¡Switch Bish!||Yaoi

Marcus

Miré el vacío entre mis piernas directo a la alfombra de mi cuarto, sentado al borde de la cama con los codos apoyados sobre los muslos y la cabeza agachada. Estaba consternado. Estaba asqueado. Harto. ¿Cómo era posible que después de tantos años con él se atreviera a reemplazarme por Andrew? ¿Acaso yo no fui el estúpido que lo acompañó a cada paso? Lo sacó de fiestas estando totalmente borracho, lo defendió en secreto de idiotas que querían hacerle daño, lo alejó de chicas mal intencionadas, lo abrazó en cada cumpleaños, le ayudó en cada tarea, lo aconsejó hasta el final...

Cómo...

Cómo era posible que se pudiera enamorar de ese rarito...entendía que le tuviera ganas a Ava...pero...¿él?

Levanté la cabeza mirando mi reflejo en el espejo, mis ojos estaban repletos de ira.

Sonreí de lado teniendo una idea sólida en la cabeza: Sabotaje.

Me erguí caminando hacia el espejo acomodando mi ropa.

-Solo tienes que hacer que terminen, Marcus- le dije a mi reflejo, -Dominick estará tan destrozado, tú estarás ahí y él se enamorará de ti como siempre debió ser. Andrew no es más que basura...sabes cómo aprovechar los quebrantos mentales, ¿no?

Reí suavemente frente al espejo tomándolo con las manos por ambos lados.

-Vamos, Marc...solo debes poner a uno contra el otro. Las ganas de Nick por Ava y la vida pasada de Dominick sobre Andrew...será fácil...

*

*

*

-¡¿Estás loco, Marcus?! ¡¿Cuál es tu estúpido problema?! Si ellos quieren ser felices deberías dejarlos ser y se acabó -me gritó Erika, en el fondo sabía que ella no estaría de acuerdo. No puedo crees que seas capaz de arrebatarle así la felicidad a tu mejor amigo...

-Eka, ¿acaso no quieres que Dominick vuelva a tus brazos? ¿Que tengan sexo como un par de animales en celo como antes?

Erika me propinó una fuerte bofetada que me sorprendió, la miré, estaba furiosa, entrecerró los ojos claramente molesta. -Lárgate de mi casa y que ni se te ocurra hacerles algo o yo...

Tomé de un solo impulso su quijada apretándola con fuerza sacándole un quejido, con mi mano libre tomé su cuello apretándolo y la miré levantándome y presionándola sobre su propio sofá. -O tú qué...¿les dirás algo, Erika? Si te atreves a abrir la boca no me va a importar que seas mujer...ni me importarán tus padres, tampoco. Asumo que no saben la fama que su querida hijita tiene...¿no?

Érika frunció las cejas con un gesto de miedo, yo sonreí victorioso. -Si no me vas a ayudar, no me estorbes...y aléjate.

La solté con brusquedad y me alejé saliendo de esa casa con indiferencia.

*

*

*

-¿Y bien? ¿Qué me dices- dije dejando a un lado el vaso con café que había pedido.

-...Acepto con la condición de que me regales a Dominick por un par de fines de semana al mes, extraño mucho su...

-No lo digas- interrumpí.

Arely rio con suavidad, miramos la hora y asentimos, era el momento, él se levantó primero tomando el vaso de café que le había dado, miré a un punto fijo en la cafetería, sonreí bebiendo de mi vaso y esperé varios minutos. Ya había implantado la duda en la cabeza de Dominick, ya solo faltaba hacerle la vida imposible a Andrew.

Esperé un corto lapso de tiempo y con calma me dirigí hacia mi aula, al estar cerca vi y escuché a Ava patalear y luchar en los brazos de alguien, vi a Arley ser sacado a empujones del aula con la ropa y el cabello totalmente mojado...la situación se había salido un poco de mis manos.
Arley salió del pasillo muy molesto mirándome, yo solo le envié un mensaje al celular diciendo que se lo compensaría después, llegué con Andrew viendo sus pantalones manchados de café, conteniendo una sonrisa me acerqué a él...

*

*

*

Aahh...finalmente...lo había conseguido, Andrew se desmoronaba paulatinamente, había sido muy fácil, quien hubiera pensado que el niño grande y rudo se convertiría en un bebé indefenso, Erika se había alejado también así que tenía toda, absolutamente toda la vía libre.

Aquel viernes lo había visto todo desde la lejanía, casi sentí pena al ver a Andrew derrumbarse en el césped del campus..."Patético..." terminé por pensar, seguí con cuidado a Dominick hasta que salió del campus con los ojos inundados en lágrimas, luego de que pasara ese fin de semana yo estaría ahí como nadie más para consolarlo y ser su apoyo.

Todo había salido a la perfección...