Un clavo en lo más profundo del corazón.

Capítulo 11. Mis sentimientos se aclaran.

Le respondo rápido, correspondiéndole con su forma cariñosa de empezar a llamarme. Me dice que está mejor que nunca y que tenía ganas de salir conmigo. Ésto me hace aclararme y darme cuenta de que, suena un tanto irónico, pero en el fondo yo no paraba de pensar en él de continuo y en lo que hablábamos. Eran antes unos sentimientos muy extraños. Pero acepto que Sergio me ha ido ganando por completo.
Nos sumergimos en una larga charla, me hace reírme mucho. Cuando, de pronto observo que Gonzalo me ha enviado un mensaje, me dice "Hola Andrea". No puedo creerme que haya pasado unas semanas sin hablarme y me tenga que saludar hoy, justo hoy. Así es que me decanto por no contestarle, ya que me conozco y sé cómo soy, sé que ese chico me ha gustado hace nada. Me digo a mí misma que, tengo novio, sí, desde hoy, y no me hago una idea de para qué me querría hablar, pero prefiero quedarme con la intriga.
Mañana será Jueves, y al siguiente, por fin el deseado Viernes. Sergio me dice que le gustaría quedar conmigo; me daría muchísimo corte al principio, pues siempre he sido muy tímida. Pero sinceramente a mí también me encantaría, entre ésto le digo que me parece buena idea. Y en seguida pienso en que, no voy a ser capaz de presentarme yo sóla, por lo que les aviso a mis amigas. Algunas de ellas, cómo Pilar y Victoria no estarán este fin de semana y no podrán acompañarme, pero me alegro al saber que irán conmigo Marta, Aurora y Paz.
Me tumbo en el sofá, mirando al techo y dándole vueltas a lo que me acabo de proponer. Y a lo que va a pasar pasado mañana, la primera vez que quedaré con Sergio. Una pequeña sonrisa, y, a pesar de que todavía sea Miércoles, me dirijo al armario y me pruebo mil cosas, pensando en lo que puedo ponerme ese día. Me desespero, ya veré.
No conozco lo suficiente a este chico, pero me supongo que, habiendo comenzado a salir, cuándo nos veamos el Viernes, lo más probable es que haya al menos un beso. Ojalá le de un poco de tiempo a ésto y simplemente hablemos y estemos normal, pues, algo me dice que me moriría de vergüenza. Por otra parte digo, "Andrea, te gusta, tendrás que dejar atrás la niña tímida que eras y, sigues siendo".
Me siento tan confusa, y a gusto con él, hoy es uno de esos días de felicidad. De una felicidad que quizás lleve esperando un tiempo, incluso me atrevería a decir, que desde que empezamos a llevarnos mejor.