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--¡Noo!

Ese grito retumbó por las cuatro paredes, en aquellas altas horas de la madrugada nadie se lo esperó, teniendo en cuenta que la gran mayoría ya estaba profundamente dormidos.

--¡Todos menos esooo! --Se quejó. --¡Blanquito!

Con toda la rapidez que pudo logró alcanzar el muñeco y aplastarlo en un fuerte abrazo protector. Le da un beso y después observa acusatorio a la razón de que causara tal escándalo.

Aprieta con más protección el muñeco, bajo su mirada el pequeño animal yace cabizbajo por el regaño que siente venir, está arrepentido seguramente.

--¡Se supone que eres la mascota de un ángel! ¿Y haces esto? ¡Blanquito se respeta, amigo! --Regaña con voz autoritaria, ya se ve en un futuro muy próximo a sí mismo protegiendo al peluche el resto de la noche.

--¿Por qué tanto grito? --Una voz somnolienta se abre camino en la quietud de la noche. --Te juro que sí no me das respuesta yo mismo te mando a dormir, y sabes que soy capaz. --Si es sincero suena como una amenaza vacía, no cree que pueda hacer mucho con esa cara de no saber ni quién es. --¿Hablarás?

--Es la mascota de Vene, ¡se metió con blanquito!

--Uh, y eso por qué debería importarme, ¿cuál es la necesidad de gritar... --Se detiene brevemente, mira la pared en la que está es reloj no sin antes parpadear para enfadar su vista. --...A las cuatro de la madrugada? --Bien, parecer estar perdiendo la paciencia. --¿Por- Por qué a las cuatro de la mañana y no al mediodía? ¿Por qué debo ser afectado en esto? Debo dormir al menos diez horas, ¿qué demonios?

--¿Cómo quieres que no grite cuando este animal de aquí... --Apunta con su dedo al animalito. --...Se quiere follar a Blanquito mientras duermo?

--¿Y qué? Es un odio de peluche, no siente, no está vivo. --Quizá esta era la gota que derramó el vaso para el sirio. --Arregla tú los problemas con esa cosa --Su acusación va claramente al animal. --No hagas ruido tampoco, y déjame dormir por lo que más quieras, Rusia.

Bien, se quedó callado. Juró que le aparecería un tic en el ojo porque el ruso en verdad pareció pensar una respuesta a eso, quizá le irrita por el sueño pero no le importa. Después de lo que pareció una eternidad para el sirio, asintió con la cabeza en silencio total. Suspiró cansado y se dio la vuelta para volver a tirarse en la cama y seguir durmiendo. Escuchó un vago "No prometo nada", pero ya estaba lo suficiente cansado como para protestar por eso.

Por otro lado, siguió apretando protector al peluche mientras miraba con cierto asco y odio al ocelote. El animal en cuestión acostado en el sol del sirio mirándolo con esos grandes ojos de depredador. --Ni siquiera seré te ocurra acercártele, o sufrirás las consecuencias. --Advierte dejando al oso de peluche a un lado de él, para volver a retornar su siesta.

Fue un error.

•---•---•---•---•

No puede dormir.

Mira en techo, el único sonido es su respiración y ni eso es mucho, es casi imperceptible. Su pecho sube y baja rítmicamente, su cuerpo relajado pero su mente no, ¿por qué el venezolano le confiaría su mascota? Sobretodo a él, si era tan irresponsable hasta en una tarea como esa. La última vez perdió el panda cachorro de un asiático, y después de tres días de búsqueda junto con muchas palabras de odio se logró encontrar.

Siendo sinceros se lo merecía.

También, se preguntaba esa extraña costumbre de tomarle cariño a una cosa incapaz de racionalizar, para él eran eso y que te podían atacar si los provocabas o algo así. No los ve como supuestos "mejores amigos", le parece supremamente estúpido.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2022 ⏰

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