus palabras nunca podrán salir de mi mente.

— Es duro ver todas esta fotos,  nunca imagine que te irías antes que yo,  se supone que los padres mueren antes que sus hijos. Cargar con este dolor es muy duro.

No me quede por que sentía que era un momento intimo entre él y la hija que había perdido.
Pero aquellas palabras resonaron en mi cabeza toda la noche y no pude dormir. Al día siguiente mi abuelo mostraba una sonrisa ante todos nosotros y bromeaba con mi hermano,  es duro ver que oculta su sufrimiento.
La razón de por la que no pude dormir era que no podía sacar de mi mente el como se sentirán mis abuelos quienes compartieron 35 años con mi madre ¿será diferente el dolor al mío? Yo solo compartí 17 años y mi padre,  mi padre realmente no se cuantos años compartieron ellos. ¿Pero será diferente el dolor?

He llegado a tiempo a la escuela;  creo que ya empiezo a calcular el tiempo sin necesidad de mi teléfono que me muestra la hora. Los pasillos están llenos que apenas puedo caminar entre ellos. Parece otro día cualquiera y así es. Las chicas del club me pagaron por otra interacción con Oliver, una de ellas incluso me dijo que lo estaba haciendo bien y que se moría por ver el día en que él saliera llorando,  aunque no crea que pueda hacerlo llorar como tal.

En algún momento de las clases me vi envuelta en mis pensamientos y recorde la noche del viernes,  aquella noche en donde por un momento no quise golpear a Oliver en la cara. Simplemente el hecho de que me escuchara sobre Ben y quisiera hacerme sentir mejor fue otro nivel de él. Suelo pensar que a lo mejor tiene un lado humano.

Las cosas se complicaron un poco aquel lunes a la hora de salir,  todo era normal,  salía del edificio cuando lo primero que vi fue a Oliver recargado sobre su auto,  estaba hablando con otro chico a quien no conocía ni de vista. Sonreía tanto que de alguna manera yo comencé a sonreir,  pero la sonrisa no me duro suficiente pues del otro lado estaba Ben quien al verme salir bajo de su mercedes-benz.

No se como definir que es lo que siento,  Ben es el chico perfecto ni tan bueno ni tan malo,  es guapo con dinero,  inteligente y sabe escuchar.

Caminó hasta él,  siento como mis manos empiezan a sudar por el nerviosismo, me siento como cuando tuvimos nuestra primera cita. Llego hasta donde esta,  no soy capaz de decir palabra,  me siento muy nerviosa.

— Hola — es Ben quien habla primero. Muestra una pequeña sonrisa — te llevaré a casa.

Sabía que no lo haría,  que realmente me llevaría a otro lugar y no dude en subir al auto con él.

— ¿Te has sorprendido al verme?

— La verdad es que si — digo mientras evado su mirada. Era tan incómodo estar ahí, a su lado y no poder hablar como normalmente lo hacíamos.

— Te fuí a ver a tu casa el sábado.

— Estaba con mis abuelos.

— Lo supuse, ¿sabés por que te fuí a buscar hoy?

— No lo sé.

— Quiero que volvamos — mordió su labio inferior,  algo que suele hacer cuando esta nervioso.

Rompiendo El Corazón de un ROMPECORAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora