Julio de 2021, Corea del Sur.
Observando los números que señalaban las manecillas, agité la muñeca sin prestarle importancia hasta lograr que la correa del reloj regresara a su posición original. Quedaban treinta minutos libres para visitar la tienda frente a la avenida principal. Hoy era mi primer día de trabajo en la agencia policiaca de Daejeon.
La noche anterior recibí el primer e-mail de solicitud aceptada. Comprendí lo específicos que fueron sobre la misma indicación; requerían de mi presencia cuanto antes. Por suerte, el edificio no quedaba tan lejos, podía tomarme el tiempo necesario antes de llegar.
No tenía la menor idea de cómo vestirme en una situación similar, solo me dejé llevar por el mismo estereotipo de todas las películas americanas. Un saco grisáceo a juego con el pantalón. Una camisa ceñida de hace dos generaciones, y un par de tacones tipo stiletto que encontré al fondo de la caja de mudanza. Por increíble que pareciera, mi silueta permanecía pulcra y detallada, nadie sospecharía mi bajo perfil sobre la moda.
La encargada de la cafetería acababa de entregarme la orden. Un americano helado con dos porciones de jarabe. Extendí mi tarjeta de crédito y después le dediqué otro vistazo al reloj digital que tenían frente al mostrador. Ya había comenzado a ponerme nerviosa. Las líneas neones de la pantalla marcaban las ocho de la mañana. Se suponía que debía estar en la estación justo a esa hora, pero me esforcé por hallar una explicación lógica a lo que veía.
—Creo que el reloj está adelantado —comenté mientras cerraba mi cartera.
—Está configurado según la zona horaria —explicó al mismo tiempo que me entregaba el recibo de compra.
Encendí la pantalla del móvil para corroborar lo evidente. Acaba de cometer mi primer error del día. ¿Por qué habría confiado ciegamente en el antiguo reloj de muñeca de mamá? Tenía entendido que funcionaba a la perfección, al menos hasta hace unas horas.
—Gracias... —sonreí por inercia.
Me encaminé hacia la salida con paso ligero. Mi vida debía tratarse del protagonista de una película de bajo presupuesto, porque no podía aceptar que algo tan cliché me estuviera pasando. ¿O acaso era la única novata que llegaba tarde a su primer día de trabajo?
Sin importar cualquiera de las dos posibilidades, crucé las calles borrando toda mi atención de los vehículos. Estuve a punto de ser arrollada en más de tres ocasiones, pero se trataba de mi única oportunidad para asegurar ese puesto. Podrían entregarle el lugar a la siguiente solicitante por mi repentina ausencia, y mi ego se ensanchaba siquiera de imaginar aquella posibilidad.
El ruido estrepitoso del claxon y un par de gritos llenos de malas palabras me hicieron apretar con fuerza el vaso de café, pero mantuve mi vista al frente luego de que mis mejillas se invadieran de un color escarlata por lo vergonzoso de la situación.
A pesar de que el recorrido se acortó de golpe debido a mi imprudencia, mis pies volvían a pisar la acera como cualquier humano promedio mientras actuaba con naturalidad. Llegué a preguntarme si esta era realmente mi profesión correcta, o si trabajar en un viejo circo no me aseguraba un mejor salario.
La cara se me iluminó al momento de admirar mi objetivo a unos cuantos metros. Saqué mi teléfono una vez más. La hora en punto se burlaba de mí, completamente en vano. Fue en ese momento que sentí el hombro de otra persona chocar contra mi brazo derecho, justo en la contra esquina de la misma acera.
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●~Caught Up~● ○△☆☂
БоевикEl detective Hwang Jun-ho investiga la desaparición de su hermano. Su nueva compañera de trabajo (Eun-hye), comienza el entrenamiento de principiante teniendo como guía a Hwang. Al mismo tiempo, se ve involucrada en aquel asunto sospechoso tras una...
