25. Razones

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¿Cuántas razones tenías para seguir respirando?

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¿Cuántas razones tenías para seguir respirando?

Con mis brazos llenos de cortadas, menos sangre en mi cuerpo de la que jamás había tenido y más de seis horas secuestrada por un psicópata que solo quería torturarme, dirías que no tenía muchas.

Pero su voz suave y gruesa se paseaba por mi mente mientras cantaba la canción que yo le había escrito a él «Y estoy aquí para quedarme, nada va a separarnos... »

No podía moverme ya. Estaba sentada en ese bendito ducto y estaba luchando con todas mis fuerzas por mover un solo dedo, uno solo para poder luego reunir la fuerza para impulsarme adelante y caer por el ducto. Pero no podía moverme.

Sentí las lágrimas hirviendo escurrir por mis mejillas heladas. Lo sabía porque me dolían al caer resbalando lentamente.

Sí tenía muchas razones para vivir. Tenía a mi madre, un techo, una familia lejana, pero familia al fin, mi carrera, mis estudios y todo lo que había conseguido. Tenía a mi Lanna y a mi Josh. Tenía todo lo que necesitaba para saber que era valiosa y que habían cuidado de mí desde antes de mi nacimiento.

Pero estaba tan cansada.

Porque cada día tienes luchas, ¿cierto? Y a veces parece que las razones son menos. A veces discutía con mi madre, peleaba con Lanna y la mayoría de las veces no quería saber demasiado de mi familia. Mi carrera llegaba a frustrarme, fracasaba en lo que quería conseguir y Dios sabe que también a veces odiaba al mismísimo Josh. Pero justo ahora solo podía dibujarse en mi cabeza una razón que nadie nunca jamás podría quitarme, que no cambiaría por más que cambiaran los días, las situaciones y las personas: Yo soy valiosa. Y esa razón sería siempre suficiente para levantarme, moverme y alzarme.

Y es que yo valgo más que "la pena", valgo muchísimo y por eso estoy donde ahora estoy. Quizás no sea el mejor lugar, desearía no estar aquí mañana, pero esto me llevará a otro lugar donde podría demostrarles a otros lo valiosos que son. Porque nadie merecía pasar sus últimos segundos de vida deseando haber sido más, cuando valían más que nada en el mundo.

Solté un grito ahogado y moví la pierna sintiendo todo el cuerpo totalmente entumecido. A los pocos minutos ya estaba cayendo por el ducto hacia fuera de esta pesadilla.

Abrí los ojos como platos cuando noté que me había quedado dormida. Podía soñar con aquello una y otra vez como si jamás pudiera pasar la página. Pero lejos de eso, la experiencia me había demostrado lo fuerte que era, lo importante que era que siguiera viviendo.

Habían pasado nueve meses de aquello, y yo seguía sintiéndome como el primer día, cuando me desperté en el hospital luego de haber dormido cerca de 36 horas y sufrir dos colapsos nerviosos que casi me matan.

Mamá dijo que no creían que lo lograría. Las transfusiones arreglaron el problema inmediato, pero no pudieron hacer frente a todo el tiempo de agotamiento que llevaba mi cuerpo, por lo que era una cuestión de esperar. Recordar el día que me cambió la vida, para mí no lucía lejano en absoluto, lo recordaba claramente como si acabara de suceder.

Valiosa [Serie Verdades I] (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora