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La fría nueve comenzaba a caer de a poco cubriendo todo lo que se le atravesara, casas llenas de luces por doquier iluminando las calles llenándola de colores, y cómo olvidar los árboles, árboles rondando por casi todos lados siendo decorados con luces, bambalinas, cintas y un sin fin de cosas.

La alegría se esparcía con rapidez, tanta para su gusto, el olor de la alegría muy empalagosa para su agrado, definitivamente nada estaba a su agrado.

Con su dedo índice toca las últimas flores que se encontraban abiertas pero ahora estaban marchitas y dañadas, con todo eso llegó a la conclusión. Había llegado la Navidad.

Cómo lo odiaba...

Cómo le desagradaba esa festividad, a niveles gigantescos, cada año se encerraba y no salía hasta que la fiebre navideña terminara pero ese año iba a ser la excepción gracias a cierta personita que lo había invitado a pasar Navidad con él.

Ni sabía porque había aceptado tal cosa como esa, aunque era pasar invierno encerrado en la mismo sitio con la persona que menos soportaba o pasar invierno 'celebrando' Navidad con su mejor amigo, por obvias razones eligió la segunda opción, ¿Que tan malo sería 'celebrar' navidad una sola vez? Lo que quizás no tomó en cuenta era que no estaría solo ellos y los hermanos del mayor, no, también había invitado a otras personas, incluyendo a unos cuatro demonios más, que aceptaron por las mismas razones que el sirio.

Al estar en la puerta de la casa en donde se hospedaba el venezolano, en su mente ya se estaba arrepintiendo de todo pero ya era tarde, estaba en la puerta y le daba pereza regresar, sin más con sus nudillos tocó la madera de la puerta tres veces, lo suficiente para que alguien abriera la puerta.

- ah eres tú.. - dijo el colombiano al ver a el sirio en la puerta de la casa

- si, hola a ti también Alcohólico anónimo

- ja ja ja - río con notable sarcasmo - solo pasa quieres

(...)

La gran mayoría bebía y reía, apenas eran las 8 de la tarde y ya estaban festejando como nunca, le era de esperarse de parte de ciertas personas.

Observó a su alrededor con atención captando la hermosa decoración navideña, había rojo y verde por casi todo el lugar al igual que algunas plantas referentes a la festividad, en la mesita de madera que tenía frente suyo tenía sobre ella un Santa Claus de juguete y un pequeño bol lleno de dulces  de leche y bastones de caramelo, pero apartó la mirada al tener la sensación de que tal muñeco lo observaba desde donde estaba, ya que sus ojos parecían ser grandes.

No sabía si era incomodidad o miedo ante esa cosa tan insignificante. Por un momento agradece a sus adentros al ver que alguien habían volteado aquel muñeco, ese alguien se había sentado a su lado y le ofreció un vaso con jugo. Cosa que acepto con gusto.

- gracias por venir, pensé que no vendrías

- yo también pensé que no vendría.. - admitió para darle un sorbo a su jugo - pero al parecer si vine

- Me alegra - dijo sonriente ante la presencia de su amigo en aquella festividad que amaba, solo quería devolverle de cierto modo el gesto, el sirio le había invitado a su primer halloween, cosa que le extrañó pero que le emocionó a la vez por razones desconocidas para él.

- veo que invitaste al resto..

- sí!, No quería excluir a nadie - dijo aún sonriente, su atención es captada por un mínimo momento, arqueó una de sus cejas se atrevería a preguntar pero el sirio se le había adelantado

- no te preocupes, no es grave - comentó para después cubrir lo que había captado la atención del venezolano con la manga del abrigo que llevaba puesto

❰✎❝℘ʀoհίɓɪժօ❞. .•.*。🌸🖤❱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora