❁La Chica de Los Lentes [BNHA]

Capítulo Cuatro

Nota: diana habla lenguaje de señas con Mitsuko, así que no pondré que ellas están hablando en señas... Solo lo escribiré y ya está :). (Repito, diana siempre hablará en el lenguaje de señas y algunas veces tratará de hablar)

Nota2: Hawks hablará un poco de lenguaje de señas ya que le pidió ayuda a Mitsuko-chan.

Pajaritos

—así que una cita eh?.— miraba con Picardía a la joven de gafas, Diana se sonrojo al ver la mirada de su amiga.—vamos!!, no seas tan tímida mi linda Diana-chan.—

—pero... Mouhh.—desvío la mirada y suspiro dejando escapar un sutil vapor de sus rosados y delicados labios.—la verdad, no creo que sea buena idea que asista a su agencia.— jugeteaba con sus dedos, Mitsuko rodo sus ojos y se sentó frente a su amiga.— por qué crees que sea mala idea? Porque el es un héroe?.—

Diana apretó sus labios frustrada, no quería decirle el verdadero motivo por el cual dudaba de ver al héroe en realidad, Lo que menos quería era preocupar a su única y mejor amiga.

—creo que será mejor que regrese al trabajo.— Miró el reloj de su muñeca.— estas segura linda? Dicen que esta pronto por llover.— mencionó mirando el clima nublado a través de la ventana, Diana asintió con una leve sonrisa,Pagó sus cosas y se fué tranquila a su lugar de Trabajo.

Suspira negando.— hay kami-sama... Que haré con esta niña.—se dijo a si misma y regresó a trabajar en su cafetería.

—si, realmente si hiba a llover.—miraba el cielo nublado y sentía las gotas de lluvia deslizarse por sus mejillas sonrojadas.— tal parece que hoy no podré trabajar... Maldición.—infló sus mejillas, caminaba bajo la lluvia sosteniendo su mochila celeste y en su otra mano cargaba un maletín con acuarelas.

Se detuvo frente a un árbol, parpadea incrédula por lo que esta viendo. Frente a ella estaba el nuevo héroe N° dos cargando una caja con sus manos ya que dentro de ella había un nido de Pajaritos bebé, el se encontraba totalmente empapado por la lluvia aunque parece que eso no le preocupa en lo absoluto ya que su prioridad era mantener a aquellos bebés a salvo de la fría humedad del aire.

Se debatía en ir y brindar su ayuda, pero su corazón fue más grande y se acercó de todos modos para ayudarle en lo que pudiera.

Keigo sintió unos pasos acercándose a el, al levantar su vista pudo ver que era la chica de ojos café y hermosa sonrisa, aunque no lo admitiera abiertamente.— ¡hey! Que haces por aquí?.— le sonríe cálidamente a la chica, dimaria apunta la Caja que cargaba con tanto recelo.— los encontré luchando por su vida en un pequeño charco de agua, así que puse su nido en esta caja y aquí están.—

Takami le explicó aunque sabía que la chica no pudo entender nada, de alguna forma le gustaba hablar con ella sabiendo que no recibiría respuesta alguna. Diana señalo la Caja y luego se señala a si misma, keigo la mira sin saber a que se refiere.

Diana de su bolsillo saca una pluma y una libreta pequeña, escribe en ella y le enseña. — si no puedes cuidarlos, dejame hacerlo por tí.- decía en la hoja, cambio la página y volvió a escribir nuevamente.— me gustan las aves, a demás mi departamento es cálido sin mencionar que no tengo gatitos aunque los amo de igual forma, tu trabajo debe ser muy agotador así que me ofrezco a ayudarte a cuidar de ellos.— le esbozo una sonrisa cálida al prohero.

Hawks se sonrojo levemente, desvío la mirada para evitar que viera su rostro teñido de rojo.— te~ayu- ayuda~re.—le habló con dificultad al héroe alado, en ese instante Hawks fijo su afilada mirada a la joven. Si antes se había sonrojado, ahora salía humo por sus oídos y su rostro estaba totalmente rojo.

— demasiado adorable.— susurró sin apartar la vista de su "ahora" Pichón de color café, jamás se lo diría directamente aquel apodo por el cual la había llamado sin que supiera.

Dians, sin entender lo que había ocurrido tomó la mano de Hawks y se resguardaron de la lluvia bajo el techo de la parada de autobuses, la castaña extendió sus manos pidiendo la Caja en donde estaban los Pajaritos.— cui~cuidate, hawk~hawks-san.— se despidió del alado tratando de que le entendiera, se detuvo un autobús y la castaña se subió dejando al alado embobado en la parada de autobuses.

Si bien no fué a su agencia, pudo estar junto a la hermosa castaña de ojos café una vez más dejando un sentimiento cálido en su corazón.