Llegó a la cafetería de la tía para poder desayunar y con intenciones de que me resuelva unas cuantas dudas que se me han generado respecto a Oliver. Y no es porque creyera en todo lo que se decía de él, todo lo contrario, quería saber las historias reales.
Subo las escaleras hasta el departamento de la tía, abro la puerta y la encuentro pegada al teléfono.
—De hecho acaba de llegar— dice sin quitar la mirada de mi—te digo que todo está bien, no tienes porque preocuparte hermano. Resuelve todo lo que tengas que resolver antes de regresar.
Mientras mi tía habla con mi padre me dirijo a la cocina para poder servirme un poco de café, por el olor sabía que había recién hecho. Tomo una taza y me dispongo a servirme cuando la veo aparecer en la cocina.
—¿Y que dice papá?—digo para después beber un sorbo de café.
—Tu abuelo le está dando largas, al parecer no llegan a un acuerdo.
—¿El abuelo siempre ha sido así de difícil?
No convivía mucho con mi abuelo ya que al estar en otro país era un poco difícil verle y él tampoco hacía mucho por venir a vernos; tenía un pequeño problema con que su hijo mayor hubiera seguido a mi madre hasta México y haber dejado todo tirado.
—Si, por eso seguí a tu padre hasta acá, era más fácil lidiar con él. Aunque también es refunfuñon.
—Oye—digo nerviosa dado que cambiaría la charla para hablar de Oliver.
—Prepare tostadas francesas, vamos a comer.
Se dirige a la mesa y le sigo por detrás, ella toma asiento y observa unos cuantos papeles que estaban sobre ella.
—Por cierto¿Qué ibas a preguntar en la cocina?—baja los papeles.
—Bueno tenía curiosidad por saber porque me has prohibido ver a Oliver.¿De dónde lo conoces tan bien?
—Oh es eso — lo dice como si esperara que en algún momento le hiciera la pregunta—mi historia con él empieza desde mi primer día en este lugar. Digamos que desde entonces somos amigos, llevo un par de años tratando con él y es encantador.
—Entonces ¿por qué me has prohibido verlo?—replico, me sacudo en la silla del comedor.
—Por que no es el chico para tí y tu no eres la chica para él. Conozco a Oliver y te conozco a tí. La forma tan distinta que la vida los ha tratado no los hace apto para estar uno con el otro.
—Pero...
—Eres tan indecisa — no me da tiempo de poder hablar— y él es muy apegado, si le demuestras el interés necesario se quedará junto a ti por siempre. ¿Pero que pasará el día que tú decidas que ya no es suficiente para ti?
—¿Y si no es así?¿Y si paso mi vida junto a él?
—No sabes ni siquiera que vas a estudiar el próximo año, ¿Crees que vas a saber que quieres para el resto de tu vida?
—¿Tanto te importa Oliver?
—Si—dice con sus ojos clavados en mi, su mirada es tan fría y penetrante— y también tu, te Vi como sufriste cuando Ben y tú terminaron, no quisiera ver cómo sería con Oliver. De alguna manera siento que no deberían estar juntos.
No me atreví a preguntar más por miedo a qué me siguiera dando una lista de las razones que no soy la chica adecuada para él. Terminamos de desayunar tranquilas para luego quedarme lavando los trastes mientras ella daba una clase de pintura.
No podía sacar de mi cabeza las razones por las que Oliver y yo no deberíamos estar juntos pero es entonces en cuando lo sobrepienso que me doy cuenta en qué me estoy tomando tantas molestias por alguien que debería hacer sufrí en lugar de feliz.
¿Me gusta como para tomarme tantas molestias?
¿Realmente me estoy enamorando?
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Rompiendo El Corazón de un ROMPECORAZONES
Teen Fiction¿Qué harías si te pagaran para romperle el corazón al rompecorazones? Bien, hoy estoy aquí para contarles sobre Óliver, ese chico que toda chica quiere pero es un rompecorazones incurable, a quien le dedicaron un club en la preparatoria "El club...