Paramos en frente de una nave de fachada colorida y con un rótulo fluorescente en el que ponía "Soul", probablemente el nombre del local. Entramos y estaba todo con baja iluminación, pero con muchas luces led de colores, las paredes tenían pósteres de diversas series y animes. En una esquina del local se encontraba un señor con camisa naranja en una mesa triangular con muchos peluches, figuritas, accesorios, etc. Era el puesto donde se intercambiaban los tickets que habías conseguido por premios.
Nos acercamos a una pequeña máquina rectangular de contorno azul en la que había diversos dibujos, más bien instrucciones para conseguir monedas que pudieses usar en las máquinas recreativas del lugar. Introducimos 100 yenes cada uno y nos dieron 10 monedas entre los dos, debíamos de hacer muchos puntos si queríamos ganar algo con estas monedas.
Jugamos a varios juegos, ganando varios tickets en el camino, en verdad me lo pasaba realmente bien con Bokuto, era como si hubiese nacido solo para estar en ese preciso instante, con él a mi lado. Jugamos el uno contra el otro más de una vez, mientras que Bokuto hacía poses "heroicas" diciendo que me iba a ganar, cuando al final era yo el que le ganaba la mayoría de las veces, ganándome por parte suya un "No es justo" o "¡Haces trampas, por eso me ganas tanto!" o un "Akaashi cuéntame tus trucos" mientras que se me abrazaba y fingía llorar.
Nos quedaba una moneda para gastar en el último juego, no sabíamos cuál elegir, hasta que Bokuto se paró delante de varias máquinas y habló.
-Hey Akaashi, ¿qué te parece ese juego de allí? -señaló una máquina vertical en la que había distintos círculos, debías de lanzar la pelota desde la línea que te marcaba y dependiendo de dónde entrase te daba más o menos puntos.
-Me parece bien, pero, ¿eres bueno encestando?
-Akaashi, soy el mejor en ese juego, ya lo verás -presumió.
Veinte minutos después nos encontrábamos escapando del guardia de seguridad, Bokuto, súper inteligente de su parte, se había subido a la máquina a "encestar" todas las bolas en el centro, para que le diesen más puntos, mientras que yo estaba desesperado pasándole todas las bolas que podía mientras que me sentía como un criminal. Sin embargo, un chaval que pasaba por allí avisó al guardia de seguridad de que estábamos haciendo trampas y aquí estamos, corriendo con una tira gigante de tickets mientras sorteamos a todas las personas y máquinas que hay.
Mientras que el guardia no estaba mirando nos encerramos en un cubículo del baño, estábamos apretados en un espacio de menos de un metro cuadrado, pero todo sea por los tickets, no me iba a ir de allí sin un peluche entre mis manos.
- ¿Qué hacemos ahora Akaashi? Nos hemos metido en un pequeño gran lío.
-Bokuto-san, corre, mete los tickets en mi bolsa, ahora. -le ordené.
Bokuto se apresuró a meterlos en mi bolsa cuando de repente la puerta exterior del baño se abrió de un golpe. Seguramente era el guardia, se podía oír como estaba abriendo todas las puertas de los cubículos, una por una. Se estaba acercando a nuestra posición, vi como Bokuto estaba nervioso y asustado así que decidí tomarme la libertad de intentar arreglar el desastre que habíamos causado.
Justo antes de que el guardia abriese la puerta había cogido a Bokuto del cuello de la camisa y lo acerqué a mí, con la mirada le pedí disculpas mientras que le estaba dando un beso en los labios, Bokuto se pegó más a mí y me empotró contras una de las paredes del baño, su reacción me sorprendió, le miré directamente a los ojos, me estaba devorando con la mirada. El guardia abrió la puerta y se encontró con la escena de dos chicos en un baño de un salón recreativo besándose, pareciendo que se iban a comer allí mismo si podían. El guardia cerró la puerta con una expresión en el rostro que literalmente decía "Yo no he visto nada, Jesucristo llévame contigo". Cuando cerró la puerta me separé de Bokuto, nuestras respiraciones se mezclaban la una con la otra, mientras que el sonrojo que teníamos no nos abandonaba. Podía sentir como la mirada de Bokuto me penetraba la piel. Estaba empezando a hacer mucho calor allí, ya no sabía si era por estar dos personas encerradas en un espacio tan reducido o si era porque acababa de besar a Bokuto, y que encima me lo haya devuelto, dándome el beso de mi vida; obviamente era por la segunda.
Salí del baño y me arreglé el pelo mientras que me miraba al espejo del cuarto de baño, estaba tan rojo que parecía un tomate, sin exageraciones, parecía que fuera a explotar allí mismo.
