Capítulo 5. Cuál tonta.

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        El resto del día es agotador, tras ir a la academia, tengo que ir a baile. Me he pasado todo el tiempo que he intentado sacar de esta tarde, hablando de chorradas con Sergio, por whatsapp. Es agradable. Pero para ser realista, no he parado de entrar en mi cuenta de Tuenti para ver si recibía algún mensaje de Gonzalo. Nada, vuelvo a cerrarlo, decepcionada, repitiendo ésto unas cuántas veces.

No siento ganas de seguir con la rutina, así que llego a casa y me meto en mi habitación, simulando tener dolor de tripa; me llevo el móvil, porque me anima por una parte hablar con, el que es mi compañero de atrás en clase. Pronto, mi madre abre la puerta de mi habitación y me confisca el móvil. Así que, enciendo el ordenador, debido a que es lo único que me apetece. Me meto en Tuenti, y lo primero que veo, es una solicitud de amistad, es Sergio. La acepto y, nada más aceptarla, me envía un mensaje, y continuamos hablando. Entre tanto, Carmen, me escribe, "ay, ay, ya verás cómo tenéis algo él y tú". No sé a quién se refiere, no caigo en este momento, supongo que será a Gonzalo, y si es por él, miente, ya me he mentalizado de que nada puede pasar entre nosotros, y sólo me sale una contestación de, "no seas tonta, ojalá". Acto seguido, me manda otro mensaje: "Pero si os acabáis de conocer". Espera, espera, yo no acabo de conocer a Gonzalo, ¿de quién habla?. Decido preguntarle, aunque algo me da de que es por Sergio, aún así, ¿por qué iba a serlo?. Se pasa una hora y media convenciéndome de que ese chico es muy majo conmigo, bueno, no tiene ni idea, sólo nos llevamos bien.

Sergio me cuenta que su ex le está agobiando, insistiéndole en volver o al menos, liarse. Me dice que no quiere, y yo, le cuento algunas cosas de verano y del que he mencionado antes, que es cuatro años mayor. No tiene importancia, en realidad sé que no era más que simple atracción, mi verdadera obsesión está en el otro. Y pienso que es mejor ni hablarle de ello a Sergio, no, no porque le conoce. Y me despido unas horas después, tengo demasiado sueño cómo para seguir hablando, aunque me estaba gustando todo lo que me estaba contando.

Deben de ser las tres de la mañana, no he conseguido conciliar el sueño, a pesar de cerrar los ojos mil y un veces. Mañana les explicaré el tema de la carta anónima a mis amigas, creo que puede hacerme sentir mejor.

Un clavo en lo más profundo del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora