Capítulo 7 - La fiesta de navidad.

94 5 2
                                    

El salón principal de la casa Black-Lupin ha sido adornado con una hermosa decoración navideña, hay un gran árbol blanco con esferas y guirnaldas azules, iluminado con velas mágicas encantadas con llamas también azules; el resto de la decoración de la casa igual alterna el blanco y el azul, idea de Remus ya que este año la temática navideña del hogar es la de la reina de la nieve.

Sirius y Remus han decidido usar suéteres a juego, son azul oscuro y tienen un muñeco de nieve en la parte delantera y un copo de nieve detrás, los invitados a la cena han sido todos los Weasley por parte de Harry, Draco ha invitado a Astoria y a Su tía Andrómeda, Remus ha invitado a Minerva y a Hagrid y Sirius a Kingsley; se ha necesitado un hechizo de extensión en el comedor para que todos pudiesen estar cómodos.

Minerva trajo con sigo un par de elfos domésticos de las cocinas de Hogwarts que aceptaron encantados ayudar a Kreacher con la cena de la casa Black-Lupin, aunque a Hermione esto no le causó ninguna gracia:

-Espero Kingsley, que siga en pie tu ofrecimiento para trabajar como auxiliar del departamento de leyes del ministerio de magia, ya que tengo algunas ideas para aportar con respecto a la esclavitud de los elfos domésticos.

-Mucha suerte con eso, -Dijo Percy, quien había venido con su novia Penélope- pues los elfos domésticos son muy celosos con ese tema, y son reacios a esos cambios.

-Entiendo -Añadió Sirius- que tus intenciones son muy nobles Hermione, pero vas a tener mucho trabajo para hacer que los elfos acepten esas intenciones, ya que para ellos el estilo de vida que llevan es todo lo que conocen.

-Hermione -dijo también Remus interrumpiendo lo que claramente sería una réplica por parte de ella- la idea aquí no es indisponerse ni crear una polémica alrededor del tema, sé que eres muy inteligente y sabrás encontrar una solución que tanto los magos como los elfos domésticos puedan considerar aceptable.

-Tienes razón -contestó Hermione ya más tranquila- entiendo que no será tarea fácil, pero cuento con empezar por algo, y es por eso que le toco el tema a Kingsley.

-Si Hermione, el ofrecimiento sigue en pie, aunque me gustaría que empezaras como auxiliar del departamento de regulación de criaturas mágicas,  Doris necesita tu ayuda con eso y muchos otros temas, sé que vas a ser de mucha utilidad en ese departamento...

Al otro lado de la mesa, Ginny, Harry, Charlie, Tonks, Bill, Fleur, George y Angelina charlaban animadamente acerca del Quidditch:

-...y mi idea es continuar jugando, creo que me presentaré con varios equipos y según las pruebas que me hagan, veré que pasa. -Dijo Ginny.

-Tengo entendido que las Holyhead Harpies buscan miembros nuevos -Añadió Angelina.

-Pero no será tarea fácil conseguir una oportunidad de pruebas con ese equipo -Dijo Charlie. 

-Bueno, -Sonrió Harry- Ginny aún puede aprovechar su membresía en el club de eminencias del profesor Slughorn, él tiene relaciones muy estrechas con las Harpies.

-¡Es cierto, lo había olvidado! -Dijo emocionada-, viajaré a Hogwarts en cuanto pueda y hablaré con él...

De repente, Sirius se puso de pie, sacó su varita y soltó algunas chispas blancas:

-Señoras y señores, ha llegado la hora del brindis, pero antes, hay noticias que algunos de nuestros invitados quieren hacer públicas esta noche... Adelante Charlie!

El aludido se puso de pie y tomó la mano de su reciente esposa...

-Buenas noches a todos, mi esposa y yo queríamos aprovechar para darles una noticia, el sanador estuvo hoy en casa y nos ha dicho que... 

Charlie miró primero a su madre y luego a Andrómeda, finalmente miró a su esposa y le hizo un gesto, el cual ella reconoció como que le estaba dando la palabra...

-Bien -dijo Tonks poniéndose también de pie, en ese momento su cabello pasaba de un tono Azul claro a rosa fuerte- Mamá, señores Weasley, van a tener un segundo nieto.

