a short penis • bajifuyu

II

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Chifuyu estaba saliendo con Kazutora desde hace ya casi un mes y todavía no habían tenido relaciones sexuales, lo que era muy sorprendente, Chifuyu era una persona muy adicta al sexo.

Pero claro que él en el tiempo en que no había tenido sexo con Kazutora se había masturbado y no solo con su mano, también con varios juguetes sexuales, tenía una colección de estos.

Eso era lo que iba a hacer justo ahora... o eso iba a pasar según los planes de Chifuyu pero no para los de Hanemiya, que llamó por teléfono en el momento en que el menor iba a tomar uno de sus consoladores.

Chifuyu bufó molesto e irritado, tomó el celular y atendió.

"Hola, bebé"

"¿Qué? ¿Hoy era la cena? Casi lo olvido."

"No, claro que no. En unos minutos llegaré allí."

Cortó la llamada y observó el consolador por unos minutos.— Otro día te tocara, amigo. Hoy es turno de Kazutora... o eso espero.— Murmuro en voz alta e hizo una mueca para si mismo al terminar la oración.— No creo que pueda aguantar más sin tener un pene dentro.— Susurró luego para sí mismo, a la vez que se dirigía hacia su armario.

Se vistió rápido con un traje y zapatos, iban a ir a "Etse", un restaurante reconocido y elegante, bueno, en realidad él iría, Kazutora ya estaba allí desde hace 30 minutos, Chifuyu no lo hubiera hecho esperar si lo hubiera recordado pero la verdad era que su necesidad de tener algo dentro suyo no le dejaba pensar a veces.

Cuando terminó de alistarse salió disparando hacia el lugar donde sería su cita. Entró a "Etse" después de llegar y se dispuso a buscar con la mirada a su chico, cuando lo encontró se dirigió hasta el con paso decidido y una muy seductora sonrisa.

Ya al estar frente a Kazutora acercó su rostro al de él y lo beso de forma intensa y desesperada, con la intensión de hacerle saber cuanto le deseaba, el tatuado le contestó de igual forma y el menor se alegró por eso, hace más o menos una semana se venían besando de esta forma pero lamentablemente nunca había llegado a ser más que eso o que un par de manos en lugares donde comúnmente no iban.

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La cena se baso en charlas sobre su semana y sus trabajos, alguna que otra insinuación sexual (esto puso muy feliz y hasta un poco excitado a Chifuyu) y besos castos, solo algunos era más pasionales pero no pasaba de eso.

—Chifuyu. —El rubio elevó la comisura de sus labios en una sonrisa entre traviesa y seductora, mientras lo miraba atento. — ¿Te gustaría pasar después a mi casa? —El de ojos arena levantó una de sus cejas y amplió su sonrisa. Con un leve movimiento dejó su mano encima de la del menor y le dió con su pulgar caricias por entremedio de sus dedos, provocándole a Chifuyu un estremecimiento.

"¡Por fin, ya era hora, Kazutora!" Pensó Chifuyu mientras saltaba de alegría mentalmente.

Chifuyu sonrió ampliamente. —Claro, Tora. Me encantaría.

El resto de la cena se la pasaron conversando, sin más insinuaciones sexuales, pero Chifuyu ya no estaba preocupado por ello, porque si Kazutora lo invitaba a su casa, el esperaba que fuera para tener sexo y no hacer cosas tontas de pareja como acostarse y ver una película o algo de eso.

Cuando ambos terminaron sus platos Kazutora se levantó y Chifuyu le siguió fuera del restaurante hacía su auto.

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La espalda de Chifuyu chocó contra la pared del living de la casa de Kazutora, éste lo sostenía de la cintura de forma dura y lo besaba agresiva y desesperadamente. El de ojos celestes recorría la espalda y nuca del tatuado con sus manos, acariciando su piel ya desnuda con las yemas de sus dedos. Chifuyu se había sacado la camisa y pantalón a los minutos de haber entrado a la casa, mientras que Kazutora había tardado más y hasta el momento solo se había quitado la camisa.

El tatuado bajó sus manos hasta el trasero del menor y lo apretó ligeramente. Acercó sus labios al oído de Chifuyu. —Vamos a mi habitación. —Le susurró con voz ronca cerca del oído y mordió el lóbulo de su oreja.

Chifuyu solo se limitó a asentir frenéticamente, Kazutora rió suavemente y llevó de la mano hacía su habitación. Dentro de esta comenzaron nuevamente a besarse un poco más suave, el de mechas recostó en la cama al menor y se subió encima de él, besándolo con mas intensidad y recorriendo el pálido cuerpo de este con sus manos.

Chifuyu se sentía un poco avergonzado, estaba realmente excitado, pero se notaba que su acompañante no lo estaba lo suficiente, o eso podía ver el menor cuando el otro pegaba sus cuerpos juntos. No sentía una dura erección contra la suya y eso le preocupaba. ¿No sería capaz de excitar a su novio como se debía?

"Claro que no puede ser eso, nunca haz tenido problemas con conquistar chicos" pensó, esquivando esos negativos pensamientos de su mente.

Dejando de pensar, el menor se concentró en sentir, cerró los ojos y tiró la cabeza sobre la almohada que estaba detrás de su cabeza. Pudo sentir como Kazutora bajaba su bóxer y acariciaba sus muslos y piernas mientras lo hacía. Chifuyu soltaba gemidos, a la vez que ayudaba a su amante a quitar su ropa.

Levantó un poco la cabeza y abrió los ojos cuando sintió las manos del otro sobre su miembro y muslos, una de ellas se deslizaba lentamente por este, mientras que la otra lo acariciaba sutilmente en los muslos internos, buscando con sus dedos su entrada.

Chifuyu pudo observar como Kazutora aún tenía su pantalón y la ropa interior, se mordió el labio inferior al subir la mirada por el cuerpo, tenía los abdominales marcados, aunque se veía en partes, ya que estaba encima de él.

Volvió a tirar la cabeza en la almohada cuando sintió dos dedos de su novio presionar sobre su entrada, fue introduciéndolos lentamente para después moverlos y abrirlos como tijeras dentro suyo mientras con su lengua acariciaba el glande del menor.

Cuando el rubio estuvo lo suficiente estirado el tatuado retiró los dedos dentro de el y se bajó el pantalón y el bóxer para poder penetrarlo, minutos después Chifuyu seguía sin sentir nada.

Pensó que le había metido tres dedos muy juntos en lugar de dos. —Puedes meter ya tu pene, ya sabes. —Susurró Chifuyu de forma entrecortada y con la voz muy ronca, Kazutora no le entendió y tampoco le interesaba hacerlo, por lo que siguió embistiéndolo. 

Al no obtener respuesta de su novio, Chifuyu levantó un poco la cabeza, abriendo los ojos de más, vio como en realidad lo estaba embistiendo con su miembro y casi pega un grito (el cual Kazutora pensó que era de placer pero había sido, en realidad, de susto), él ni siquiera había sentido la diferencia con sus dedos.

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metía a kazutora en todo JAISBISS disculpen vivo por el bajitrio

y recuerden, como dijo mi reina Isabelle Lightwood, nada menos de 15 cm 🐰

chiste chiste