Bokuto salió del cubículo y se posiciono a mi lado, abrió el grifo y con un poco de agua se empapó la cara, estaba igual o peor que yo. Estaba tan rojo que hasta sus cabellos platinos habían empezado a coger un poco de color rosáceo, ¿cómo era eso posible? Bokuto era muy raro en todos los sentidos de la palabra.
-Besas bien -dijo sin dejar de mirar al espejo.
- ¿Qué? -la pregunta me pilló por sorpresa, no tenía pensado que él me fuese a dirigir la palabra después del pequeño numerito que acabábamos de montar.
-He dicho que besas bien Akaashi, ¿quién te ha enseñado a besar así? -me sonrojé ante su declaración.
-La verdad nadie, ¿y tú qué? Parecía que me ibas a comer ahí mismo Bokuto-san.
-Tal vez es porque es lo que quería, una pena que haya tenido que cortarnos el rollo el guardia, me lo estaba pasando bien.
-Atrevido.
Salimos del baño y nada más pasar la puerta parecía que se había ido el Bokuto travieso y había vuelto el Bokuto de mentalidad de 5 años o menos.
-Hey Akaashi, vamos a cambiar los tickets por premios.
Fuimos hacia donde estaba el señor del puesto de intercambio y sacamos el montón de tickets que habíamos ganado antes de hacer nuestra espectacular huida. El chico que nos atendía casi se tragaba el chupachups que se estaba comiendo al ver la cantidad de ticket que teníamos.
Ojeamos los premios y antes de que prestase atención Bokuto ya había cambiado todos los tickets por un unicornio de peluche gigante que estaba blando, sin darme opción a elegir algo para mí.
-Aquí tienes Akaashi, es para ti -me ofreció el peluche que medía casi tanto como yo.
-Pero Bokuto-san, ¿no lo quieres?
-Que va Akaashi, desde el primer momento en el que lo vi decidí que te lo iba a conseguir, además, piénsalo como un agradecimiento por el beso de antes -puso una sonrisa traviesa, la dualidad de este hombre era sensacional.
-Bokuto, a veces no sé qué hacer contigo, de verdad -reí.
Salimos del recreativo y nos encontrábamos con algo de hambre, así que decidimos pasar a una tienda de comida rápida a comernos unas patatas fritas y alguna que otra cosa. Pedimos y nos sentamos en una de las mesas que había. Trajeron nuestra comida y nos pusimos a hablar de cosas triviales sin importancia.
Seguimos hablando tranquilamente hasta que una figura familiar me heló la sangre, rezaba porque no me hubiese visto, mi corazón palpitaba tan rápido que pensaba que se me iba a salir del pecho, y mis ojos, con los párpados bien abiertos y mi pupila cada vez más pequeña por el miedo alertaron a Bokuto, que miró hacia la dirección donde yo me había quedado paralizado observando.
- ¿Akaashi? ¿Estás bien? ¿Conoces a esa persona? ¿Quieres que nos vayamos de aquí?
-Bokuto-san, por favor, vámonos ya.
Bokuto se levantó y me ayudó a caminar, estaba tan paralizado del miedo que no me podía mover bien. Esa persona que me había hecho la vida imposible en Kioto estaba aquí, ¿qué hacía aquí? ¿Había venido a destruirme aquí también? Me dolía sólo de pensarlo, ¿qué iba a hacer si eso ocurría de nuevo?
-Vaya -la voz me congeló, era tan cortante como la recordaba-, ¿a quién tenemos aquí? Mira, si es la perra de Kioto. ¿Qué? ¿Te dolió tanto que te violaran que escapaste de allí? No me hagas reír, en el fondo te gustó, no ves que eres una perra.
Bokuto se estremeció a mi lado, podía sentir como la rabia se le salía por las venas.
- ¿Qué dijiste? ¿Quieres problemas? -le contestó Bokuto.
-Qué Akaashi, ¿ya te buscaste a otro perrito faldero?
-Bokuto, por favor vámonos, no quiero estar aquí -mis ojos se estaban cristalizando, no iba a aguantar mucho en ese lugar.
Bokuto al verme desistió, me cogió de la cintura y me ayudó a salir de allí.
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the boy who never felt [bokuaka]
Fanfiction🐥TW! mention of abuse, bullying, mental desease, suicide mentions Akaashi es un joven que se ha mudado a Tokyo después de tener varios problemas en su antigua ciudad, más concretamente, en su equipo de voleyball. Jura que no volverá a jugar nunca...