Molly y Andrómeda se miraron, luego miraron a Arthur y los tres se tomaron de las manos, ellas chillaron, él sonreía y todos estallaron en vítores. Esta vez Remus soltó chispas blancas de su varita y cuando todos hicieron silencio,  preguntó:

-¿Cómo te sientes Molly?

-Este... bueno... La verdad es que este año hemos tenido muchas sorpresas, primero el nacimiento de mi hermosa Victorie -miró a Bill y Fleur- luego Charlie y Tonks se casan, y ahora viene un bebé suyo en camino...

-¿Y tu, Prima? ¿Cómo te sientes? -Le preguntó Sirius a Andrómeda.

Con los ojos llenos de lágrimas de felicidad, Andrómeda asintió y dijo:

-Después de tantas cosas que hemos vivido tras esta guerra, sólo puedo decir que la noticia de una nueva vida es lo mejor que nos puede pasar a todos. Los amo mucho hijos míos -Dijo mirando a Charlie y a Tonks.

-Ahora, -continuó Sirius- una noticia de nuestro querido Draco.

-Más que una noticia -interrumpió Draco- es una propuesta...

Se levantó de la silla en que estaba sentado y se acercó a su tía Andrómeda:

-Tía, teniendo en cuenta que voy a tomar posesión de la mansión Malfoy, y que es un lugar demasiado grande para vivir sólo, bueno, al menos hasta que sea el momento de casarnos con Astoria, me gustaría que te mudaras conmigo.

Andrómeda, que se había quedado sin palabras, después de unos momentos contestó:

-Bueno, desde que Tonks se casó, me he sentido algo sola en casa, así que supongo que podemos hacernos compañía mutua -Contestó sonriendo.

Hagrid, quien se encontraba en uno de los extremos de la mesa, hacía sonar su nariz contra un pañuelo. Minerva le daba unas palmadas en la espalda a modo de consuelo.  Sirius tomó de nuevo la palabra:

-Finalmente y no menos importante, tenemos noticias del ministro de Magia... Kingsley:

-Buenas noches -Empezó el ministro-. Hoy les puedo informar con gran orgullo que ha concluido exitosamente el entrenamiento para auror de los señores Harry Potter y Ron Weasley, y que su etapa práctica empezará a inicios de este año que está por empezar... ¡Felicitaciones!

Todos aplaudieron con mucho ánimo, Ron Sonrojado y Harry sonriente saludaron a todos con un gesto de la mano...

-Ahora si -Tomó Remus la palabra- levanten sus copas por favor...

-Vamos a brindar -añadió Sirius- por todos y cada uno de ustedes, por los lazos que nos unen, por el orgullo de los padres y los logros de los hijos, y personalmente, quiero brindar por Harry y Draco, quienes, durante el tiempo que han compartido nuestro techo, han sido como nuestros hijos, y cada logro personal que han tenido es como un logro para Moonie y para mí, estamos muy orgullosos de ustedes, y de toda su generación... ¡Salud!

Todos levantaron sus copas y brindaron, celebraron hasta altas horas de la noche y luego cada invitado regresó a su casa utilizando los polvos flu en la chimenea de la cocina.

Ya en cama, totalmente desnudos, Sirius y Remus, muy satisfechos por el éxito de su reunión navideña, se besaban apasionadamente, Remus detuvo a Sirius por un momento:

-¿Cómo te sientes esposo mío? -Dijo sonriendo.

-No sé que me hace más feliz, tenerte aquí conmigo como mi esposo, el saber que aún tenemos a Harry y a Draco a nuestro lado felices con sus logros, o el gran éxito de nuestra reunión.

-Supongo -le dijo mientras reanudaba los besos- que esta noche podemos permitir que esta felicidad que nos embarga, nos deje disfrutar de esto...

Se entregaron el uno al otro hasta el amanecer, besos, caricias, abrazos, disfrutaron de cada músculo del cuerpo del otro, cada centímetro de piel, expresaron su amor físicamente hasta que, exhaustos, se quedaron dormidos...


Continúa en el capítulo 8: Abonando el campo para la siguiente generación.

5 años después

Nuestros hijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora